Juan Carlos Zapata (ALN).- Donald Trump quiere proteger a las empresas del fracking petrolero. Pero la realidad le señala a Trump que las buenas intenciones no bastan. El mercado entró en una dinámica, en un desafío, dentro de todos los retos que afronta Trump, de alta factura y altos costos.
Donald Trump quiere ayudar. Pero la realidad del escenario petrolero es que:
-La demanda cae en 30 millones de barriles diarios.
-Las empresas no pueden parar la producción de petróleo para no afectar los pozos.
-Los inventarios están llenos, los tanques rebosan, y no hay donde guardar el crudo.
-La crisis económica se va a extender, no va a haber recuperación en V, por lo que la demanda seguirá contraída.
Este martes aquí en exclusiva analizamos que la debacle del lunes, la que envió al subsuelo el precio del petróleo de Estados Unidos, no tenía que ver con el WTI de producción tradicional sino con la industria del fracking. Hoy, la prensa del mundo está abocada sobre este punto, asume que lo del fracking ha sido una burbuja y reconocen que está estallando. Señalan los analistas, en resumen, que:
-La deuda de las empresas del fracking suma más de 100.000 millones de dólares.
-Esa deuda es con bancos con nombre y apellido: Wells Fargo, Bank Of America, City Group y JP Morgan.
-Las empresas del fracking ya venían confrontado problemas de impago desde 2019.
-En verdad el sector no era tan rentable como se hacía creer.
-Pero las empresas levantaban fondos en los bancos y la Bolsa.
-En los últimos 10 años acumularon flujos de caja negativos por encima de los 250.00 millones de dólares.
-Ya no hay inversionistas que quieran tomar riesgos en el sector.
La consecuencia de todo este escenario es más incertidumbre. Y esta se coloca ahora en la situación de los bancos. El FMI que sitúa la crisis generada por el coronavirus en niveles de la Gran Recesión de 1929, había emitido algunos llamados para evitar el contagio de los bancos. Los especialistas comienzan a mostrar sus temores en este sentido. El temor de una crisis financiera. Ello explica por qué Trump intenta contrarrestar los miedos, anunciando que “nunca dejaremos que caiga nuestra Gran industria del gas y el petróleo”. También dice que ordenó diseñar un plan en ese sentido, y que el gobierno comprará 75 millones de barriles de petróleo destinado a las reservas estratégicas. Los expertos dicen que esto ayuda pero no tanto.