Antonio José Chinchetru (ALN).- La masacre de El Junquito, en la que han muerto el expolicía Óscar Pérez y otros seis rebeldes, es un nuevo episodio del uso de la violencia extrema por parte del régimen chavista contra quienes se le oponen. Al estilo de la antigua dictadura de Alberto Fujimori en Perú, Nicolás Maduro ha usado a paramilitares en las labores de represión en Venezuela, algo que el sistema viene haciendo desde la Presidencia de Hugo Chávez.
El fallecimiento del exinspector Óscar Pérez, confirmado por un parte policial de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), y otros seis rebeldes a manos de las fuerzas chavistas es un nuevo episodio negro del uso de la violencia extrema por parte del régimen de Nicolás Maduro. Han sido unas muertes que se podían haber evitado, puesto que los alzados habían expresado su voluntad de entregarse.
El Gobierno de Venezuela optó por la mayor dureza, incluyendo la actuación de grupos paramilitares irregulares con los operativos policiales. Actuó siguiendo la misma línea que caracterizó a Alberto Fujimori durante su etapa de dictador en Perú.
Las redes sociales han impedido que el régimen chavista pueda ocultar lo acontecido en el Kilómetro 16 de la carretera a El Junquito
Las redes sociales han impedido que el régimen chavista pueda ocultar lo acontecido en el Kilómetro 16 de la carretera a El Junquito, al oeste de Caracas. Los rebeldes atrincherados difundieron a través de internet vídeos de lo que estaba sucediendo, y en ellos el propio Pérez expresaba su voluntad de rendirse. Pero los planes del régimen no contemplaban una salida pacífica a la situación. Antes de aceptar la entrega de los sitiados, prefirió enviar un mensaje de dureza que pudiera ser comprendido por cualquier opositor.
A pesar de las evidencias, el Gobierno chavista prefiere mantener la farsa para justificar la masacre. El propio Maduro acusó a los ahora fallecidos, y a sus compañeros que han sido hechos prisioneros, de no querer entregarse. Incluso ha dicho, ante la ilegal Asamblea Nacional Constituyente, que fingieron una negociación para acto seguido abatir a dos miembros de las Fuerzas de Seguridad que no se pusieron a resguardo convencidos de que no habría más combates.
En la misma línea que otra dictadura, en este caso la castrista de Cuba, los ha acusado de planear numerosos atentados terroristas. Esta es una acusación recurrente del régimen comunista de La Habana contra buena parte de la población.
Paramilitares chavistas junto a la policía
Si en eso se parece al castrismo, en el uso de fuerzas paramilitares el chavismo conecta con el fujimorismo. En el Perú gobernado por Alberto Fujimori, unidades irregulares colaboraron con el Ejercito y la Policía en las labores represivas y cometieron matanzas. Eso está ocurriendo en Venezuela con los grupos conocidos como ‘colectivos’, cuadrillas de civiles armados fieles al régimen chavista. La implicación de estos en la matanza de este lunes es algo que ha sido desvelado por el ministro de Agricultura Urbana, Freddy Bernal.
Este dirigente chavista confirmó en un audio que hizo circular por internet la muerte en los enfrentamientos de un miembro de estos grupos llamado Heiker Vázquez, y que otros habían sido heridos. El ministro dijo: “Hoy cayó en combate un grupo de patriotas, como Heiker, como caen los revolucionarios. En la guerra o se vence o se muere”. El fallecido era el líder del ‘colectivo’ Las Tres Raíces, muy vinculado con el propio Bernal, según ha informado la página web chavista Aporrea.
AUDIO | Aquí se escucha a Freddy Bernal hablar sobre Heiker Vázquez, líder de colectivo Tres Raíces del 23 de Enero.
