Daniel Gómez (ALN).- El presidente, Miguel Díaz-Canel, y el ministro de Turismo, Manuel Marrero, reivindican la economía cubana. Dicen que funciona, que está viva. Y como ejemplo, y “a pesar del despecho de los enemigos de la revolución”, el Hotel Meliá Internacional que se acaba de inaugurar en Varadero.
Mientras escasea el diésel, mientras va y viene la electricidad, mientras el presidente, Miguel Díaz-Canel, pide valentía y resistencia a los cubanos, el régimen reivindica “la vitalidad” de la economía. Fue este sábado en la inauguración del Hotel Meliá Internacional de Varadero.
“Este acto inaugural es una demostración fehaciente de que no nos invaden el desconcierto ni la improvisación; que el país seguirá vivo, funcionando y desarrollándose”, dijo Díaz-Canel.
“A despecho de los enemigos de la revolución, la flamante instalación revela, a fin de cuentas, la vitalidad del país y confirma la certeza de que, a pesar de la incómoda situación económica derivada del cerco imperial, estamos vivos”, agregó el ministro de Turismo, Manuel Marrero.
Por su parte, el diario oficialista Granma se suma al discurso de los dirigentes y dice que el hotel es una confirmación de la “vitalidad del desarrollo turístico a pesar del bloqueo” de Estados Unidos. Sin embargo, el resto de los medios prorrégimen, como Juventud Rebelde y la agencia Prensa Latina, simplemente se limitaron a reseñar la inauguración. Sin mensajes políticos de fondo.
Meliá trabaja en Cuba desde 1990. Allí regenta 35 hoteles y más de 14.000 habitaciones. Siempre de la mano del Estado, pues el régimen no permite la propiedad privada. De hecho, fue la primera empresa mixta del sector turístico.
El hotel, que será regentado por la empresa española Meliá, cuenta con 946 habitaciones, restaurantes, piscinas, cafeterías, una villa, un centro de convenciones. También un cabaret, el mítico Continental. En definitiva, todo el tipo de lujos que ofrece un establecimiento moderno y valorado con cinco estrellas.
Meliá trabaja en Cuba desde 1990. Allí regenta 35 hoteles y más de 14.000 habitaciones. Siempre de la mano del Estado, pues el régimen no permite la propiedad privada. De hecho, fue la primera empresa mixta del sector turístico.
Resulta curioso que el régimen insista en que la economía está viva, y ponga de ejemplo a Meliá. Sin ir más lejos, hace una semana el régimen suspiraba con que atracase en Cuba un barco con el petróleo enviado por Nicolás Maduro. Este finalmente llegó el sábado. No se sabe con cuántos barriles, pero el carguero que embarcó, el Manuela Sáenz de PDVSA, tiene capacidad para 47.144 toneladas.