Redacción (ALN).- Tanto la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, como el secretaro de Estado, Antony Blinken, se han mostrado preocupados por las acciones del presidente, Nayib Bukele, en El Salvador.
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quiere controlar todos los poderes en su país.
En la primera sesión de la Asamblea Legislativa, apenas ocho horas después de ser instituida, los miembros de su partido, Nuevas Ideas, aprobaron la destitución de los cinco magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia y los sustituyeron por jueces afines. En paralelo, el fiscal general, Raúl Melara, fue depuesto por el exfiscal encargado del crimen organizado, Rodolfo Delgado.
El argumento empleado fue que las sentencias tomadas por el Poder Judicial durante la pandemia eran contrarias a la Constitución porque contenían «regulaciones arbitrarias y discriminatorias», y no cumplían «la separación de atribuciones y competencias de los órganos de Estado, en concreto, del Ejecutivo».
A raíz de este movimiento, en Washington saltaron las alarmas.
Por eso este domingo el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, telefoneó al presidente de El Salvador.
«El secretario Blinken ha expresado la grave preocupación del gobierno de Estados Unidos por la decisión de la Asamblea Legislativa de destituir a los cinco magistrados de la Sala de lo Constitucional y ha destacado la importancia de una justicia independiente, esencial para la democracia», informó el Departamento de Estado en un comunicado.
Blinken reiteró que existe «la misma preocupación» por la destitución del fiscal general, Raúl Melara, «quien está combatiendo la corrupción y la impunidad y es un compañero eficaz en la lucha contra el crimen tanto en Estados Unidos como en El Salvador».
Blinken pidió «libertad de prensa, una sociedad civil vibrante y el apoyo al sector privado» para El Salvador. Todo esto, dijo, genera «seguridad jurídica para que el pueblo salvadoreño tenga un futuro de éxito».
La vicepresidenta de EEUU, Kamala Harris, dijo en Twitter que existe una «profunda preocupación por la democracia de El Salvador»
«Un Poder Judicial independiente es fundamental para una democracia sana y para una economía fuerte», explicó Harris.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) también lanzó una advertencia con El Salvador.
Apuntó que el movimiento del Congreso se hizo «sin el debido proceso ni causas específicas constitucionales, lo que pone en riesgo el Estado de derecho».
«Instamos a las instituciones salvadoreñas a respetar la sentencia de la Sala de lo Constitucional que ha declarado ilegítima esta resolución, para garantizar la separación de poderes y el orden democrático», apuntó la CIDH.
El organismo apuntó que instalará una misión especializada para atender la crisis institucional que se ha desatado en el país centroamericano tras la decisión de la Asamblea, que también ha rechazado.
En concreto, la CIDH ha decidido instalar la Sala de Coordinación y Respuesta Oportuna e Integrada para «monitorear y atender esta grave situación que afecta la institucionalidad y los Derechos Humanos en el país».