(EFE).- La actriz estadounidense Meryl Streep recibió este viernes de manos de la princesa Leonor de España la insignia como galardonada con el Premio Princesa de Asturias de las Artes, en un acto previo a la entrega de los galardones en el Teatro Campoamor de la ciudad española de Oviedo (norte).
Junto a Streep, la heredera al trono de España entregó la insignia al resto de los premiados, entre los que destacan el escritor japonés Haruki Murakami o el atleta keniano Eliud Kipchoge.
Los galardonados, junto a sus acompañantes, desfilaron ante la familia real – los reyes de España, Felipe VI y Letizia, y la infanta Sofía, además de su hermana Leonor.
Meryl Streep recogió la distinción acompañada de su hermano.
Meryl Streep, Premio Princesa de Asturias de las Artes, hablando de Federico García Lorca en su discurso. Qué más se le puede pedir a la vida. pic.twitter.com/3p4NSv8voY
— Dulce María Ramos (@DulceMRamosR) October 20, 2023
Las palabras de Meryl Streep
Meryl Streep reivindicó el «don de la empatía» como forma de «acercamiento y diplomacia» en un mundo «cada vez más hostil y volátil» y la relevancia de que la sociedad haga suya la regla que enseñan a todos los intérpretes: «Lo importante es escuchar».
Así lo afirmó durante la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, que Streep recibió hoy en la categoría de las Artes por su «honestidad y responsabilidad» a la hora de elegir sus trabajos «al servicio de narrativas inspiradoras y ejemplarizantes».
«El don de la empatía es algo que todos compartimos. La misteriosa capacidad de sentarnos juntos, extraños en un teatro o cine a oscuras, y experimentar los sentimientos de personas que no se parecen a nosotros ni suenan como nosotros, es una capacidad que todos deberíamos llevar dentro de nosotros al volver a la luz del día», aseguró la actriz.
La intérprete más veces nominada a los Óscar y a los Globo de Oro de la historia reiteró que la empatía es el «corazón palpitante del don del actor», y es la corriente que lo conecta con un personaje de ficción.
«Es más fácil estar conectado emocionalmente con la vida de personas parecidas a nosotros. Pero siempre me he sentido impulsada también a comprender ese otro instinto, contraintuitivo, que nos lleva a interesarnos por los extraños, esa capacidad imaginativa que tenemos para seguir las historias de personas ajenas a nuestra tribu como si fueran nuestras», añadió.
La protagonista de grandes clásicos, como «The Bridges of Madison County», o «Out of Africa», reconoció que le han criticado por alejarse demasiado de su propia verdad e identidad, tras lo que aseguró que su trabajo consiste en «invadir y encarnar vidas» que no son como la tuya.
En este sentido, comentó que la parte más importante de un actor es hacer que cada vida «sea accesible y sentida por el público que está sentado en un pequeño teatro de Málaga (España) o por ‘streaming’ en cualquier parte del mundo».
«Una regla que se enseña en las escuelas de arte dramático es que no debes juzgar al personaje que estás interpretando. El compromiso que adquieres cuando te pones en su lugar es mirar el mundo desde el interior de su cabeza», dijo la actriz en un discurso en el que hizo mención al pintor español Pablo Picasso y a la actriz, también española, Penélope Cruz.