Patricia J. Garcinuño (ALN).- Tras una larga trayectoria en puestos de alta dirección bancaria, el ex vicepresidente de Caixabank Juan María Nin insiste en que su vida ejecutiva ha terminado. Desmiente así los rumores que le situaron como el sustituto de Francisco González al frente de BBVA. Un pensamiento a largo plazo y un liderazgo sólido son los elementos que propone Juan María Nin para amortiguar los inevitables vaivenes de los ciclos económicos, tanto en España como en América Latina. El ex vicepresidente de Caixabank, exconsejero de Repsol y de Gas Natural y actual asesor de Société Générale, recibe al diario ALnavío en pleno corazón financiero de Madrid tras presentar su nuevo libro: Por un crecimiento racional (Deusto).
Sostiene que la región latinoamericana, junto a los hispanos de Estados Unidos, van a ser un mercado fundamental para el crecimiento de la banca española y que ésta, a su vez, aportará todo lo aprendido durante la severa crisis que ha atravesado en los últimos años. Confiesa que siente debilidad por México, donde fue consejero del grupo financiero Inbursa, y cree que el país saldrá fortalecido tras los desplantes de Donald Trump. En su opinión, ganará incluso más independencia y se convertirá en líder global.
Sin embargo, opta por no hablar sobre la actual actividad de Repsol o Gas Natural, empresas en las que también fue consejero. “Es como si te preguntan por tu ex”, dice zafándose de la pregunta. Hace meses que se rumorea que puede ser el próximo presidente de BBVA. Él lo niega e insiste en que su vida ejecutiva ya acabó.
– En su libro dice que uno de los mayores errores de España ha sido el cortoplacismo, un defecto que, según señala, comparte América Latina. ¿Qué se necesita para establecer los cimientos de una economía a largo plazo?
Según Nin, los bancos españoles pueden aportarle a América Latina experiencia y profesionalidad / Foto: Deusto
– El corto plazo es voraz, tentador y cómodo. El largo plazo es incómodo, porque los resultados tardan mucho más en verse y hace falta mucho liderazgo para tomar las decisiones importantes en un mundo tan instantáneo como el actual. Se debe recuperar la importancia del capital, del ahorro, del recto comportamiento de acuerdo a unos valores morales y evitar gestionar la vida colectiva según el capricho del legislador.
– Muchos bancos españoles han decidido mirar hacia Latinoamérica en los últimos años. ¿Qué cree que puede aportarles la región?
– Todo. No tengo ninguna duda de que en un futuro próximo el componente cultural, que se acompaña siempre del económico, va a permitir observar tres grandes bloques: el chino, el anglosajón y el hispano. El mundo hispano incluye América Latina, Estados Unidos, donde son más de 60 millones, y España. Siendo así, para la banca y las empresas españolas en general, el bloque hispano lo va a significar todo.
– ¿Y qué van a aportar los bancos españoles a América Latina después de la crisis por la que han atravesado?
– Experiencia, mucha experiencia. Profesionalidad y, por supuesto, acompañamiento. En estos momentos en América Latina hay bancos excelentes, así que también pueden aportar competencia. Además, del mismo modo que sería muy positivo que los bancos europeos llegaran a España, el que un sector financiero que por razón de tiempos, restructuración y crisis ha madurado mucho compita con dureza en América Latina es muy bueno, no solo para esos bancos sino para todo el sistema.
– ¿Considera que allí también cometerán los mismos errores que han tenido en España en la crisis?
– La naturaleza cíclica de nuestra economía, con ciclos largos y ciclos cortos, y la naturaleza humana, que hace que cometamos los mismos errores en repetidas ocasiones, hará que este fenómeno se vuelva a reproducir. Pero se ha aprendido mucho. Habrá amortiguadores en las próximas crisis y en el sistema financiero se han implantado medidas de corrección.
Hace falta mucho liderazgo para tomar las decisiones importantes a largo plazo en un mundo como el actual”
– La banca española está apostando mucho por Brasil. ¿Piensa que será su particular gallina de los huevos de oro en América Latina?
– Brasil es un buen ejemplo, pero también lo es México o Argentina. Yo he sido director general de un gran banco español como fue el Santander Central Hispano y he trabajado en el momento en el que tomamos la decisión de invertir en Brasil, que es una gran operación. No es que sea especialmente Brasil, sino que la llegada en una fase de expansión internacional a determinados sitios va muy vinculada al tamaño del país, a cómo se encuentra la economía del país y a las oportunidades concretas. Tampoco creo que sea equiparable a El Dorado. Es un reto de gestión y de competencia en países con buenos sistemas financieros y con excelentes entidades locales. Y como reto puede salir bien o puede salir mal.
– Usted también ha sido consejero de Gas Natural Fenosa. ¿Qué opinión le merece la liquidación de Electricaribe por parte de Colombia?
– No debo opinar y no voy a opinar, porque ya no estoy en Gas Natural.
– ¿Y desde fuera?
– Y desde fuera, como he estado dentro, no debo opinar. Yo soy muy respetuoso con las instituciones.
– También ha sido consejero en Repsol. La compañía ha afirmado que seguirá presente en Venezuela a pesar de la convulsa situación política y económica. ¿Cómo podría afectarle?
