(EFE).- Los nuevos embajadores de Venezuela y Nicaragua presentaron este miércoles sus cartas credenciales al rey de España, Felipe VI, tras los desencuentros entre el Ejecutivo español y los gobiernos de esos países.
Con la entrega de sus credenciales al jefe del Estado en el Palacio Real en Madrid, culmina el procedimiento para que Venezuela y Nicaragua vuelvan a estar representados en España por sus embajadores.
En el caso de Venezuela, la acreditación de Coromoto Godoy cierra dos años de desencuentros, que comenzaron con la retirada del entonces embajador de España en Caracas en noviembre de 2020 en protesta por las elecciones parlamentarias de ese año, que el Gobierno español no reconoció al denunciar numerosas irregularidades.
Como respuesta, Venezuela retiró a su embajador en Madrid y desde entonces ambos países habían estado representados por sus respectivos encargados de negocios, números dos en la embajada.
En diciembre 2022, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, consideró que la reanudación de las conversaciones entre el Gobierno y la oposición venezolana en México suponía “una mejora objetiva de la situación que conviene apoyar” y nombró embajador al diplomático Ramón Santos, hasta entonces encargado de Negocios en Caracas, en un gesto encaminado a recuperar la relación.
La diplomática venezolana Coromoto Godoy, abogada con 22 años en el servicio exterior de su país, fue embajadora ante Trinidad y Tobago y en la India, hasta que en 2022 se mudó a Madrid como encargada de negocios de Venezuela ante España.
El representante de Nicaragua, Maurizio Gelli, italiano nacionalizado nicaragüense en 2009, entregó al rey sus cartas credenciales como embajador poniendo así fin a una crisis que duraba ya más de un año.
Nicaragua, sin embajador ante España desde marzo de 2022
Nicaragua no tenía embajador en España desde marzo de 2022, cuando el presidente del país centroamericano, Daniel Ortega, retiró al intelectual sandinista, historiador y académico nicaragüense Carlos Antonio Midence, debido a «las continuas presiones y amenazas injerencistas» por parte de España, «que hacen imposible el ejercicio de la labor diplomática».
Midence había sido convocado una semana antes por el Ministerio de Exteriores para expresarle el malestar de España por la negativa del Gobierno de Ortega a permitir el regreso de la entonces embajadora española a Nicaragua, María del Mar Fernández-Palacios, después de que fuera llamada a consultas en agosto de 2021.
Desde julio pasado, la nueva embajadora de España en Managua es Pilar Terrén, diplomática de carrera.
