Daniel Gómez (ALN).- Rectificó. Pero no lo hizo ahora, sino que lo viene haciendo desde hace casi un año. Pablo Iglesias, líder de Podemos, ya dijo que muchas decisiones y actuaciones del chavismo son “absurdas”. Son “pésimas”. Como el rentismo petrolero, la corrupción y el “no pactar con la oposición un modelo de país”. ¿Una estrategia electoral? Eso dicen a ALnavío los analistas. También es que Iglesias madura. Que aspira a la Presidencia de España.
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, reconoció que la situación en Venezuela “es nefasta”. Que algunas cosas que dijo sobre el chavismo fueron “tonterías”. Para algunos fue una decisión valiente. Acertada. Otros, en cambio, no se lo creen. No le perdonan. Pero hay algo en lo que todos coinciden: que esto se trata de una estrategia política.
“Me parece correcto que rectifique. Es cierto que llega tarde, pero cuando la gente cambia de opinión y adopta un tono razonable, está bien reconocerlo. La política es política”, dice a ALnavío el profesor de Historia de las Ideas Políticas en la Universidad Pontifica de Comillas, José María Marco.
El analista cree que en Podemos se han dado cuenta “el discurso radical populista no gusta a la gente”. Por eso cambian. Por eso buscan “otra cosa”, como competir contra el Partido Socialista en “un terreno más centrado”.
Ramón Pérez Maura, adjunto a la dirección de Abc, exjefe de internacional del periódico español y colaborador en medios latinoamericanos como La Tercera de Chile y La Nación de Argentina, considera que a Podemos, mantener la posición respecto a Venezuela, “le hubiera costado muchos votos”.
“Me parece correcto que rectifique. Es cierto que llega tarde, pero cuando la gente cambia de opinión y adopta un tono razonable, está bien reconocerlo. La política es política”
“Rectifica, pero lo hace de manera muy hipócrita. Estoy seguro de que él conocía la realidad perfectamente y es sólo ahora, cuando entiende que esto tiene un costo político, el momento en el que corrige”, señala Pérez Maura a este diario.
La venezolana Virginia Linares, doctora en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, advierte a ALnavío que lo de Iglesias “no es un mea culpa”, sino “una estrategia electoral”.
Además, apunta que “habla del ahora y no de la causa”. De Hugo Chávez, presidente venezolano al que Iglesias y otros líderes de Podemos endiosaron en el pasado. “Se deslinda de Nicolás Maduro y no de Chávez”, aclara la experta.
Pablo Iglesias dice que la situación de Venezuela «es nefasta»
Lo cierto es que existe cierta ambigüedad en la declaración de Iglesias. “No comparto algunas que dije en el pasado”, reconoció. ¿Cuáles comparte y cuáles no? ¿Comparte lo de Chávez y no lo de Maduro?
De eso no precisó nada. Aunque de aquí se infiere una crítica ligada a un nombre propio. A un amigo. A un militante de Podemos. A Alfredo Serrano Mancilla, director del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica, asesor del área económica de Maduro.
Tanto le gustó Serrano Mancilla al presidente venezolano que este lo definió como el “Jesucristo de la economía”. El área que peor va en Venezuela, con una inflación disparada y unos niveles de producción que se encuentran bajo mínimo. “Nefastos”, como calificó Iglesias.
Las veces que Iglesias criticó al chavismo
No son los únicos adjetivos duros que el líder de Podemos dedicar al chavismo. En el libro que publicó este octubre con el periodista Enric Juliana, Nudo España, sí que aparecen algunas confesiones reveladoras.
En el libro -fruto de 10 encuentros entre periodista y político entre febrero y septiembre de 2018-, el líder de Podemos le advierte al periodista que ellos “sí que han criticado a Venezuela”.
Una de esas críticas tiene que ver con el petróleo. Con el rentismo petrolero que caracteriza al chavismo. Iglesias recuerda que uno de los planes primigenios de Chávez era organizar una economía que no dependiera exclusivamente del crudo. “No lo ha logrado”, dijo.
Tampoco ha logrado “pactar un modelo de país con la oposición”, apuntó. “Esto supone asumir que, en condiciones de democracia procedimental, no puedes ganar las elecciones siempre”. Y agregó: “Decir esto es criticar a Venezuela”.
Lo es porque para que una democracia funcione plenamente la oposición tiene que estar representada. En un Parlamento. En los medios de comunicación. Que haya pluralidad y no hegemonía.
Es sabido que lo que ha hecho Maduro es querer ganar siempre. De hecho, las elecciones presidenciales que ganó en mayo sin ningún aval internacional le pueden salir caras al mandatario venezolano.
Será a partir del 10 de enero, fecha en la que inicia el nuevo mandato, cuando se abrirá un tiempo para Venezuela sin apenas reconocimiento internacional. Ya potencias como Estados Unidos y Canadá deslegitimaron a Maduro, y está por ver qué decisión tomará la Unión Europea en los próximos días.
