María Rodríguez (ALN).- Rafael Alba acaba de fundar en España la discográfica ‘Malvadas Ardillas’ para acoger artistas con discursos nuevos y reflexivos. El nombre del sello se debe a estos animales “impredecibles” y “un poquito más malignos de lo que nos parecen”.
Nació en Córdoba (España) “por accidente”, pero se considera madrileño. Rafael Alba es compositor [del grupo ‘Las Dos en Punto’, donde trabaja codo a codo con su mujer y su hija], productor, manager, escritor, periodista, director artístico, activista y hasta empresario. Cubrió información económica en los portales Cuba Económica, América Economía y El Boletín, adonde llegó de la mano de Carlos Humanes, “un periodista económico fundamental, extraordinario”, recuerda el compositor.
Ahora, muchas de las facetas profesionales que describen a Alba se aúnan en el sello discográfico que acaba de fundar: ‘Malvadas Ardillas’. ALnavío charla con este hombre polifacético sobre el estado de la industria musical, la cultura en general y los lazos de ida y vuelta entre España y Latinoamérica. Todo ello antes de la presentación oficial de la discográfica, que se celebra este lunes 3 de julio en la capital española.
– ¿En que faceta profesional se siente más seguro?
– Todas vienen del mismo punto: la pasión por la comunicación, la cultura y el arte. Al final quizá sea más periodista que ninguna otra cosa. Siendo periodista de espectáculos descubrí que, en la prensa en castellano, quizá por cómo somos en el ámbito hispano, hay mucha reticencia a hablar de dinero, sobre todo del dinero de la cultura. Es algo como sagrado. En cambio, en la anglosajona se habla tranquilamente de la financiación de las películas y de lo que gana cada uno.
“España ha hecho una dejación real de la cultura hispana. Nos hemos olvidado de algo tan sencillo como la potencia iberoamericana”
– ¿Por qué cree que en la cultura hispana es más difícil hablar de dinero?
– Parece que nos da un poco de vergüenza que alguien pueda conseguir hacerse rico gracias al impacto que tiene su trabajo con los demás, o al deseo que tienen los demás de pagarle para que siga trabajando. Quizá por nuestra educación católica u otras cuestiones, de dinero no se habla o se habla poco.
– Considera que existe una falta de conexión entre Latinoamérica y España. ¿A qué se debe?
– España ha hecho una dejación real de la cultura hispana. Se ha separado de ella, hemos querido ser más europeos que nadie y nos hemos olvidado de algo tan sencillo como la potencia iberoamericana. Este año me he alegrado mucho de que haya ganado Portugal [Eurovisión] con una canción en portugués, que además muestra las raíces culturales de la bossa nova, de los grandes movimientos de ida y vuelta entre Latinoamérica y España.
– Entrando en temas de actualidad, ¿cree que vuelve a existir un enfriamiento entre Cuba y Estados Unidos?
– Ese enfriamiento es un poco teatral. La realidad es que las empresas estadounidenses están más activas allí y el turismo estadounidense sigue fluyendo. Además, Donald Trump y los Castro se necesitan. Si un día Estados Unidos levantase el bloqueo, el sistema castrista no sabría qué hacer porque ha justificado todas sus carencias con el bloqueo. Por eso, creo que Cuba y EEUU con Trump se van a entender muy bien. Probablemente mucho mejor que con Obama, porque en cualquier momento les podía hacer un siete, es decir, levantar el bloqueo y eso es lo último que [los Castro] de verdad quieren.
– ¿Qué piensa de la crisis que está viviendo Venezuela?
– El chavismo, con Hugo Chávez, tuvo la justificación de ganar las urnas. Eso no ha pasado con Nicolás Maduro. Creo que, en la situación actual, la única solución es que el chavismo reflexione y vuelva a los fundamentos democráticos que tuvo alguna vez. Aunque no soy un gran admirador de Hugo Chávez, hay que reconocer que ganó siempre las elecciones y eso tampoco lo podemos olvidar. Es necesario el diálogo, que se entiendan y que el chavismo deje de considerar a las instituciones del Estado democrático como una propiedad privada.
“En Venezuela es necesario diálogo y que el chavismo deje de considerar a las instituciones del Estado democrático como una propiedad privada”
– Cómo ayuda la música a hacer prosperar una cultura, una sociedad…
– Siempre es bueno mirar mucho al enemigo y aprender de él. EEUU domina el mundo gracias a la cultura. EEUU es el dólar y Hollywood, donde confluyen todas las ideologías políticas. Y da igual cómo esté el dólar, más o menos fuerte. Sus películas se van a ver en todo el mundo. Van a vender lo que quieren y donde quieran. Defender una cultura es defender el comercio, el sistema político y unos valores. Si no se hace, se está perdiendo la batalla política, económica y comercial.
– En unos días saldrá a la venta la biografía de Eliseo Parra, escrita por usted.
– Eliseo Parra es un músico absolutamente único en España. Ha supuesto lo que para la cultura anglosajona supusieron unos Led Zeppelin, que reconvirtieron y electrificaron el blues y la música más ancestral para llevarla hasta el rock and roll. Eliseo ha hecho algo así con la música tradicional española [jotas con instrumentos eléctricos y hard-rock]. Más que recomendar mi biografía, recomendaría al mundo entero escuchar los discos de Eliseo Parra. En realidad, he escrito el libro por eso.
“Da igual cómo esté el dólar, más o menos fuerte. Las películas de EEUU se van a ver en todo el mundo”
– ¿Por qué fundó un sello discográfico? ¿Por qué llamarlo ‘Malvadas Ardillas’?
– Por la idea de que las ardillas son animales impredecibles y pensamos que un poquito más malignos de lo que nos parece. En él queremos recoger a artistas que tengan esta capacidad de reportar discursos nuevos, de reflexión y atractivos en lo artístico y darles la oportunidad que no les están dando las grandes discográficas. En la presentación oficial [en la Sala Galileo de Madrid] estarán nuestros dos primeros artistas, Andrés Sudón con su quinto disco, Dudas Pop [la portada de este CD es una pintura de David Partida], y Marta Plumilla, una artista muy especial, que mezcla el teatro con la filosofía y con la música pop.
– “No os conforméis con la música prefabricada. Hay otras opciones”, es una frase suya.
– A quien me dirijo con esas palabras es a ese consumidor cultural que está dormido, que se conforma con los playlist de Spotify y que no se da cuenta de que las recomendaciones de Youtube le van a dar más de lo mismo. Compañero, hay otras músicas, te van a gustar más y ‘Malvadas Ardillas’ te va a dar unas pocas.