Daniel Gómez (ALN).- Luis Guillermo Solís apuesta por el diálogo como solución al conflicto venezolano. También alertó sobre la relación con Nicaragua, un país que experimenta un rearme “incomprensible”. Según el mandatario, esto no tendrá que ver con ellos, sino con otras naciones con las que experimentan conflictos más graves. Luis Guillermo Solís, presidente de Costa Rica, se mostró inquieto por la situación que acecha a Venezuela. “Nos preocupa el deterioro de la política, de lo que pasa en las calles y los muertos que suman. Un golpe de Estado sería una tragedia porque colocaría al país al borde de una guerra civil”. Para evitarlo, el mandatario se acoge a lo propuesto por la Organización de Estados Americanos (OEA).
Este organismo, a través de una declaración firmada por 20 países, llama al diálogo entre el Gobierno y la Asamblea Nacional controlada por la oposición. “Esta es la única salida que contempla Costa Rica”, afirmó Solís. Por este motivo, tildó de “deplorable” la decisión que el Ejecutivo de Nicolás Maduro tomó el pasado 29 de abril, cuando abandonó y desoyó a la OEA.
Estas declaraciones se producen en el primer acto protagonizado por el mandatario tico en su viaje de Estado a España, programado para este lunes y martes. Sobre Venezuela no añadió nada más, no así sobre Nicaragua. Las relaciones entre Costa Rica y el país vecino no gozan de buena salud. Ni ahora ni en el pasado.
Nicaragua realiza ejercicios combinados con la flota rusa
El rearme armamentístico de Nicaragua
En 2011 el gobierno de Daniel Ortega ordenó la invasión militar de un espacio de la frontera que consideraba suyo. Este conflicto, resuelto en los tribunales, se decantó a favor de Costa Rica en 2015, cuando una sentencia de la Corte Internacional dictaminó que la frontera tica fue violentada por Nicaragua.
Con este altercado en la historia reciente, Luis Guillermo Solís señaló como “incomprensible” el rearme que está experimentando el país vecino. “Se ha reiniciado un proceso armamentístico con ejercicios combinados con la flota rusa, por ejemplo, en aguas territoriales nicaragüenses”.
No obstante, piensa que esto no tiene que ver con Costa Rica, sino con otros países de la región con los que las relaciones son más tensas. Como nota positiva destacó las relaciones entre el pueblo costarricense y el nicaragüeño. “Aunque el clima político sea frío, el intercambio humano no lo es”, matizó.
Lo que Luis Guillermo Solís sí entró a cuestionar es el sistema político de Daniel Ortega, en línea con el de Nicolás Maduro en Venezuela. “Compartimos modelos muy diferentes y eso es lo que tensa nuestras relaciones”, sentenció.