María Rodríguez (ALN).- La violencia de los narcotraficantes contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado recrudece en el Campo de Gibraltar. “Estamos viviendo episodios o escenas que en España eran desconocidos, más propios de Suramérica”, apunta al diario ALnavío un portavoz del Sindicato Unificado de Policía y añade: “Se están creyendo que son totalmente impunes, que la Ley no puede con ellos”. Para combatirlo desde el sindicato piden más recursos, humanos y materiales, y desarrollar un plan económico en una región especialmente deprimida.
Agresiones de narcotraficantes a guardias civiles, complicidad de vecinos, persecuciones que acaban con coches patrulla de la policía embestidos y hasta el asalto a un hospital para rescatar a un narco detenido. Una realidad que lleva a pensar que el narcotráfico manda, y no en Medellín (Colombia), sino en el Campo de Gibraltar, y especialmente en el municipio de Algeciras, Cádiz (España). En esta provincia se incautó 40% de los 372.901 kilos de droga decomisados en España en 2016, según datos del Ministerio de la Presidencia y del Ministerio del Interior.
“Estamos viviendo episodios que en nuestro país eran desconocidos. Quizá en Suramérica o en otros lugares es habitual que mafias o grupos de crimen organizado protagonicen escenas como esas contra Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Sin embargo, está sucediendo”, explica al diario ALnavío Ramón Cosío, portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP).
Cosío se refiere, por ejemplo, al ataque con bates, cristales y otros materiales a nueve guardias civiles por parte de unas 40 personas que participaban en una comunión en Algeciras el pasado fin de semana. Aunque falta que se esclarezca el suceso, la Asociación Unificada de la Guardia Civil asegura que los atacados eran agentes antinarcóticos y al menos dos de los atacantes detenidos eran delincuentes, tal como recoge el diario El País.
Según el SUP, la Policía Nacional padece un déficit de personal de 12.000 personas en toda España
La violencia en esta zona también desencadenó esta semana la muerte de un niño de nueve años tras la colisión de dos lanchas. La policía descartó el ajuste de cuentas como motivación del suceso. No obstante, el fallecido era hijo de un miembro de uno de los clanes más activos del Campo de Gibraltar, según la prensa de la región.
Pero hay más, como que bandas sorprendidas desembarcando alijos de droga en la playa soliciten ayuda de colaboradores vecinos para apedrear a los agentes, o persecuciones en las que se acaba embistiendo a los coches patrulla. Un episodio más, como que una veintena de encapuchados asaltase en febrero el hospital de la Línea de la Concepción, también en la comarca del Campo de Gibraltar, para llevarse a un narco que estaba detenido y custodiado por la policía.
“La seguridad pública no puede asumir que haya un señor en el hospital detenido y que se presenten 15 o 20 amigos y lo saquen; o que pinchen las ruedas y causen destrozos en el vehículo del juez o del fiscal; o una paliza a miembros de la Guardia Civil [el episodio de la comunión], aunque aún está por determinar cuáles son las causas”, describe al respecto Cosío.
“Los narcotraficantes se están creyendo que son totalmente impunes, que la Ley no puede con ellos”, insiste el portavoz del SUP. Añade que antes, el respeto de los narcos no era tampoco a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, pero sí a la Ley y no cruzaban determinadas líneas rojas. “En este caso se lo saltan todo”, sentencia el portavoz del SUP y subraya que el ataque contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado “es un ataque contra la Ley”.
“El narcotraficante tiene la sensación de que como tiene dinero, armas y ha ido sobreviviendo y capeando el temporal, ahora puede hacer lo que le dé la gana y que está por encima del bien y del mal. La respuesta que tiene que haber por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado es la contraria, dirigida a decir que no, que esto no sale gratis, que todo el mundo tiene unas normas que cumplir y que quien no lo hace tiene unas consecuencias. Y las consecuencias son pagar con cárcel, con una multa o con lo que el juez establezca”, subraya Cosío.
Déficit de recursos materiales y humanos
¿Cómo combatir esta situación? Desde el Sindicato Unificado de Policía lo tienen claro. “El Estado tendrá que invertir mucho más en recursos materiales y humanos: en vehículos adecuados, personal de seguridad ciudadana, grupos de investigación, miembros especializados en tráfico de drogas y blanqueo de capitales y todos los recursos que sean necesarios”, explica Cosío.
