Redacción (ALN).- Un estudio del centro de investigación estadounidense Brookings asegura que el muro que el presidente de EEUU pretende levantar en la frontera con México no tendrá “ningún efecto” en la lucha contra el crimen y que habrá el mismo contrabando. Pero no solo eso. Señala que tampoco mejorará la seguridad del país y que su construcción resultará “completamente irrelevante”.
El muro que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pretende levantar en la frontera con México no solo no tendrá ningún efecto en la lucha contra el crimen en Estados Unidos, sino que incluso será “contraproducente” para la economía norteamericana. Así lo señala un amplio estudio del centro de investigación Brookings, que califica el coste del proyecto como “astronómico” y habla de “ideas mal definidas” basadas en “premisas tan ineficaces como puramente discriminatorias”.
Según Brookings, una institución sin fines de lucro fundada en 1916 y con sede en Washington, el muro no servirá para contener el flujo migratorio ni el tráfico de drogas. Tampoco mejorará la seguridad de Estados Unidos y su levantamiento “resultará completamente irrelevante” para la principal base de inmigrantes indocumentados en EEUU. Es decir, aquellos que se quedaron en el país más allá de la fecha de caducidad de sus visados, no quienes cruzaron la frontera con México.
Respecto al coste de la obra, el think tank habla de algo “insospechado”. En campaña, Trump lo cifró en unos 12.000 millones de dólares (10.055 millones de euros). Sin embargo, el Departamento de Seguridad Nacional lo situó en 21.600 millones de dólares (18.099 millones de euros). Por su parte, fuentes demócratas citadas por Europa Press disparan la cantidad hasta los 70.000 millones de dólares (58.655 millones de euros).
Todo ello sin tener en cuenta el coste inmobiliario, dada la cantidad de terreno que el gobierno estadounidense tendría que adquirir y las correspondientes compensaciones que debería pagar. Solo en el sur de Texas aún siguen abiertas 90 demandas por un intento de levantar una verja hace 10 años. El estudio de Brookings tampoco pasa por alto que se trata de un terreno plagado de dificultades orográficas, con montañas y colinas que se extienden hasta unos 100 kilómetros.
Ningún efecto contra el crimen
Brookings reitera, citando múltiples estudios, que no hay pruebas de que los residentes indocumentados sean responsables ni de un incremento -inexistente, por otro lado, frente a lo asegurado por Trump- de la criminalidad, ni de la mayoría de los delitos de sangre en Estados Unidos, de los cuales son principalmente responsables ciudadanos nacidos en el país.
Sabiendo eso, el think tank señala que la Administración Trump “está dando prioridad a la caza de indocumentados” con una “equivocada ley” que impone “medidas draconianas” a aquellas ciudades que han decidido hacer uso de sus propias competencias para relajar la persecución migratoria frente a los designios de Trump.
“EEUU necesita inmigrantes”
En un marco general, de una población estadounidense que está descendiendo en número y es cada vez más vieja, Brookings subraya que “Estados Unidos necesita inmigrantes”, que ahora componen el 16% de la fuerza de trabajo y están plantando las semillas de la nueva generación laboral norteamericana.
“EEUU necesita inmigrantes”, según Brookings. Ahora componen el 16% de la fuerza laboral
Para hacerse una idea, si el muro de Trump descendiera ese porcentaje solo hasta el 10%, el número de trabajadores de mediana edad en EEUU quedaría paralizado durante las próximas décadas en los 175 millones de personas. Por contra, un 16% incrementaría la fuerza laboral de EEUU en 30 millones de personas más durante los próximos 50 años, con el consiguiente aumento de la productividad.
Asimismo, el informe aporta otra cifra: la de los 1.800.000 indocumentados que cotizaban con tarjetas falsas de la seguridad social -sin recibir ninguno de sus beneficios-, contribuyendo con 13.000 millones de dólares (10.893 millones de euros) a las arcas públicas.
Mismo contrabando, mismas drogas
Finalmente, el estudio se centra en los efectos que el muro podría tener en el contrabando de drogas. Según Brookings, los ‘narcos’ no tendrían “ningún problema” para cruzar la droga por debajo del muro de Trump. Tampoco hará nada para contener la violencia del narcotráfico, por el simple motivo de que un 70% de las armas incautadas en México desde 2009 a 2014 se fabricaron en EEUU.
Pero el muro sí que afectará al programa de colaboración internacional que comenzó el presidente George W. Bush y que continuó Barack Obama a la hora de estimular la cooperación entre las fuerzas antidroga de ambos países, por la que México incrementó sus patrullas en su frontera sur con Centroamérica.