Elizabeth Fuentes (ALN).- El próximo diciembre abrirá sus puertas Spyscape, un museo interactivo destinado al arte del espionaje donde los visitantes podrán ver desde los más raros artefactos utilizados por los espías -como el famoso Enigma que sirvió para desentrañar los mensajes nazis- hasta someterse a distintas pruebas para descubrir a qué tipo de espía podrían pertenecer.
Además de un museo, Spyscape será un juego. Porque las exposiciones de los más raros e icónicos artefactos utilizados por las distintas agencias del mundo, como la CIA y la Inteligencia Británica, estarán acompañadas por una serie de experiencias interactivas que permitirán a los visitantes descifrar códigos, esquivar rayos láser o poner a prueba sus capacidades de observación.
De hecho, todas esas actividades serán monitoreadas y los resultados medidos por un sistema profesional de creación de perfiles que permitirá descubrir cuál tipo de espionaje es el ideal para cada visitante. El sistema fue ideado por el jefe de Capacitación de la Inteligencia Británica.
El “sistema de perfiles” fue ideado por el jefe de Capacitación de la Inteligencia Británica
El museo “fue creado para educar, entretener y enseñar a los visitantes a pensar como un espía”, dijeron los voceros en un comunicado a la prensa. El visitante “agudizará su inteligencia emocional en los puestos de interrogatorio, conocerá su coeficiente intelectual en las estaciones de creación de códigos, sus poderes de observación en una experiencia de vigilancia inmersiva, así como sus tiempos de reacción en túneles de rayos láser”, agregaron.
Todo ello en siete galerías diferentes dedicadas a temas como piratería tecnológica, engaño, periodismo de investigación y operaciones de inteligencia.
El general David Petraeus, exdirector de la CIA, asegura en la web del museo que “Spyspace proporciona una experiencia maravillosamente creativa, interactiva y estimulante”.
Agente de la CIA por un día
Skyscape contrató a un equipo de expertos en espionaje, incluidos directores de las agencias internacionales de inteligencia, para no dejar ningún aspecto sin abarcar. En sus 60.000 metros cuadrados, los visitantes pueden escuchar historias de espionaje de la vida real tales como la de los descifradores del código Enigma -que permitió a los aliados descifrar los mensajes nazis-, la del agente del FBI que desenmascaró al traidor más dañino de la organización, que vendía información a la Unión Soviética, así como la del adolescente que hackeó el sitio web de la CIA, entre otras, todo a través de sistemas multimedia inmersivos.
Los arquitectos detrás del proyecto, Adjaye Associates, han diseñado interiores sombríos, casi todos en tonos grises, débilmente iluminados y con algunas salas hechas de acero, con la idea de reflejar el aura de misterio que ha rodeado a la profesión.
El museo estará ubicado en un viejo edificio del centro de Manhattan, en 929 Eighth Avenue y West 55th Street y los boletos (39 dólares para adultos) ya se pueden comprar por adelantado en línea. La apertura está prevista para diciembre de 2017, pero aún no han dicho la fecha exacta.