María Rodríguez (ALN).- Seis de cada 10 latinoamericanos que solicitan vivir en territorio español son venezolanos. Hasta junio presentaron 5.015 peticiones, frente a las 1.275 del primer semestre de 2016. Este dato supone una muestra más del éxodo masivo que padece el país. Expertos estiman que hoy más de dos millones de personas con pasaporte de Venezuela están fuera.
Las peticiones de asilo de venezolanos en España se han cuadruplicado en un año: han pasado de las 1.275 del primer semestre de 2016 hasta las 5.015 hasta junio de 2017, según datos de Eurostat adelantados por el diario El País y a los que también a tenido acceso el diario ALnavío. Esta escalada de solicitudes coincide en el tiempo con la grave crisis política, económica y social que padece el país gobernado por Nicolás Maduro.
Tal es el ascenso en peticiones de asilo que de las 7.585 recibidas por parte de latinoamericanos en territorio español en los seis primeros meses del año, el 66% corresponde a venezolanos.
España recibió hasta junio 7.585 solicitudes de asilo de latinoamericanos, un 300% más que hace un año
Un año antes, las solicitudes de ciudadanos procedentes de América Latina se cuantificaron en 1.910, es decir, ahora son casi un 300% más.
Asimismo, esta oleada de solicitantes venezolanos hasta junio supone el 36,5% del total de 13.730 peticiones a España.
Tras los venezolanos se sitúan las solicitudes de colombianos, que también han experimentado un crecimiento exponencial en el último año. En concreto, 1.085 han pedido asilo español en los seis primeros meses, frente a los 200 que hicieron lo propio en el mismo periodo del año anterior.
Los datos sobre peticiones de asilo son una muestra más de los movimientos migratorios de Venezuela. Según apuntó Tomás Páez, sociólogo y autor de La voz de la Diáspora Venezolana, en una entrevista con el diario ALnavío, más de dos millones de venezolanos hoy están fuera del país. Considera que estos emigrantes serán “vitales en la reconstrucción del país”. Pero mientras tanto, la labor de cuantificar y ubicar geográficamente a estos ciudadanos no es tan sencilla, y más después de que el éxodo masivo se intensificase antes y después de la celebración de la Asamblea Nacional Constituyente de Maduro.
Esta situación ha movilizado a los Gobiernos de América Latina, que estudian y plantean medidas para hacer frente a una oleada migratoria que se estima que siga creciendo. Las últimas iniciativas las han tomado Panamá y Colombia. El presidente panameño, Juan Carlos Varela, precisó que alrededor de 60.000 venezolanos han llegado a Panamá en los últimos seis años y que, ante el éxodo, el Ejecutivo pedirá visado a partir del 1 de octubre. Este país es uno de los destinos predilectos para los venezolanos que huyen del régimen de Maduro, sobre todo para los empresarios, según apuntó Páez al diario ALnavío.
De las 13.730 peticiones de asilo recibidas en España en el primer semestre de 2017, 5.015 corresponden a ciudadanos venezolanos
En el caso de Colombia, el Gobierno prepara campos de refugiados para recibir a venezolanos de cara a estar preparados en caso de que siga aumentando el flujo de inmigrantes. “Tenemos lista la logística y de dónde la vamos a sacar y cómo se va a administrar”, reveló en este sentido el consejero de Seguridad de la Presidencia, Juan Carlos Restrepo, al diario El Colombiano.
Este medio detalla que Restrepo, junto a otros dos representantes del Gobierno, visitaron en mayo campos de refugiados en Turquía, país al que han llegado tres millones de sirios en seis años de conflicto.
Por otro lado, también en Colombia, el aeropuerto de Camilo Daza de Cúcuta anunció que cerrará sus instalaciones por la noche por la llegada masiva de venezolanos, que se quedan en la terminal para tomar otro vuelo al día siguiente, según publicó Notimérica. El jefe del aeropuerto, Miguel Soto, explicó que la terminal tiene un horario de operación y no se puede hacer cargo de esas personas cuando no están en servicio. Para solventar la situación, la alcaldía de Villa del Rosario, a unos 15 kilómetros del aeropuerto, afirmó que habrá una posada temporal en esta zona a la que podrán acudir los pasajeros que requieran hospedaje por una o dos noches como máximo.