Lo califica como «patriota»: Ha caído en combate, lo que son capaces de arriesgar la vida por las ideas y el legado de Chávez. pic.twitter.com/WmJNj5ITZ0— Alberto Rodríguez (@AlbertoRT51) 15 de enero de 2018
La revelación hecha por el ministro es incómoda para el régimen. De hecho, el parte policial no incluye al paramilitar chavista entre los fallecidos. A la hora de informar de las bajas en los enfrentamientos, el parte del FAES cita como fallecidos entre las fuerzas oficialistas tan sólo a dos miembros de la Policía Nacional.
Según denunció ante la Organización de Estados Americanos (OEA) el mayor general del Ejército venezolano Hebert García Plaza, con la puesta en marcha de la ‘Fase Verde’ del Plan Estratégico Zamora, el Gobierno de Maduro declaró el año pasado la guerra a los opositores, a los que califica de “fuerzas enemigas” (Ver más: Si Cataluña estuviera en Venezuela los independentistas serían “fuerzas enemigas” para Nicolás Maduro). Pero el uso de la violencia contra la población viene de antes, prácticamente desde la llegada de Hugo Chávez al poder.
En la amenaza violenta contra opositores y población han participado guerrillas colombianas de extrema izquierda
La amenaza de la violencia contra opositores y población en general ha estado presente en todo momento. No sólo se ha usado a las fuerzas de seguridad y los paramilitares de los ‘colectivos’ chavistas. Incluso han participado guerrillas colombianas de extrema izquierda. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) establecieron en territorio venezolano, en las zonas fronterizas, una auténtica base de operaciones. Se hicieron incluso con el control real del territorio, en el que el Gobierno chavista les permitió actuar como si se tratara de las auténticas autoridades del lugar.
Las lecciones del fujimorismo
Fernando Mires, profesor de la Universidad Internacional de Oldenburg (Alemania), ha recordado recientemente que el régimen fujimorista es un precursor del chavismo. Ha destacado que en ambos casos se trata de autocracias que se han ido trasformando en dictaduras. En su opinión, y según declaró a ALnavío: “La inhabilitación del Parlamento, la corrupción de las instituciones del Estado, la anulación de la división de poderes, todos esos fueron hechos que probablemente tomó en cuenta Maduro y simplemente los impuso sobre la realidad de su país”.
Además, Mires señaló que hubo conexión entre ambos sistemas durante la Presidencia de Chávez, “a través del siniestro ministro Vladimiro Montesinos” (Ver más: ‘El politólogo chileno Fernando Mires: Fujimori es el precursor de la autocracia chavista’).
Delitos de lesa humanidad
Con más de 163 fallecidos en las protestas contra el régimen a lo largo de 2017, la represión violenta es una de las señas de identidad del régimen chavista
Con más de 163 fallecidos en las protestas contra el régimen a lo largo de 2017, según los datos del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, la represión violenta es una de las señas de identidad del régimen chavista. Tanto es así, que la exfiscal general y disidente del chavismo Luisa Ortega Díaz se ha decidido a denunciar a Nicolás Maduro y varios miembros de su Gobierno por delitos de lesa humanidad ante la Corte Penal Internacional.
De acuerdo a Ortega Díaz, de los 11 delitos que el artículo 7 del Estatuto considera como de “lesa humanidad”, el mandatario y sus ministros de la Defensa e Interior, Vladimir Padrino López y Néstor Reverol; el director del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), Gustavo González López; y el excomandante de la Guardia Nacional Antonio Benavides, han planificado y ordenado cinco (Ver más: ‘¿Por cuáles delitos puede Nicolás Maduro ser juzgado en el Tribunal de La Haya?’).
Para probar sus acusaciones, Ortega Díaz se refirió a lo ocurrido en los operativos de la Operación Liberación del Pueblo (OLP), el último plan de seguridad puesto en marcha por el Gobierno y el cual es ejecutado por miles de militares junto a policías. Según las cifras que tiene la funcionaria, 505 personas fueron asesinadas desde julio de 2015 hasta marzo de 2017. La fiscal no sólo incluyó la cifra en su querella sino también presentó el nombre, sexo, edad y lugar de residencia de cada una de las víctimas.