María Rodríguez (ALN).- El plan de la familia chilena al entrar en un Popular colmado de incertidumbre se dirigía a conseguir “una rentabilidad en el muy corto plazo”, apunta Alejandro Núñez, analista de XTB. A esta estrategia especulativa pudo ayudar la valoración de 5.500 millones de euros que hizo BBVA en noviembre.
El grupo Luksic, que se hizo en mayo con el 3% del ya vendido Banco Popular y que calificó la resolución de “arbitraria”, no tenía la intención de permanecer en la entidad por mucho tiempo. Al menos eso es lo que manifiestan analistas como Alejandro Núñez, de XTB, que, en declaraciones al diario ALnavío, ve claras las intenciones de la familia chilena cuando entró en un Popular colmado de incertidumbre: “Especulación pura y dura”. E insiste: “Lo que querían era eso. De un día para otro sacaban una rentabilidad del 10% al 25% y a partir de ahí, con el nuevo banco [porque la venta era una de las opciones más probables] negociar el porcentaje accionarial y vender su parte”.
Y es que, con “un valor que lleva años cayendo en Bolsa”, Núñez no ve otra explicación. José Luis Herrera, de CMC Markets, también apunta a la especulación como “un motivo más que poderoso” para entrar en Popular. “Durante mucho tiempo se barajó como muy válida la opción de que el banco sería adquirido por la competencia y eso incitó a grandes inversores a posicionarse”.
José Luis Herrera, de CMC Markets, también apunta a la especulación como “un motivo más que poderoso” para entrar en Popular
“¿Les ha salido mal? Por supuesto”, recuerda Núñez. La familia chilena perdió 90 millones de euros (aproximadamente 100 millones de dólares) en un mes. “No hicieron el estudio bien, tampoco las cuentas de resultados del Popular eran claras, como se ha demostrado al salir a la luz activos inmobiliarios del banco valorados en más de 1.000 millones de euros (1.115 millones de dólares), y el riesgo era muy elevado”, explica Núñez. En definitiva, “el gran desconocimiento les ha pasado factura. El único objetivo era especulación y sacar una rentabilidad en el muy corto plazo”, sentencia.
Andrónico Luksic, cabeza del Grupo chileno, admitió en su cuenta de Twitter que “no siempre se gana, las inversiones tienen riesgos” y que, por ende, “forma parte de la vida”. Aun así, insiste en que el grupo chileno está analizando una posible apelación “a este inédito mecanismo aplicado por el Banco Central Europeo”, convencido de que el Popular “tiene valor”.
1. No siempre se gana, las inversiones tienen riesgos. La empresa está analizando posible apelación, convencida de q el Banco tiene valor.
— Andrónico Luksic C. (@aluksicc) 7 de junio de 2017
A esta posible estrategia especulativa pudieron ayudar las valoraciones de los dos grandes bancos españoles que estaban detrás del Popular: BBVA y Santander. En noviembre, cuando la salida de Ángel Ron como presidente de la entidad estaba cerca, BBVA cifró el valor de Popular en 5.500 millones de euros (6.132 millones de dólares), según pudo confirmar el diario El Independiente en abril y tal como reiteró Ron en una entrevista en ese mismo portal publicada este jueves. “Santander lo valoró en una horquilla muy amplia: entre 4.000 millones de euros (4.459 millones de dólares) y 11.000 millones de euros (12.264 millones de dólares)”, recuerda Núñez, “pero Ron no llevó al comité de dirección ninguna de las dos ofertas”, añade el analista.
“Esa misma semana hubo una revalorización de la cotización de Popular. Efectivamente hay fondos de inversión que entraron en ese momento, pero es imposible saber si estos fondos tenían relación con alguna de las entidades [BBVA y Santander]”, explica Núñez. “Estos fondos se pudieron posicionar bajistas en el valor y toda la posición que ellos [los fondos] tenían la ganaron invirtiendo a la baja”, apunta, aunque insiste en que todas las negociaciones vinculadas a esta “manzana podrida”, por el Popular, fueron opacas.
Herrera, por su parte, señala que no solamente la oferta de BBVA en noviembre empujó a pequeños y grandes inversores a entrar en Popular. También lo hicieron “los diversos representantes de diferentes organismos de supervisión e incluso políticos que se han encargado de transmitir una imagen de tranquilidad que se ha demostrado que no era fiel a la realidad”, subraya, haciendo referencia a la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) y a declaraciones del ministro español de Economía, Luis de Guindos.
“El desconocimiento les ha pasado factura [a los Luksic]. El único objetivo era especulación y sacar una rentabilidad en el muy corto plazo”, explica Núñez
Borja Rubio, jefe de brokers en España de Orey Financial, se desmarca de las opiniones de Herrera y Núñez. “No creemos que la noticia sobre la posible compra de Popular por parte de BBVA impulsara a grandes inversores a entrar en el valor”, señala Rubio y se centra en lo que desde esta casa de analistas consideran el principal problema de Popular: “La mala gestión de la situación”. Rubio insiste en que esto “hizo que [el Popular] se quedara sin liquidez y que tuviese que buscar una solución de urgencia, no llegando a realizar una valoración realista de la solvencia del banco para conocer con exactitud la necesidad de capital y así poder barajar otras opciones”.
Con la venta de Popular a Santander por un euro, los accionistas y bonistas perdieron el 100% de la inversión. Los afectados ya están presentando las primeras demandas. No obstante, el Santander está estudiando compensar a los pequeños accionistas que fueron a la ampliación de capital de Popular de hace un año.
El Eurogrupo consideró este jueves “exitosa” la venta de Popular. Esta resolución sigue el camino indicado por el Banco Central Europeo (BCE) de reducción del número de entidades financieras en España, por lo que, según Núñez, otras entidades acabarán siendo adquiridas o fusionadas por las dos más grandes. Con la operación del Popular, “el Santander consigue el mercado de pymes y a BBVA le han quitado la novia, pero buscará otra para competir en el negocio”, concluye el analista.