– Como he sido consejero de Repsol, ni puedo ni debo opinar (entre risas). Lo siento mucho. Comprendo muy bien las preguntas y entiendo que los lectores también sabrán entender las respuestas. Cuando uno deja de estar en un sitio, lo lógico es que no opine sobre ello. Es como si te preguntasen por tu ex. “Oiga, ¿y su ex?”. Pues mire usted, ya no estamos casados, yo ya no puedo opinar.
Cuando terminé mi función ejecutiva, me pareció que debía encaminar mi vida por otros derroteros, como la educación”
– Usted es buen conocedor de la economía norteamericana. ¿Cómo cree que puede afectar a las empresas españolas la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca?
– Aquí tiene mucho que ver el Brexit. Con la salida de Reino Unido de la Unión Europea, España se mueve a la cuarta posición como economía dentro del bloque, un paso extraordinariamente importante. Ahora hay 64 millones de hispanos en EEUU. España forma parte del mundo hispano y es una plataforma física para lo cultural y el mundo de los negocios. Si finalmente se implanta la Tariff Act [ley arancelaria], que está por ver, no cabe duda de que un arancel perjudica el comercio exterior, de empresas españolas y de cualquiera. Estuvimos a punto de firmar el gran tratado, el Acuerdo Transatántico (TTIP), que hubiese sido extraordinariamente bueno para los ciudadanos europeos y estadounidenses, pero la llegada del gobierno actual lo ha parado.
– ¿Seguirá adelante el TTIP aunque no esté dentro Estados Unidos?
Nin ve en el proteccionismo de Trump una oportunidad para que México sondee otros mercados / Foto: Deusto
– Creo que no. Hay una conjunción populista entre lo que ha sido la visión de Trump de llegar a acuerdos bilaterales y poner aranceles, y una posición europea radical de izquierdas que está en contra del TTIP. Cuando están esos dos extremos y una de las partes tiene el poder de decidir sí o no, el tratado está muerto. Eso en cuanto a comercio. En lo que respecta a inversión directa, creo que, para determinados sectores, si finalmente en Estados Unidos se hacen nuevas inversiones en infraestructuras o energía, las empresas españolas están más que cualificadas.
– ¿Cómo ve a México tras las amenazas de Trump?
– México es un país que quiero mucho. He sido consejero en Imbursa muchos años y tengo una relación especialmente afectiva con México. Me gusta, qué le vamos a hacer. Creo que ésta es una gran oportunidad. A mis amigos mexicanos se lo digo: de acuerdo, hemos disfrutado del NAFTA y de una serie de ventajas. ¿Cambian las reglas del juego? Oye, pues aprovechemos ese cambio. Uno, porque las dificultades te hacen fuerte y te hacen grande. Dos, para hacer un cambio de rumbo que le dé a México incluso más independencia. México va a ser un país líder en el mundo, lo veo claramente. Quizás el catalizador para introducir cambios y lograr un upgrading (modernización). No me preocupa. Creo que aprovechará esta gran oportunidad. Y me alegraré mucho.
– ¿Considera que girará hacia otros mercados como Asia o la propia Latinoamérica?
– Si yo fuera mexicano tomaría decisiones para penetrar más y mejor en el mercado estadounidense porque el NAFTA sigue en vigor. A lo mejor hay que hacerlo de otra manera, a lo mejor hay que hacerlo con inversión directa allí. Pero por simplificar mucho: ¿usted me dice que me quiere menos? Perfecto. Pues de taza a taza y media. Los empresarios somos así (risas). Tú no tienes por qué renunciar, tienes que hacerlo mejor y es un reto. Estados Unidos es el mercado más natural, pero estas cosas pasan. Más y mejor en EEUU. Pero también es una enorme oportunidad para reflexionar y pensar en que además hay otros mercados, como América Latina. ¿Y en el mundo? Especialmente España.
Si yo fuera mexicano tomaría decisiones para penetrar más y mejor en el mercado estadounidense”
– En numerosas ocasiones ha dicho que no se plantea volver a la primera fila ejecutiva del sistema bancario. Entonces, ¿por qué se ha rumoreado sobre su posible fichaje para la presidencia de BBVA?
– Porque… Yo creo que la gente especula con cosas, pero es que vida solo hay una y se construye a base de decisiones individuales. Cuando terminé mi función ejecutiva, me pareció que debía encaminar mi vida por otros derroteros. Dedico una parte importante de mi tiempo al mundo de la educación y eso me satisface plenamente. Y además soy consejero en otro tipo de empresas. He tenido una vida ejecutiva muy intensa, pero ahora distribuyo mi interés profesional de otra manera. Por lo tanto, no tengo ningún comentario que hacer. Pero ninguno, ninguno.
– ¿Y qué proyectos tiene a la vista en los próximos años?
– Tengo un proyecto muy importante que permanece para siempre, que es mi familia. Estoy felizmente casado, tengo cuatro hijos, a su vez felizmente casados. Tengo nietos y un círculo de amistades muy potentes. Es un proyecto muy personal que no tiene ningún interés para los lectores, pero es así. Profesionalmente, mi proyecto más importante es seguir apoyando el mundo de la educación. Estoy en el consejo rector de la Universidad de Deusto, en ESADE, en Deusto Business School y colaboro muy de cerca con la London School of Economic and Political Sciences. Y como consejero de sociedades me siento completamente realizado. Empresa familiar, empresa industrial y también tengo mi contacto con el mundo bancario a través de Société Générale, además de con el mundo de la inversión en dos fondos globales: uno americano, Corser, y otro global, Permira.