Redacción (ALN).- El Museo Nacional de Brasil nació cuando Brasil ni siquiera era país, sino Reino portugués. La institución fue fundada por el rey Juan VI en 1818. Ahora sólo quedan cenizas y la fachada principal, que logró salvarse del incendio de este domingo donde se quemaron 20 millones de piezas de geología, paleontología, botánica, zoología y arqueología. Se salvó (al menos) una: el meteorito Bendegó. Y es que las piedras espaciales son capaces de resistir altas temperaturas.
Siete horas le bastaron a las llamas para borrar 200 años de historia. El incendio del Museo Nacional de Brasil, en Río de Janeiro, acabó este domingo con la institución histórica más antigua de Brasil. Fue fundada por el rey Juan VI de Portugal el 6 de junio de 1818, apenas 10 años después de que el monarca otorgase a Brasil la condición de ‘Reino’ para dejar de ser ‘Principado’.
El Museo Nacional de Brasil nació, pues, cuando Brasil ni siquiera era país. Su independencia de Portugal llegó el 7 de septiembre de 1822. Ese año el Museo cumplió cuatro años. Ahora sólo quedan prácticamente cenizas en su interior y la fachada principal, que logró salvarse en su mayoría de las llamas.
El edificio ardió desde sus cimientos provocando la pérdida de casi 90% de los 20 millones de piezas que albergaba. Las instalaciones no contaban con medidas de protección antiincendios, según publica Europa Press.
La gravedad de los hechos trasciende más allá de los daños económicos: la pérdida histórica, científica y cultural es incalculable. El ministro de Cultura brasileño, Sergio Leitão, describió el desastre como “una tragedia inconmensurable” que “podía haberse evitado”. El museo era uno de los más grandes y antiguos del continente americano. El desastre no causó víctimas mortales.
En el incendio se quemó la imponente réplica del dinosaurio maxakalisaurus, un herbívoro de 13 metros de largo
Tras el incendio, el presidente del país, Michel Temer, lamentó la desaparición de “200 años de historia”. Añadió que “el valor que tiene para nuestra historia no se puede medir” y que era un día “muy triste para todos los brasileños”, según declaró a la prensa del país.
Según apuntan los medios locales brasileños, más de un empleado del museo ya había avisado sobre el mal estado de las instalaciones. Las teorías sobre el inicio de las llamas, tal como recoge el diario brasileño Folha de Sao Paulo, son dos: la caída de un pequeño globo aerostático o un cortocircuito en el laboratorio audiovisual del museo.
Aunque por el momento se desconoce con certeza el alcance de las pérdidas, una piedra extraterrestre logró resistir a las llamas y permaneció intacta. De acuerdo con O Globo, se trata del meteorito Bendegó, hallado en el siglo XVIII. Es uno de los más grandes jamás encontrados en el país latinoamericano. Pero, ¿cómo logró sobrevivir al incendio? Según recoge Europa Press, las piedras espaciales son capaces de resistir altas temperaturas.
Las mayores pérdidas tras el incendio
Otros objetos no tuvieron tanta suerte. El museo albergaba objetos de distinta temática, como geología, paleontología, botánica, zoología y arqueología. De hecho, en sus salas se encontraba la mayor colección de momias egipcias del continente. Entre las mayores pérdidas están:
– Esqueleto de Luzia. Era el fósil humano más antiguo descubierto en Brasil. Bautizado como “la mujer más vieja de América”, el esqueleto de una mujer entre 20 y 25 años -actualmente con más de 11.000 años- fue encontrado en 1974. Su cráneo, y la posterior reconstitución artificial de la cara, reveló que los primeros pobladores de Brasil contaban con rasgos similares a los de los negros africanos y los aborígenes australianos, algo que hizo cambiar las principales teorías sobre la población americana.
– La mayor colección arqueológica egipcia de América Latina. Tal como recoge BBC Mundo, de las 700 piezas egipcias, el mayor atractivo era la momia Sha-Amun-en-su. Estaba acompañada de numerosas momias de animales como gatos, peces y crías de cocodrilo.
– Acervos paleontológicos de América. El Museo Nacional poseía un total de 56.000 ejemplares y 18.900 registros, divididos en núcleos de paleobotánica, paleoinvertebrados y paleovertebrados. Así, una importante y rica variedad de fósiles de plantas y animales provenientes de Brasil y de otros países conformaba la gran colección paleontológica del museo, según apunta BBC Mundo.
Entre las principales piezas se encontraba la imponente réplica del dinosaurio maxakalisaurus, un herbívoro de nueve toneladas y 13 metros de largo. Era “sin duda, el preferido del público”, dijo el director del museo, Alex Kellner, al diario La República de Perú.
– La mayor colección arqueológica clásica de América Latina. Una de las colecciones más importantes expuestas en las instalaciones era la de arqueología clásica. Estaba integrada por 750 piezas de las civilizaciones griega, romana y etrusca, considerada por su gran número como la más grande de su género en Latinoamérica.