Alonso Moleiro (ALN).- Nayib Bukele, el candidato que puntea todas las encuestas de las elecciones salvadoreñas, administra la ventaja procurando mostrar el lado humano de su perfil como político. Deja que sean otros los que respondan a los ataques, apoyándose en la cláusula universal del retuit. Bukele, que ha logrado conectar con la juventud del país, es empresario, exalcalde de San Salvador y disidente del FMLN, partido del cual se ha llevado parte importante del patrimonio electoral.
La novedad del tradicionalmente polarizado panorama político de El Salvador, estando muy cerca la consulta presidencial en ese país, se llama Nayib Bukele.
Su opción se ha colado entre los extremos de las dos formaciones que han controlado las simpatías en la política salvadoreña, y que alguna vez se enfrentaron en el tablero de la guerra civil de los años 80 -la Alianza Renovadora Nacionalista (Arena), conservadora y de derecha; y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), en la izquierda-. En este momento, cuestionando lo que existe, sin cavar demasiado hondo en torno a lo que todavía no existe, como un verdadero outsider, va a la cabeza en todos los sondeos locales de opinión.
Bukele es un conspicuo “retuiteador”. Retuitear es un hábito que marca todo un perfil de conducta en estos espacios, particularmente en la política. La técnica le viene perfecta para evitar salir salpicado. Con el retuit también se habla, pero amparado en lo que dicen otros
Nacido en 1981, cuando el conflicto salvadoreño estaba en la fase más dramática, Bukele fue militante del FMLN, del cual salió expulsado por su dificultad para adaptarse a los mandatos de la ortodoxia. Acompañado por los exguerrilleros, Bukele conquistó las alcaldías de Nuevo Custalán y San Salvador.
Hoy, con su novel formación, la Gran Alianza para la Unidad Nacional (GANA), se dirige al electorado usando una vestimenta ideológica más cómoda y menos apretada, cumpliendo de esta manera la encomienda como populista emergente. Cuestionando a los liderazgos tradicionales, criticando la corrupción y prometiendo renovación. Sin demasiadas molestias en torno al “cómo”.
De este modo, evitando las zonas problemáticas, procurando mantener la imagen risueña en la recta final de la campaña, su cuenta de Twitter, también ligera de equipaje, se presenta a la audiencia con este tuit fijado: Bukele va a ser papá.
Gabriela y yo queremos compartir con todos ustedes este regalo que Dios nos envió 😍 pic.twitter.com/4o3uGKM2UA
— Nayib Bukele (@nayibbukele) 22 de enero de 2019
Nayib Bukele está siendo sometido a un exigente fuego cruzado por parte del estamento político tradicional de su país. Todavía no pueden darle alcance. Su irrupción viene a alterar un pacto entre dos grandes partidos que se adversan hasta odiarse, y que costó mucho trabajo acoplar una vez firmados los acuerdos de paz de 1992.
Se le acusa de no presentar propuestas de fondo, de hacer cuestionamientos generales y de no estructurar ideas para el gobierno. Cuestionando la corrupción, que en más de una ocasión ha llegado a la Casa Presidencial de El Salvador, Bukele carga en la mochila a muchos votantes del FMLN, pero parece enfrentado, sobre todo, a Carlos Calleja, el candidato de Arena, que lo sigue, bastante más atrás, en el posicionamiento de las encuestas.
A 13 días de las elecciones y ARENA aún no presenta su Plan de Gobierno.
Pero ellos dicen que son los de las “propuestas”.
Campaña sucia y más campaña sucia, a eso se dedicaron todo este tiempo.
Ahí están los resultados.
— Nayib Bukele (@nayibbukele) 21 de enero de 2019
Bukele es, a los efectos del comportamiento en la red, un conspicuo “retuiteador”. Retuitear es la barra espaciadora, la cita ofrendada, el uso soberano del “doble blanco” en el dominó. Este es, cabe señalarlo, un hábito que marca todo un perfil de conducta en estos espacios, particularmente en la política. La técnica le viene perfecta para evitar salir salpicado. Con el retuit también se habla, pero amparado en lo que dicen otros.
Mientras, de tanto en tanto, deja colocar este tipo de comentarios de carácter circunstancial.
¿Ya vieron la Luna?
Deberían.
— Nayib Bukele (@nayibbukele) 21 de enero de 2019
Luna llena, cielo despejado, Súper Luna y eclipse total lunar. 4 en 1.
— Nayib Bukele (@nayibbukele) 21 de enero de 2019
Estando cerca el día de la consulta (3 de febrero), el escurridizo Bukele administra la ventaja mientras pasan los días, y cada tanto alimenta sus opciones colocando como contrapunto estos “jabs”.
Pongamos el programa en la televisión, junto a toda la familia. Así llegamos a más personas, aún a las que no tienen redes sociales.
Que todo nuestro país sepa la verdad. pic.twitter.com/WW4EyOLbFw
— Nayib Bukele (@nayibbukele) 21 de enero de 2019