Según el SUP, la Policía Nacional padece un déficit de personal de aproximadamente 12.000 personas en toda España. El portavoz añade que en el Campo de Gibraltar el déficit de personal es “importante”. Explica que, por la especial singularidad de la zona, tan cerca del Estrecho de Gibraltar, las inversiones han de ser mayores de las que se desembolsan en otros lugares de España para la lucha contra el narcotráfico.
Añade que en esta zona “la tasa de paro es bastante importante” al aproximarse en algunos municipios a 40% de la población y a 60% en el caso de los jóvenes. “No es justificación, pero sí es un indicador que nos hace pensar que tenemos que abordar esta circunstancia desde otros ámbitos aparte del policial”, explica Cosío y pone un ejemplo.
“Si un chaval está trabajando en un establecimiento de comida rápida ganando 800 euros al mes, trabajando siete horas al día y le sientas en una playa para controlar las patrulleras [de la policía], no tiene la sensación de estar cometiendo un delito porque no tiene contacto con la droga. Avisa que va un coche de policía para allá, que acaba de entrar una patrullera, etc. Y gana mucho más por hacer eso un par de tardes al mes. Es difícil explicarle a esa persona que merece la pena trabajar, cotizar a la Seguridad Social y otras tantas cosas”, relata el portavoz del SUP.
Por ello, Cosío recuerda que es necesario establecer un plan para que la respuesta del Estado vaya mucho más allá de lo policial. Que ofrezca salidas a esa juventud que va a entrar en el mercado laboral o en el de la delincuencia. “Hace falta que expliquemos y transmitamos que la alternativa es la otra. Esto [la delincuencia] no es una alternativa, es enterrar su vida”, concluye Cosío.
La sociedad le planta cara al narcotráfico
Miguel Alberto Díaz, portavoz y cofundador de Barrio Vivo, asociación contra la droga en Algeciras, explica al diario ALnavío que la comarca lucha contra el narcotráfico desde hace 30 años.
Se trata de “una comarca que ha tenido siempre mucha riqueza con la pesca, las conservas, con la marina mercante, con el puerto, con las industrias, pero el narcotráfico se instaló en su momento, libramos una batalla importante y ahora, 30 años después, tenemos que seguir peleando”, relata Díaz. “En este caso porque hay una agresividad y violencia excesiva, una falta de respeto al Estado de derecho por parte de los narcotraficantes y lo que estamos haciendo los ciudadanos es organizarnos”, añade.
Por ello, han creado una plataforma con los sindicatos de la Policía Local, de la Policía Nacional, de la Guardia Civil, de Vigilancia Aduanera y otras asociaciones para formar un frente común y “doblar el pulso a ese narcotráfico que se ha instalado cada vez con más fuerza en nuestra comarca”, insiste Díaz. Este jueves a las 19:30 horas habrá una concentración en Algeciras en la que participarán todos los colectivos. Desde Barrio Vivo confían en que la concentración sea un éxito ya que esperan que acudan familias de los municipios de todo el Campo de Gibraltar.
“El conjunto del Campo de Gibraltar es en 99% gente honrada”, subrayan desde Barrio Vivo
Preguntado por si Algeciras y la comarca se han convertido en una especie de Medellín, Díaz lo niega. “No, porque no han contagiado a las instituciones ni está implicada la sociedad. Es una minoría, pero una minoría muy violenta, con mucho poder, y mucho dinero; sin embargo, el conjunto del Campo de Gibraltar es en 99% gente honrada”, subraya y añade que lo que están haciendo es “pelear y plantarle cara al narcotráfico”.
En este punto, Díaz añade que desde la asociación han venido avisando desde hace años que cada vez había más violencia, que en los registros policiales se encontraban más armas y observaban la presencia de sicarios vinculados a países suramericanos. Piden al Estado que enfrente esta situación con la contundencia y la fuerza con las que se ha librado la lucha en otras regiones del país.
“A mí me parece muy bien que el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, diga que va a haber una guerra contra el narcotráfico, pero para eso hay que poner los medios suficientes con el fin de ganar esa guerra”, opina Díaz, en relación a unas declaraciones de Zoido. “Los que tienen la guerra declarada a la Guardia Civil y a la Policía Nacional y a las Fuerzas de Seguridad son los narcotraficantes. Ellos no lo anuncian, lo hacen”, concluye el portavoz de Barrio Vivo.