Reinaldo Iturbe (ALN).- La coalición dominante en la oposición controlada por Juan Guaidó ha rechazado el futuro nombramiento de los rectores del Consejo Nacional Electoral, sin plan a la vista para enfrentar la pérdida de los pocos espacios de poder de los que dispone en gobernaciones y alcaldías.
En una sesión ordinaria de la Asamblea Nacional electa en 2020 celebrada en el Palacio Federal Legislativo (centro de Caracas), el presidente de la máxima instancia legislativa, Jorge Rodríguez, recibió por parte del Comité de Postulaciones Electorales una lista de 103 candidatos a sustituir a las actuales autoridades del Consejo Nacional Electoral (CNE), designadas en 2020 por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) luego de declarar en “omisión legislativa” a la Cámara que controlaba la oposición.
En la lista de 103 “elegibles” hay algunas figuras abiertamente identificadas con la oposición, como el periodista Eugenio Martínez y el ingeniero Roberto Picón.
La entrega de la lista final se había retrasado por el brote de coronavirus y el período de objeciones a los postulados. En una primera etapa, fueron presentados 114 nombres. Tras las “objeciones”, la lista se redujo a 67, explicó el presidente del Comité, Giusseppe Alessandrello, según cita de medios locales.
Una extensión en el lapso de postulaciones permitió la inscripción de nuevos aspirantes, elevando la cifra final de “elegibles” a 103.
Según Jorge Rodríguez, presidente del Parlamento y pieza clave del oficialismo, en 10 días serán escogidas las autoridades del Consejo Nacional Electoral, camino de los comicios de gobernadores y alcaldes que posiblemente, sean llevados a cabo en diciembre de este año, lo que Nicolás Maduro ha llamado “megaelecciones”.
Pero la coalición opositora, dominada por Juan Guaidó, reiteró el lunes que la escogencia de los nuevos rectores es “nula”, tras no reconocer la legitimidad del Comité de Postulaciones ni a la Asamblea Nacional. De hecho, la oposición mayoritaria decidió extender el mandato de la anterior legislatura (“continuidad constitucional”) aduciendo que las elecciones convocadas para renovar el Poder Legislativo eran también ilegítimas.
Los partidos agrupados en torno a Juan Guaidó, cuyas tarjetas han sido usurpadas por exmilitantes de esas toldas amparados por el Tribunal Supremo de Justicia, firmaron un pacto hace pocos días en el que reafirmaron el “compromiso” para alcanzar “elecciones justas” en el país y reorganizar a la coalición, visiblemente fracturada y disminuida tras el fracaso del mantra del “cese de la usurpación” de Nicolás Maduro. El pacto, en realidad, es una reedición de pactos firmados en 2020.
De cualquier manera, el chavismo escogerá a las nuevas autoridades del Consejo Nacional Electoral y procederá a convocar a elecciones, tal como ocurrió en años precedentes, sin que la oposición pudiera evitarlo. El problema de la oposición sigue siendo el mismo: no tener un plan a la vista para enfrentar la pérdida de los pocos espacios de poder de los que dispone en gobernaciones y alcaldías.