(EFE).- La actriz francesa Brigitte Bardot volvió este jueves a estar en el foco de la polémica después de afirmar que, en contra de lo que recomiendan las autoridades francesas, no va a vacunarse contra la covid-19 porque es «alérgica a todos los productos químicos».
En una entrevista con la revista Gala, Bardot, de 87 años,Bardot añade que incluso cuando viajó a África se negó a vacunarse contra la fiebre amarilla, una inyección obligatoria para poder entrar en algunos países del continente.
«Mi médico de entonces me redactó un certificado falso. Fui (a África) y volví en plena forma», confesó.
La protagonista de películas como «Et Dieu…créa la femme» («Y Dios creó a la mujer»), de Roger Vadim, consideró que está bien de salud.
«Obviamente tengo 87 años, pero no los aparento. No tengo canas, estoy muy delgada. Tengo una doble artrosis de cadera, ando con muletas, pero si me pones una rumba, un cha-cha-chá, a los Gipsy Kings o algo de flamenco, tengo unas ganas de moverme…», añadió en declaraciones recogidas por la cadena LCI.
Injurias racistas
La actriz se ha visto envuelta en otras polémicas en los últimos meses. El pasado noviembre, fue condenada a pagar 20.000 euros de multa (más de 23.000 dólares al cambio actual) por injurias racistas al asegurar que los habitantes de la isla francesa de La Reunión «han conservado sus genes salvajes».
Además, Bardot afirmaba que se producen «reminiscencias de canibalismo de los siglos pasados» que «deberían prohibirse».
En febrero de 2021, en una entrevista con la revista italiana Oggi, consideraba que el coronavirus era «algo bueno» ya que se trata de «una especie de autorregulación de una superpoblación que no somos capaces de controlar».
Desacredita denuncias de acoso
En 2018, Bardot incendió también las redes tras afirmar que la mayor parte de las recientes denuncias de acoso en el cine son «casos hipócritas» y sostuvo que muchas artistas «calientan a los productores para tener un papel».
Bardot está centrada en la actualidad en una fundación que lleva su nombre y que se dedica a la protección de los derechos de los animales en Francia y en otros países, con alegatos públicos en contra de la caza o de las corridas de toros.