(EFE).- El partido socialista y el grupo de izquierda Sumar cerraron este martes un acuerdo programático para formar un Gobierno de coalición en España, en caso de que el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, consiga su investidura, para lo que necesita el apoyo de nacionalistas vascos y catalanes.
Ambos partidos informaron que el acuerdo se cerró tras la reunión que ayer mantuvieron Sánchez y la dirigente de Sumar, Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del gobierno actual, en funciones desde las elecciones del pasado 23 de julio.
En esos comicios el partido más votado fue el conservador Partido Popular (PP), con 137 escaños, mayoría insuficiente para formar gobierno, y ante la falta de apoyos de otros grupos, ahora los socialistas (PSOE), con 121 escaños, tratan de configurar un ejecutivo.
Para ello, cuentan desde hoy con los 31 escaños de Sumar, pero los 152 diputados que reúnen tampoco son suficientes, ya que la mayoría está en 176, en un Congreso integrado por 350 asientos.
Una nueva legislatura
Con ello se reedita el acuerdo de coalición del actual ejecutivo, aunque con algunos matices, ya que el actual se da con un nuevo grupo de Izquierda, Sumar, creado en torno a la figura de Díaz, que ha desdibujado al grupo que pactó con Sánchez en 2019, Unidas Podemos.
PSOE y Sumar subrayan que el pacto servirá para una legislatura de cuatro años.
El pleno empleo será para ellos una prioridad en la próxima legislatura, y entre otras medidas, incluyen la reducción de jornada sin reducción salarial, la implementación de forma inmediata de un plan de choque contra el desempleo juvenil y el refuerzo del sistema público de salud.
También el aumento del parque público de vivienda, la revisión al alza de los objetivos de la Ley de Cambio Climático o una reforma fiscal para que la banca y las grandes energéticas contribuyan al gasto público.
Lo que otorga Sumar a Sánchez
Cerrado el acuerdo con Sumar, Sánchez debe conseguir ahora el apoyo de otros partidos para su investidura y el principal obstáculo sigue siendo el respaldo de los independentistas catalanes, que para ello piden una amnistía a los implicados en el proceso secesionista de 2017.
Esta cuestión continúa en el centro de esas conversaciones y es el principal argumento de la oposición ejercida tanto por el PP como por el ultraderechista Vox.
Pese a las dificultades, los socialistas piensan que se conseguirá el acuerdo.
Sánchez tiene como fecha límite el 27 de noviembre para ser investido, ya que, de no conseguirlo, se convocarán elecciones generales que se celebrarían el 14 de enero.