Daniel Gómez (ALN).- Para Alexey Gromyko, director del Instituto de Europa de la Academia Rusa de Ciencias, el gobierno de Vladímir Putin no ha intervenido en los procesos de otros países desde hace “mucho tiempo”. Señaló que este es un tópico que ha cobrado fuerza tras la derrota del Partido Demócrata de EEUU en 2016.
Alexey Gromyko, director del Instituto de Europa de la Academia Rusa de Ciencias, miembro del Consejo de Relaciones Internacionales de Rusia y nieto de Andréi Gromyko, el canciller más importante de la Unión Soviética, asegura que Rusia es “una potencia económica y militar”. También cibernética. Pero en ningún caso una superpotencia. Considera que este concepto, propio de la Guerra Fría, no es aplicable al mundo actual. Y aportó un dato: “La Unión Soviética representaba casi la mitad del PIB global”.
Alexey Gromyko estuvo este miércoles en Madrid en una conferencia que organizó el Real Instituto Elcano. Allí analizó la influencia de Rusia en Occidente y cómo desde su instituto ven a Europa.
Gromyko aseguró que el gobierno de Vladímir Putin no se mete en los asuntos internos de otros países. Para él, este tópico comenzó luego de la derrota del Partido Demócrata en Estados Unidos en 2016 contra Donald Trump.
El nieto del canciller más importante de la Unión Soviética está en Madrid para analizar la influencia de Rusia en Occidente
“Lo de la interferencia rusa ya es un tópico cuando el Partido Demócrata pierde. Antes, cuando ganó Barack Obama, todos estaban superfelices por la victoria. Pero una vez que el Partido Demócrata perdió, fue cuando Rusia empezó a intervenir en la mayoría de procesos”. Y añadió: “Rusia lleva sin intervenir mucho tiempo”.
Alexey Gromyko, como experto en Europa, expuso algunos puntos sobre la situación de la Unión Europea. “Estamos viendo el auge de los populismos en algunos países. Luego está el tema del Brexit, que está influyendo en los procesos políticos de la Unión, como una doctrina para hacer más cerrada a Europa”.
Dijo que las prioridades de Rusia con la UE se sostienen sobre tres pilares: seguridad, economía y derechos humanos. Gromyko siempre ha sido crítico por las sanciones impuestas al gobierno de Putin tras la invasión de Crimea. Para él fueron “inútiles”, aunque prefiere analizar la relación con Bruselas desde un tono constructivo.