(EFE).- El primer lanzamiento del cohete Ariane 6, que llevará una carga todavía por determinar en un concurso abierto por la Agencia Espacial Europea (ESA), se producirá finalmente en el segundo semestre de este año.
Stéphane Israël, consejero delegado de Arianespace, la empresa europea que gestiona ese y otros cohetes, hizo el anuncio este jueves en una conferencia de prensa virtual en la que quitó importancia a los retrasos respecto a la anterior programación, en el segundo trimestre de 2022.
La primera operación con esta lanzadera que vendrá a sustituir el Ariane 5 servirá para poner en órbita pequeños satélites cuyos nombres presentará la ESA una vez que concluya el concurso que ha puesto en marcha entre instituciones científicas y que debería finalizar este mes de enero.
Arianespace tiene ya en su cartera de pedidos once lanzamientos para el Ariane 6, que se añaden a otros cinco para Ariane 5, doce para el cohete ruso Soyuz y ocho para el italiano Vega.
A eso han contribuido los contratos para el lanzamiento de veintidós satélites firmados en 2021, un año en que Arianespace facturó algo más de 1.250 millones de euros (unos 1.400 millones de dólares), lo que supone un incremento del 30 % respecto a 2020.
De hecho, la sociedad europea gestionó el pasado ejercicio una quincena de operaciones con sus diferentes cohetes (Ariane, Soyuz y Vega), cinco más que en 2020, y puso en órbita en total 305 satélites. El lanzamiento que tuvo mayor eco fue el del telescopio espacial James Webb, el pasado 25 de diciembre.
De cara a 2022, Israël avanzó que Arianespace podría llevar a cabo hasta un máximo de diecisiete lanzamientos, gracias a la llegada de Ariane 6 y de la versión de Vega C, aunque insistió en que eso no significa que esa sea la cifra final.
Preguntado sobre el proyecto, impulsado en particular por Francia, para que Europa desarrolle también cohetes reutilizables como los concebidos y explotados por la compañía estadounidense Space X, el consejero delegado de Arianespace consideró demasiado prematuro entrar en cuál será su implicación.
Subrayó que lo que han hecho los países europeos en 2021 es mostrar que hay «una clara voluntad política» para estabilizar los programas del Ariane 6 y de Vega C, con los que se va a «garantizar» el acceso al espacio a Europa.