Daniel Gómez (ALN).- Los laboratorios rusos no sólo generan vacunas contra el coronavirus. También desarrollan curas contra la gripe, siendo América Latina uno de los mercados principales. De hecho, se fijan como objetivo aumentar en dos millones el suministro de vacunas a la región.
Viktor Trukhin, director del Instituto de Investigación de Vacunas y Sueros de San Petersburgo, quiere entregar a Latinoamérica 6,5 millones de vacunas contra la gripe en 2021. Esto supondría un incremento de dos millones de dosis respecto a 2020 y la apertura de tres nuevos mercados.
En declaraciones a la agencia TASS, Trukhin comentó la entrega de 990.000 dosis de vacunas contra la gripe a Nicaragua, 592.200 a Cuba y tres millones a Venezuela.
El funcionario explicó que el instituto ha estado suministrando dos tipos de vacunas. La conocida como Flu-M, que “desarrolla una respuesta inmunitaria eficaz frente a las cepas de gran importancia epidemiológica que circulan por el mundo”. Y VGIR, conocida como “la vacuna dividida contra la influenza inactivada”.
Esta última ha sido registrada en Guatemala y El Salvador, y también se hacen trámites para aprobarla en Venezuela y República Dominicana. El problema es que “la situación pandémica ha influido mucho en el momento del registro”.
En Guatemala y El Salvador también se hacen trámites para registrar Flu-M.
Cabe recordar que Rusia cuenta con un laboratorio para producir vacunas contra la gripe en América Latina. Es el Instituto Mechnikov de Managua, en Nicaragua. Un complejo industrial biotecnológico con una capacidad de producción de hasta 30 millones de dosis.
En este momento, tanto las vacunas rusas que se elaboran en San Petersburgo como las que se hacen en Managua están pasando un proceso de precalificación por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El objetivo es “evaluar la calidad, seguridad y eficacia”.
Sputnik V conquista América Latina
Cabe apuntar que el Instituto de Investigación de Vacunas y Sueros de San Petersburgo es uno de los tres centros de Rusia que se han lanzado a desarrollar una vacuna contra el coronavirus luego de que lo hiciera el Instituto Gamaleya.
Este último centro lanzó Sputnik V, la primera vacuna contra el covid-19 registrada en el mundo, y una de las más populares de América Latina. Argentina, Bolivia, Venezuela, Paraguay, México y Nicaragua ya la registraron, mientras que Colombia y Brasil ya están en conversaciones con Moscú. Se sabe que el gobierno de Iván Duque firmó un acuerdo de confidencialidad con el Instituto Gamaleya para conseguir 2,5 millones de dosis, y que el Ministerio de Salud de Jair Bolsonaro continúa las negociaciones con Rusia para adquirir la Sputnik V.
En cualquier caso, las vacunas, ya sean del coronavirus o de la gripe, están ayudando a Rusia a ganar peso en América Latina. Una región en la que el gobierno de Vladimir Putin siempre ha querido estar presente, por ser considerada el patio trasero de Estados Unidos, rival histórico de Rusia.
Hasta ahora la influencia rusa en la región se limitaba a los acuerdos petroleros y militares con Venezuela, así como a la proliferación de agencias como RT y Sputnik. Sin embargo, con el asunto de las vacunas la presencia de Moscú en la región es más notoria.