Expectitva mundial sobre lo que dirá la UE respecto a la legitimidad de Maduro
“Llegará un momento en que pierdas [unas elecciones], y sería absurdo que todo lo que has logrado en los últimos 10, 15 o 20 años se venga debajo de un plumazo porque entre otro gobierno”, comentó Iglesias en el libro citando el caso venezolano.
Otra crítica del líder de Podemos al chavismo tiene que ver con la corrupción. “La corrupción sigue siendo una realidad en el funcionamiento de su administración y sus ministerios”.
Por otro lado, Iglesias cuestionó “el estilo político absurdamente viril que mantienen” los dirigentes en Venezuela. Puntualizó que quizá eso “no sea lo más inteligente, por lo menos de cara al exterior”.
El líder de Podemos prefiere ver a Maduro como en la entrevista con Salvados de La Sexta. Un Maduro sereno, tranquilo, amigable. Eso sí, no con la ropa que llevaba ese día, ni el lugar que eligió. Una sala oscura del Palacio de Miraflores decorada con inmensos cuadros de Simón Bolívar. Eso fue “pésimo”, advirtió Iglesias.
Pese a estas críticas al chavismo, Iglesias admite que “jamás parecerán suficientes en el ecosistema que España ha creado a propósito de Venezuela, pese a ser duras”. ¿Por qué? Aunque haya dicho lo que dijo el jueves en el Senado, y haya expresado todo lo anterior, en algo que no transige es en calificar al Gobierno de Maduro como dictadura.
“A nosotros se nos exige decir que Venezuela es una dictadura, y no lo es. Es una democracia llena de imperfecciones, arbitrariedades y comportamientos inaceptables en términos democráticos por parte del Gobierno, pero con una oposición que tampoco respeta nunca a la democracia”.
Con miras a la Presidencia
Esto dice Iglesias. El nuevo Iglesias. Porque el viejo decía en 2013, antes de que muriese Chávez, que “Venezuela es una de las democracias más saludables del mundo”. Y en 2014, ya con Maduro en el poder, que “lo ocurrido en Venezuela y en América Latina es una referencia fundamental para Europa”
Es el pasado de Iglesias. El de las “tonterías” que admitió enunciar. En todo esto hay que tener en cuenta lo que dijo este viernes el periodista y escritor español, Manuel Jabois, en Cadena Ser.
“Evolucionar ya es una forma de rectificación. Lo que ocurre es que uno no siempre lo hace público como lo hace Iglesias, para eso hay que tener cierto coraje y cierta vergüenza”.
Según el periodista, el líder de Podemos “ha vivido políticamente muy rápido”. Como consecuencia, empezó “destrozando habitaciones y haciendo titulares de portada” en la política, y acabó “presentando discos de madurez, que no de Maduro”.
Iglesias activa el aparato de propaganda. De ahí el libro con Enric Juliana y esa declaración sobre el chavismo después de cinco años en política rehusando hablar de Venezuela
Ahora Iglesias, socio del partido del Gobierno en España, tiene otras miras. La Presidencia. Ya no es ese partido incendiario que se aprovecha de la indignación de los españoles para conseguir votos. Ahora eso lo hace Vox, la formación de ultraderecha y nacionalista.
“Es interesante lo que ocurre en España. Por la derecha empiezan a radicalizarse y por la izquierda empiezan a moderarse”, aclara a este diario José María Marco.
En este sentido también se pronunció Pérez Maura. “Es evidente que hay una parte del voto de Vox que viene de la izquierda. Es un modelo con precedentes en Francia. Podemos corre el peligro de perder votos de la derecha, y en sus actuaciones tienen que tener eso presente”.
No hay que olvidar que la situación de Venezuela es un tema de campaña en España. Cada vez son más lo venezolanos que viven en el país. Personas que huyen del régimen de Maduro por la falta de alimentos, medicinas y opciones para prosperar. Gente, algunos de ellos con muchos recursos, a los que apoyan partidos de derecha como Vox, el Partido Popular y Ciudadanos.
Los venezolanos son campaña y esto Iglesias lo sabe. Porque además de político es politólogo y experto en comunicación por la Universidad Complutense de Madrid y European Graduate School de Suiza.
El líder de Podemos está al tanto de esta tendencia de los venezolanos. Y también de que puede haber elecciones generales antes 2020 a causa de la fragilidad parlamentaria del Ejecutivo de Pedro Sánchez. Ya hay hasta una fecha estudiada, mayo de 2019, coincidiendo con los comicios municipales.
Por eso Iglesias activa el aparato de propaganda. De ahí el libro con Enric Juliana y esa declaración sobre el chavismo después de cinco años en política rehusando hablar de Venezuela.
Y es que como dijo Jabois, “No se puede aspirar a presidir España creyendo que Venezuela está mejor o que Chávez y Maduro han sido mejores dirigentes democráticos que los nuestros”.