(EFE).- JPMorgan Chase, el principal banco de Estados Unidos, y otras importantes entidades bancarias reportaron este viernes una reducción de ganancias en el año 2022, cuando volvieron a acumular reservas frente a impagos al avistar la recesión.
Pese a unos ingresos acumulados generalmente más altos, favorecidos por las subidas de los tipos de interés de la Reserva Federal, los beneficios anuales fueron en descenso para JPMorgan (-22 %), Bank of America (-14 %), Wells Fargo (-39 %) y Citigroup (-32 %).
Dejando aparte las peculiaridades de cada negocio, el máximo ejecutivo del primer banco, Jamie Dimon, muy seguido en Wall Street, indicó que la economía es «sólida» pero las perspectivas se han deteriorado y espera que el país afronte una «recesión suave» próximamente.
Por eso, la entidad que dirige reservó solo en el cuarto trimestre unos 1.400 millones para pérdidas crediticias, un movimiento que revierte la tendencia de 2021, cuando el sector liberó el dinero apartado para hacer frente a los impagos en la época de cierres por la pandemia, en 2020.
Dimon enumeró en una nota los riesgos, desde la guerra en Ucrania hasta la energía, sin olvidar la inflación y la actuación de los bancos centrales, y reiteró esa visión en la conferencia posterior señalando que el año pasado fue «más débil» que 2019, y que 2023 podría ser peor.
También se oyeron ecos de prudencia ante la recesión desde Bank of America, con su principal ejecutivo Brian Moynihan dando cuenta de «un entorno económico cada vez más ralentizado», y Wells Fargo, cuyo jefe Charlie Scharf está «vigilando el impacto de los altos tipos de interés».
Estas entidades también se anotaron reservas para prepararse ante posibles impagos, que redujeron las ganancias.
PRUDENCIA, PERO GRANDES BENEFICIOS
Aún así, las cifras fueron abultadas: JPMorgan ganó 37.676 millones de dólares tras aumentar la facturación un 6 % interanual, hasta 128.695 millones de dólares, seguido por Bank of America, que ganó 27.528 millones tras incrementar casi el 7 % los ingresos, hasta 95.000 millones.
Citigroup, que no hizo referencias a la coyuntura y aseguró haber cumplido sus objetivos de simplificar la estructura y fortalecer sus áreas de negocio, ganó 14.845 millones con unos ingresos un 5 % más altos, de 75.338 millones.
Y Wells Fargo, lastrado todavía por cuestiones regulatorias y legales tras el escándalo de las cuentas fraudulentas y que recientemente anunció que quitaría peso a su negocio de hipotecas, ganó 12.197 millones con una facturación un 6 % más baja, hasta 73.785 millones.
También fueron en una línea similar los resultados del mayor gestor de activos del mundo, BlackRock, que reportó una caída de beneficios e ingresos anual y vio reducirse un 14 % el tamaño de su cartera, hasta los 8,6 billones de dólares.
«El resumen global de los bancos es que los miedos a la recesión están garantizados y los resultados van a ser decepcionantes este trimestre», dijo en una nota el analista Ed Moya, de la firma Oanda.
Los inversores dieron una acogida mixta a las cifras, que suelen ser interpretadas como un «termómetro» de la economía, y cerca de la media sesión subían JPMorgan (1,2 %), Citigroup (0,6 %) y Bank of America (0,4 %) mientras que caía Wells Fargo (-0,82 %).
Los resultados de la gran banca continuarán el martes -el lunes es festivo en EE.UU.- con las cifras de Goldman Sachs y Morgan Stanley, más dependientes del mercado de inversiones que del consumidor medio, y que probablemente reflejen la mala marcha de Wall Street el año pasado.