Daniel Gómez (ALN).- Alberto Fernández, presidente de Argentina, ya está volando a Europa. Visitará cinco países en una semana. El próximo martes estará en Madrid, donde lo recibirá el presidente español, Pedro Sánchez, esta vez vez en calidad de mandatario ya que en septiembre se reunió con él pero cuando todavía era candidato. Aquí el tema clave será la confianza. Trasmitir confianza. A los empresarios. Al gobierno. Confianza porque su Ejecutivo tendrá las cuentas en orden.
Alberto Fernández, presidente de Argentina, busca apoyos en Europa para la renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI). De ahí que en una semana visite Roma, Berlín, Madrid y París.
Ya el mandatario está volando hacia Europa. Aterrizará en Roma sobre las seis de la tarde, pero el primero punto de la agenda es una reunión con el Papa Francisco en Ciudad del Vaticano el viernes en la mañana. De hecho, pasará la noche en la Santa Sede.
Además de una audiencia con el Papa, Alberto Fernández ofrecerá una rueda de prensa conjunta y mantendrá reuniones con otras autoridades del Vaticano, como el secretario de Estado, Pietro Parolín.
No ha trascendido el contenido de la reunión con el Papa, pero sí uno de los objetivos: que el encuentro se prolongue más de 22 minutos, que fue lo que duró el que mantuvieron Francisco y el expresidente Mauricio Macri en 2016.
Luego de la visita al Vaticano, se desplazará a las audiencias con el presidente de Italia, Sergio Mattarella, y con el primer ministro y jefe de Gobierno, Giussepe Conte. Ahí Fernández presentará sus planes para Argentina y la necesidad de recabar apoyos para la restructuración de la deuda con el FMI, esos 56.000 millones de dólares que en las condiciones actuales el gobierno no puede pagar.
Retomará la agenda el lunes 3 de febrero. Irá a Berlín a reunirse con Angela Merkel, canciller de Alemania. El objetivo principal sigue siendo el mismo: recabar apoyos para la negociación con el FMI. Y de igual modo ocurrirá en España. El martes, día 4, tiene prevista la reunión con el presidente, Pedro Sánchez.
Con el mandatario español hablará del Fondo, pero sobre todo de confianza. De la confianza que quiere trasmitir con su gobierno. Ya lo hizo en septiembre de 2019 cuando visitó Madrid, siendo todavía candidato, pero claro favorito para ganar las elecciones presidenciales de octubre tal como ocurrió. En aquella ocasión se reunió con grandes figuras del Ibex 35. Con la presidenta del Banco Santander, Ana Botín; con ejecutivos de BBVA, Mapfre, Repsol, cuya actividad en Argentina fue expropiada por la vicepresidenta de Fernández, Cristina Fernández de Kirchner en sus años en el gobierno. También se reunió con Pedro Sánchez.
Otro punto será el FMI y Venezuela, tan en boga en España por la visita de Juan Guaidó a Madrid y la polémica de la vicepresidenta de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, en el aeropuerto de Barajas.
En entrevista al diario ALnavío en noviembre, el investigador principal para América Latina del Real Instituto Elcano, Carlos Malamud, comentó que “Venezuela no será una condición para renegociar el acuerdo con el Fondo. Pero la actitud de Argentina con Venezuela y otros problemas internacionales despertará una posición más entusiasta o menos entusiasta por parte de EEUU e incluso de Europa”.
Además, Alberto Fernández y Pedro Sánchez tienen un mandato común de Washington: negociar con Nicolás Maduro. En una entrevista concedida al diario argentino Clarín, Elliott Abrams, enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, dijo que Fernandez, Sánchez y otros políticos como el presidente, Andrés Manuel López Obrador, y el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, tenían que convencer a Maduro de que facilite unas elecciones.