Leticia Núñez (ALN).- Expertos consultados por ALnavío sostienen que quien resulte ganador en las elecciones del próximo 4 de febrero “no podrá seguir posponiendo las grandes decisiones” que necesita Costa Rica. Asumirá la Presidencia de un país con el desempleo juvenil más elevado de América Latina, con la desigualdad en aumento y “sin recursos”. Según Juan Carlos Hidalgo, analista del Cato Institute: “El gobierno se quedó sin plata”.
Gane quien gane las elecciones del próximo 4 de febrero en Costa Rica, el reto que tendrá por delante es “enorme”. Así lo ven los expertos consultados por el diario ALnavío. Tanto Ilka Treminio, directora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) en San José, como Juan Carlos Hidalgo, analista del Cato Institute, consideran que la crisis fiscal del país es “profunda” y “necesita respuestas inmediatas”.
Pese a que Costa Rica es uno de los países más estables de América Latina y de mayor solidez en su sistema institucional, la incertidumbre económica se cierne sobre el futuro más inmediato. Al reciente escándalo del Cementazo, una compleja trama de influencias políticas que ha afectado a los tres poderes de la República y ha salpicado al propio presidente, Luis Guillermo Solís, se suma la “delicada” situación fiscal de la nación.
Por ello, Treminio cree que el reto del próximo presidente costarricense es de una magnitud considerable. “El primer mes ya va a tener que ver cómo paga los salarios del sector público. Va a llegar al gobierno sin tener recursos”, sostiene. Algo que también comparte Hidalgo. “El gobierno se quedó sin plata. La deuda pública llega al 50% del Producto Interior Bruto (PIB) y las calificadoras de riesgo empezaron a bajarle la nota crediticia al país. Esto augura que 2018 y 2019 serán los años en los que la crisis se confirme”, recalca el analista.
Según Hidalgo, el gobierno de Luis Guillermo Solís “llegó al poder con una actitud de que el déficit fiscal era un tema ideológico y que el país no tenía mayor problema fiscal y aumentó el gasto de una manera irresponsable en los dos primeros años”. Algo que, a su juicio, “aceleró la delicada situación fiscal del país”. Después, cuando el Ejecutivo terminó aceptando la situación, “el énfasis ha sido aumentar impuestos”, pero “no ha querido entrarle a las reformas de gasto público que son necesarias”, agrega Hidalgo.
En materia comercial, el analista también cree que el gobierno ha tenido una actitud “irresponsable” al incurrir “en medidas proteccionistas absurdas”. La más emblemática para Hidalgo fue la prohibición de importar aguacates de México. “Ha sido un gobierno muy proteccionista. No le dio seguimiento para unirnos a la Alianza del Pacífico”, cita.
La situación se antoja crucial. A ello se suma la previsible fragmentación que habrá en la Asamblea Legislativa, a tenor de lo que reflejan las encuestas.
Según el último sondeo, realizado por la firma OPol Consultores y publicado por la agencia Reuters, Antonio Álvarez Desanti (Partido Liberación Nacional) obtendría un 22% de apoyos frente al 20,7% de Juan Diego Castro (Partido Integración Nacional). En tercer lugar, se sitúa el evangélico Fabricio Alvarado, de Restauración Nacional, con un 18,4% en la encuesta, llevada a cabo entre el 15 y el 18 de enero con 2.800 entrevistas y un margen de error de 1,9%. Los indecisos suman un 44% en el estudio.
“La gente todavía vive en una zona de confort creyendo que somos caros porque somos la Suiza de Centroamérica”
“Si la Asamblea queda fragmentada, el nuevo presidente va a tener más difícil impulsar una reforma sin establecer una coalición de gobierno”, dice Treminio, para explicar: “Por un lado, no tiene dinero. Y, por otro, para resolver eso va a necesitar una ley que permite generar ingresos. Y esa ley sólo va a ser posible con un acuerdo multipartito. Por lo que tiene dos grandes retos”.
Por su parte, Juan Carlos Hidalgo subraya que un país como Costa Rica “sin guerras, que ha tenido una estabilidad política y que no ha tenido desastres naturales importantes, no debería estar satisfecho por el simple hecho de estar mejor que El Salvador y Honduras. Deberíamos compararnos con las grandes ligas”.
En este sentido, el analista del Cato Institute señala que a la situación fiscal “que se está haciendo insostenible”, se agrega la elevada tasa de desempleo juvenil. Según el último Informe Estado de la Región, el 48% de los jóvenes de entre 15 y 24 años están desempleados. Es la cifra más alta de América Latina.
“Se están yendo empresas”
Además, sostiene: “Es un país caro. Pero la gente todavía vive en una zona de confort creyendo que somos caros porque somos la Suiza de Centroamérica. Se están yendo empresas por los altos costos de producir. Entonces la gente cree que esto se soluciona trayendo empresas de mayor nivel tecnológico sin caer en cuenta que el 60% de la población no tiene el título de educación secundaria”.
“El nuevo presidente tendrá que ver en el primer mes cómo paga los salarios del sector público”
Tampoco se olvida Hidalgo del aumento de la desigualdad –dice que Costa Rica es el país de América Latina donde más ha crecido en el último siglo- y que en los últimos 20 años “la pobreza no baja del 20% de la población”.
Todo un conjunto de elementos que obligan, a su juicio, a que el próximo presidente “no posponga las grandes decisiones”.
No obstante, no todo el balance del gobierno de Solís es negativo. Hidalgo destaca el control de la inflación como elemento positivo. “Teníamos una política monetaria dirigida a potenciar la competitividad de las exportaciones mediante un tipo de cambio subevaluado y eso se traducía en altos niveles de inflación. Del 2006 al 2014 fue del 7%. En este gobierno, está en torno al 1%. Rescato el hecho de que el presidente terminó con el subsidio a las exportaciones. Y eso lo ha hecho muy bien”, concluye.