Daniel Gómez (ALN).- El Presidente Encargado de Venezuela tiene un arma infalible: la gente. Pese al desánimo por los acontecimientos del martes, pese a no haber logrado el quiebre de la Fuerza Armada, pese a no salir de Nicolás Maduro, la gente sigue de su lado. El pueblo está de su lado. Y salió a la calle. Con Guaidó. Y Guaidó también con ellos. Para tumbar al régimen. Porque para eso, “hay que mantenerse en la calle”, insiste. “Todos los días”, agrega. Y es que lo que persigue “es un paro escalonado hasta lograr la huelga general”.
La Operación Libertad del Presidente Encargado de Venezuela, Juan Guaidó, no es una guerra relámpago como por momentos pareció el martes. Es una guerra de desgaste. “Todos los días habrá acción de protesta. Todos los días hasta lograr la libertad”, dijo este miércoles en una Caracas abarrotada.
“La Operación Libertad se inicia con una huelga sindical. Los trabajadores públicos están protegidos y su cargo garantizado. Se inició el momento. No sólo no nos pueden [el chavismo] en la calle. Está todo el país, todo el planeta tierra apostando por la felicidad de Venezuela”, comentó el mandatario ante una multitud que estallaba en vítores y proclamas por cada palabra de Guaidó.
“A pesar de la crisis, de la ansiedad, de la persecución, de la represión, hoy, todo el mundo está en la calle. Son los mejores hombres y mujeres. Esta generación es la mejor de Venezuela, y juntos sacaremos al país adelante. A pesar de la intimidación, nunca nos hemos detenido. Y les digo: es un proceso irreversible”
Caracas se echó a la calle. Como también lo hicieron el resto de ciudades donde el equipo de Guaidó convocó manifestaciones. La gente sigue siendo su gran arma. Sigue de su lado. Pese a todo. Pese a los acontecimientos del martes. Pese a no lograr el quiebre de la Fuerza Armada. Pese a no acabar con la usurpación. Y esto, declara a ALnavío una fuente conocedora de la situación en Venezuela, “valida que la motivación y expectativas están intactas”.
Guaidó lo necesita. Su plan se basa en la gente. “A pesar de la crisis, de la ansiedad, de la persecución, de la represión, hoy, todo el mundo está en la calle. Son los mejores hombres y mujeres. Esta generación es la mejor de Venezuela, y juntos sacaremos al país adelante. A pesar de la intimidación, nunca nos hemos detenido. Y les digo: es un proceso irreversible”.
Es un proceso irreversible. Por eso Guaidó insiste: “Hay mantenerse en la calle”. Y hay que hacerlo porque “lo que se persigue un paro escalonado hasta lograr la huelga general”. Pareciera el objetivo último del mandatario, pero no. El objetivo último lo marca la ruta de las tres fases. La ruta que Guaidó, sólo con poner el micrófono hacia la multitud, repite de memoria.
“¡Fin de la usurpación, fase de transición, elecciones libres!”, gritó la gente.
Un quiebre en la Fuerza Armada
Guaidó apareció solo. Leopoldo López, el preso político más famoso del mundo, el hombre que el mandatario liberó ayer, el hombre con el que por sorpresa inició la Operación Libertad, no estuvo a su lado en esta ocasión. Se entiende que descansa en la Embajada de España en Caracas, tal como confirmó el Gobierno español.
Guaidó apareció solo, porque sabía que no lo estaba. Ahí tenía a la gente. “Seguimos construyendo capacidades. Esto lleva tiempo. Comunidad internacional, ya lo tenemos. La gente en la calle, ya la tenemos. El factor que falta es la Fuerza Armada”.
La Fuerza Armada, cuyo jefe es el general y ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, sigue del lado de Nicolás Maduro. Ayer salió a defenderlo en un pronunciamiento televisado. Y más tarde salió resguardándole en la intervención que dedicó Maduro a la noche.
#1May ¡Los trabajadores siguen en las calles, sin miedo y con más esperanza que nunca!
Nuestro pueblo de Lechería, Yaracuy, El Tigre y Valera respondió al llamado del Presidente Encargado @jguaido por la Libertad de nuestra Venezuela. #VamosConTodo pic.twitter.com/VjNUH7AjYg
— Henrique Capriles R. (@hcapriles) 1 de mayo de 2019
Guaidó sigue sin convencer al alto mando militar. La liberación de Leopoldo López fue un acto de poder. Pero no fue lo suficientemente contundente para doblegar al Alto Mando que sostiene a Maduro. ¿Decepción? La fuente que charló con ALnavío dice que “incluso, con los hechos de ayer crece la esperanza. Estos eventos aflojan los tornillos de la maquinaria totalitaria”.
Por eso la lucha continúa. Y continúa su arma infalible: la calle. “Es una operación sin retorno”, reiteró Guaidó. “Vamos también a la Fuerza Armada. A decirles que van a contar con nosotros. Para regresar la soberanía de este país. Para recuperar la libertad. Nuestro paro no se quedará solo con los empleados públicos”.
Eso dijo Guaidó, quien poco después recorrió los 15 puntos de manifestación de Caracas para evidenciar que él está con la gente, y que la gente está con él.