Antonio José Chinchetru (AN).- Lenín Moreno ha ido marcando distancia con el régimen de Nicolás Maduro desde poco después de suceder a Rafael Correa como presidente de Ecuador. Sin embargo, y aunque con matices no aplicables a Evo Morales, Daniel Ortega y otros pocos, seguía formando parte del cada vez más reducido grupo de gobernantes que se podían considerar amigos del autócrata venezolano. El silencio con el que ha reaccionado ante las elecciones de este domingo está cargado de significado. Aunque evita una crítica directa, no avala unos comicios que sí han sido apoyados por su otrora mentor y actual rival, Correa.
Gran parte de la comunidad internacional, sobre todo en el continente americano, ha hecho pública su postura sobre los comicios celebrados en Venezuela este domingo. Los 14 países del Grupo de Lima, EEUU y la Unión Europea los han rechazado y han negado que tengan legitimidad alguna y que se hayan desarrollado con garantías. China ha pedido respeto a “la decisión del pueblo venezolano” y ha dicho que no pretende interferir en el país. Con excepción del gigante asiático, la práctica totalidad de los aliados del chavismo han felicitado a Nicolás Maduro por el resultado electoral. La excepción es Ecuador. Lenín Moreno, que hace tiempo comenzó a marcar distancia, ha guardado un silencio muy significativo.
Para un Maduro necesitado de todos los apoyos internacionales que pueda recabar, el silencio de Moreno supone un duro golpe. No es una denuncia explícita, pero tampoco concede legitimidad alguna a las elecciones. Quien sí ha avalado los comicios a favor del autócrata venezolano al participar en ellos como observador es Rafael Correa. Correa, que sin matiz alguno situó a Ecuador como uno de los grandes aliados de la Venezuela chavista, está duramente enfrentado a su antiguo vicepresidente y actual jefe de Estado prácticamente desde que Moreno asumiera la Presidencia de Ecuador (Ver más: Las cinco materias en las que Lenín Moreno ha marcado distancia con Rafael Correa). Este puede ser un factor por el que Moreno aún no se ha pronunciado sobre el triunfo de Maduro.
Al margen de las claves internas ecuatorianas, el distanciamiento de Moreno con respecto a Maduro no es ninguna novedad
Al margen de las claves internas ecuatorianas, el distanciamiento de Moreno con respecto a Maduro no es ninguna novedad. En agosto del año pasado, cuando la represión de cuatro meses de protestas había provocado ya 120 muertos y unos 5.000 heridos, Moreno dijo que era “preocupante la situación que atraviesa nuestra querida hermana República Bolivariana de Venezuela” (Ver más: Evo Morales es el único respaldo incondicional de Nicolás Maduro en Suramérica). Añadió que “por encima de todo derecho, por encima de cualquier postura ideológica o política, la vida es sagrada e intocable, la muerte de seres humanos es un hecho que debemos lamentar y rechazar enérgicamente” y expresó su preocupación “por la cantidad de presos políticos”.
En diciembre de 2017 volvió a expresarse en términos similares, en esta ocasión en un acto celebrado en la Casa de América de Madrid. En el evento sostuvo, refiriéndose a Venezuela, que “es evidente, tenemos la sensación de que hay demasiados presos políticos y muchos muertos, más de 100 ya son bastantes”. Que Maduro no podía contar con Moreno entre sus aliados incondicionales quedó patente a finales de febrero, cuando el entonces subsecretario de Estado de EEUU, Thomas Shannon, visitó Ecuador. En su encuentro con el presidente del país latinoamericano, Shannon le agradeció la abstención ecuatoriana en una votación sobre Venezuela en la OEA, por considerar que significaba un “mensaje fuerte” al régimen chavista sobre “la necesidad de que encuentre una manera de presentar elecciones confiables, donde el pueblo venezolano y la oposición venezolana puedan participar”.
Ante la celebración de la Cumbre de las Américas, que se desarrolló en Lima del 13 al 14 de abril, Ecuador estuvo entre los países que sostuvieron que Venezuela debía estar invitada a la cita, algo que no ocurrió. Sin embargo, Moreno evitó incluso en ese momento salir en defensa de Maduro. En todo momento argumentaba a favor de un diálogo entre el régimen y la oposición para buscar una salida pacífica a la crisis que vive el país.