David Placer (ALN).- Ravi Shankar, el supuesto líder espiritual que lava la imagen del régimen venezolano, ha montado una multinacional de la fe que mueve millones de dólares cada año y que ha sido investigada por evasión fiscal en Argentina. Shankar impartió cursos de meditación a los guerrilleros de las Farc en Cuba y ahora enseña a respirar y meditar al dictador en el Palacio de Miraflores
Nicolás Maduro ha conseguido un nuevo gurú espiritual para lavar la imagen de su régimen autoritario. Se trata de Ravi Shankar, fundador de “El arte de vivir”, una organización supuestamente sin ánimo de lucro que ha visitado Venezuela por tercera vez.
Maduro lo exhibe como un garante de la supuesta paz y buenos deseos de su régimen. Hace apenas un mes, sugirió su nombre como mediador en las negociaciones entre la dictadura y la oposición venezolana. Ahora, lo invita al Palacio de Miraflores y comunica al mundo que organiza sesiones de meditación para buscar la paz espiritual en el despacho presidencial.
El supuesto líder espiritual del chavismo celebró en 2015 sesiones de meditación a los guerrilleros de las Farc en Cuba. Tres años antes, su organización “El arte de vivir” era investigada por fraude fiscal en Argentina
Shankar, el gurú indio que sustituye al fallecido Sai Baba en las preferencias espirituales de Nicolás Maduro y de su esposa, Cilia Flores, intenta venderse entre las élites políticas latinoamericanas como un semidios capaz de apagar los más feroces conflictos armados.
Logró intervenir, de forma sorprendente, en el conflicto colombiano. En una reunión con altos guerrilleros de las FARC, celebrada en la embajada de la India en Cuba, Shankar daba clases de meditación a los líderes guerrilleros que, tras décadas de asesinatos, secuestros y enfrentamiento con el ejército colombiano, respiraban profundamente e intentaban conectarse con su “divinidad interior”. “La meditación es un viaje del movimiento a la quietud. Del sonido al silencio”, explicaba el supuesto líder espiritual a los guerrilleros en junio de 2015.
Shankar, que se vende como maestro de la respiración y la meditación, también vendió sus cursos al propio Mauricio Macri, hoy sumido en la desgracia del hundimiento electoral, cuando era gobernador. En Argentina, el movimiento espiritual al que ahora se apunta Maduro ha alcanzado niveles sólo comparables con el del movimiento de Sai Baba, del que Nicolás Maduro, Cilia Flores, Jorge Arreaza y Aristóbulo Istúriz también son devotos, tal como reseña el libro El dictador y sus demonios, publicado en mayo de este año.
Allí, la Oficina Federal de Ingresos abrió una investigación contra la organización de Shankar por una evasión fiscal de más de cuatro millones de dólares en 2012. El movimiento crece en el país y cuenta con populares y conocidos defensores del supuesto gurú como el animador de televisión Marcelo Tinelli.
Pero desde la propia organización han surgido miembros del movimiento que han destapado que, detrás de la apariencia de movimiento sin ánimo de lucro, la organización “El arte de vivir” no es más que una multinacional de la fe que mueve recursos millonarios cada año hacia la India y que busca aumentar sus ingresos con cursos y talleres cada vez más caros.
El periodista argentino Pablo Duggan, que participó en cursos y participó de forma activa en la organización, explica que la supuesta laboral social de la organización es irrisoria en comparación con sus millonarios ingresos.
“Según me han dicho sus autoridades en nuestro país, todo el dinero que se recauda se guarda para construir un hospital y un “ashram” (centro de meditación). Creer que ese objetivo pueda cumplirse es ilusorio. Los recursos de la fundación se envían a la India a través de los “teachers” (personas que han recibido instrucción para dictar los cursos básicos) que viajan anualmente. El dinero llega a manos de su fundador. De hecho, no funciona diferente de cualquier empresa transnacional que gira sus suculentos dividendos a la casa matriz, aunque, en este caso, sin que quede registro alguno”, explicó Duggan en un artículo publicado en el diario Perfil, de Argentina. Duggan publicó a finales del año pasado el libro ¿Quién mató a Nisman?que trata la muerte del fiscal que acusó a la expresidenta Cristina Fernández.
La fundación “El arte de vivir” declaraba unos cuatro millones de dólares de ingresos anuales sólo procedentes de sus fieles en Argentina, de acuerdo con la inspección de Hacienda de ese país del año 2011. La sede estadounidense de la organización declaró unos ingresos anuales de 5,5 millones de dólares.
Fabrica desde aceite hasta pasta de dientes
La supuesta organización espiritual tiene su sede central en Bangalore, en el sur de la India, que incluye un hotel-spa, lago artificial, helipuerto, una emisora de radio y librerías. La sede corporativa de la multinacional de la guarda importantes similitudes con las sedes de la organización de Sai Baba, que también cuentan con restaurantes, tiendas de souvenirs, escuelas y universidades propias y hasta aeropuerto privado para los devotos con altísimo poder adquisitivo.
En la India, la organización organiza cursos para particulares y ejecutivos de empresas de hasta 250 euros por taller. Toda una fortuna para un país con moneda débil y devaluada. El gurú fabrica desde 2003 una amplia gama de productos para sus devotos: dulces, mantecas, pasta de dientes, bebidas, aceite capilar, champú, gel, jabón y especias. La organización cuenta con departamento de márketing que asegura que la calidad de los productos es muy superiores a los de la competencia en la India.
Este martes, Venezolana de Televisión, el canal oficial del régimen, presentó a Shankar como el “líder espiritual de la India”. Su visita, explicaba una periodista del canal de televisión, es de vital importancia en el momento en que “Venezuela es víctima de una nueva agresión por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump”.
Shankar entró en Palacio de Miraflores acompañado de Jorge Arreaza, que vivió varios meses en el ashram de Sai Baba y que ha ascendido a embajadores a devotos de esa corriente espiritual como la actual embajadora en Filipinas, Capaya Rodríguez.
Y el chavismo ha logrado éxito en la promoción de su nueva figura mediática. El gurú se ha reunido esta semana con Juan Guaidó y con María Corina Machado. Ambos encuentros fueron fotografiados. En su saludo, Guaidó inclinó su cabeza hacia abajo con símbolo de reverencia. Con ambas citas, Shankar se reafirma como mediador validado tanto por el régimen como con la oposición más reacia al diálogo, representada por Machado. Su organización asegura que ha mediado en conflictos como los de Irak, Kosovo, Siria y en su propio país en Cachemira.
Maduro, que amenaza a la oposición con más persecuciones y penas de cárcel, transmitió la visita de Shankar, del hombre que sabe vivir, a través de Twitter. Desde su cuenta se reseñaba la conexión espiritual entre Maduro y el supuesto gurú. Pero la transmisión comenzó a sufrir fallas. Maduro aparecía pixelado, el sonido sufría interrupciones. El líder espiritual desaparecía de la pantalla. Había una interferencia en la imagen de paz y amor que se transmitía desde Miraflores. Un extraño ruido interrumpió la transmisión.