Antonio José Chinchetru (ALN).- Ángel Rivero, profesor de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Madrid, considera que el populismo es un “incendio” con origen histórico en América que “de alguna manera se ha extendido a todo el continente europeo”. Sostuvo esta tesis en la presentación del libro ‘Geografía del populismo’, en la que participaron otros autores que han colaborado en la obra, como Javier Zarzalejos, Josep Piqué y Nicolás Redondo Terreros.
La amenaza populista ha amainado, pero sigue muy presente. Esa fue una de las ideas centrales de la presentación del libro Geografía del populismo, editado por la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), que tuvo lugar en Madrid la semana pasada. En el acto participaron como ponentes Javier Zarzalejos, director de FAES; Nicolás Redondo Terreros, exsecretario general del Partido Socialista de Euskadi-PSOE; Josep Piqué, quien ocupó varios ministerios en los gobiernos de José María Aznar; y Ángel Rivero, profesor de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Madrid.
Zarzalejos sostuvo: “Si hace unos meses la percepción del populismo era peor que la realidad del populismo, ahora podríamos estar cayendo en la distorsión contraria”. Y advirtió: “Si bien la ola populista ha perdido impulso, la marea sigue estando muy alta”. Piqué coincidió en esta idea: “En Europa hemos pasado un año en el que hemos vivido peligrosamente, porque hemos estado pendientes de contiendas electorales que no sólo ponían en riesgo el concepto de democracia representativa y la filosofía política que ha estado detrás de la reconstrucción política de Europa después de la II Guerra Mundial y después del trauma de los totalitarismos, sino que ponían en riesgo fundamentalmente el proyecto político europeo”. Añadió: “Creo que hemos salvado los muebles”.
Rivero: “Esta epidemia populista es de unas dimensiones sobresalientes”
Ángel Rivero, coordinador de la obra (escrita por autores españoles y latinoamericanos), sostuvo que el populismo “es un incendio que históricamente se originó en América, también en algún sitio más, y de alguna manera se ha extendido a todo el continente europeo”. Dijo además que “esta epidemia populista es de unas dimensiones sobresalientes”.
Piqué dijo al respecto: “América Latina ha sido pasto de todo tipo de populismos en su historia relativamente reciente, en los últimos 100 años, y en estos momentos el fenómeno está bastante delimitado y limitado, y además con resultados que no invitan a su emulación”. Haber superado este fenómeno es, según él, “un buen ejemplo de madurez de las sociedades latinoamericanas”.
Contra la democracia y el pluralismo
Todos los autores reflexionaron sobre el abuso, para pervertirlo, del concepto de democracia que hacen los populismos. Rivero declaró: “El populismo, en el nombre de la democracia, vacía las instituciones democráticas y tiene una deriva autoritaria”. Para Piqué: “Cuando ponemos adjetivos a la democracia, suele acabar mal. Y cuando se pide ‘democracia real ya’”, en referencia al 15-M, “la pregunta más inmediata es: ¿y eso qué quiere decir?”.
Redondo Terreros: “Es una especie de núcleo ideológico difuso que se puede combinar con casi cualquier ideología”
“Cuando están en la oposición”, afirmó Redondo, “en general son hiperdemocráticos, y cuando llegan al gobierno tienen unos tics autoritarios que sólo están limitados por la fortaleza de la sociedad civil y por la fortaleza de las instituciones”. En este sentido, añadió: “Es una especie de núcleo ideológico difuso que se puede combinar con casi cualquier ideología: con el nacionalismo, con el comunismo, con el socialismo… Y la combinación es la que da el ataque al elemento básico de la Ilustración y de nuestra forma de vivir y de convivir, que es la razón”.
En opinión del expolítico vasco: “El populismo va en contra de las minorías, de la pluralidad interna de los países, porque quiere establecer ese vínculo casi religioso, transcendental del líder con el pueblo. Casi no importa el programa, cada uno de ellos ha tenido un programa diferente, es la relación entre el líder y el pueblo”. Habló del caso de Juan Domingo Perón en Argentina: “Todo va dirigido al enaltecimiento cuasi religioso del líder, estableciendo una relación directísima, exclusiva, del líder con el pueblo, con una intermediaria que era Eva Perón”.
Redondo Terreros también dijo: “El único hecho político relevante para el populismo es la confrontación entre amigo y enemigo. Todo lo demás sobra, perturba, confunde. Es un poco dirigido por el ideólogo y jurista del nazismo Carl Schmitt. La dialéctica es amigo-enemigo, gente-casta, pueblo-élite”. Rivero sostuvo al respecto que esto “hace que el pluralismo dentro de la sociedad se convierta en una lucha entre amigos y enemigos”.
“Como ‘la gente’ no es el votante, sino quien yo considero que es ‘la gente’, y tengo la única capacidad de interpretación”, explicó Piqué, “pongo en cuestión las propias instituciones democráticas y representativas”.
Corrupción y populismo
Piqué sostuvo que para combatir el populismo es necesario “recuperar el vínculo afectivo, que se ha deteriorado enormemente, entre las instituciones democráticas y los ciudadanos libres”. Y añadió: “No sólo ha sido la crisis económica. Hay algo que ha afectado enormemente a la ruptura de ese vínculo afectivo entre ciudadanos e instituciones democráticas, que es la corrupción. Y, sobre todo, la percepción de que no se ha combatido suficientemente la corrupción. Ni digo la realidad, digo la percepción”.
Piqué: “No conozco ningún régimen populista que no sea profundamente corrupto”
Rivero señaló que “combatir el discurso contra la corrupción frente al populismo es difícil, porque en la visión populista maniquea, donde sólo hay una voluntad legítima, que es la del pueblo, que es representada por los populismos, los que no participan de esa visión populista son necesariamente corruptos. No es tanto que se demuestre la corrupción, es que lo son”. El profesor de Ciencia Política continuó: “El enemigo político es señalado necesariamente como corrupto, porque representa un interés particular en vez de representar el único interés político, que es el del pueblo que el populismo quiere encarnar en sus políticos”.
“Las malas prácticas de los políticos populistas”, apuntó, “son negadas por el esquema maniqueo de que hay unos buenos y necesariamente unos malos”. En relación con esto, Piqué dijo: “Donde la corrupción está absolutamente instalada en el funcionamiento institucional y en toda la instrumentación y puesta en práctica del poder político, es en los regímenes populistas. No conozco ningún régimen populista que no sea profundamente corrupto. Ni a lo largo de la historia ni en los momentos presentes”.