María Rodríguez (ALN).- Un análisis de Torino Economics concluye que el movimiento de Rafael Correa sumó casi los mismos apoyos que la segunda fuerza en las elecciones regionales de Ecuador. Estos “sólidos resultados” y la proyección de que el país entrará en recesión este año, “implican el riesgo de un resurgimiento del correísmo”, advierte la firma.
Si las elecciones presidenciales de Ecuador se celebraran ahora y los comicios regionales fuesen un termómetro de las preferencias de los ecuatorianos, habría sorpresa. Según un informe de Torino Economics, bajo estas circunstancias “cabría la posibilidad de que un candidato de Rafael Correa fuese segundo y pasase a la segunda vuelta (de los comicios)”. La firma llega a esta conclusión después de analizar los votos obtenidos por los principales partidos del país en las elecciones seccionales de marzo, en las que se eligieron alcaldes, prefectos, viceprefectos, concejales urbanos y demás miembros de representación regional.
En este proceso electoral, el movimiento de Correa participó en 48% de los estados, 11 de 23; 22% de las alcaldías y 10% de los consejos parroquiales. Todo ello a través de las siglas de Fuerza Compromiso Social (FCS), una pequeña organización fundada en 2010. No se pudieron presentar bajo el nombre de Revolución Ciudadana porque el Consejo Nacional Electoral no autorizó la legalización de este partido.
Según el análisis de Torino Economics, el partido con el mejor desempeño en estas elecciones fue el Partido Social Cristiano (PSC), que obtuvo 1,8 millones de votantes (22,5% del electorado) y duplicó el resultado de las regionales de 2014. Le siguió el movimiento CREO, que en 2017 y con Guillermo Lasso a la cabeza compitió en segunda vuelta contra Lenín Moreno por la Presidencia del país.
CREO sumó en estas elecciones seccionales 1,2 millones de votos (14,9%). Muy cerca, con 1,1 millones de apoyos (13,5% del total) se quedó el movimiento correísta, FCS.
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“Ciertamente, la mera posibilidad de que un candidato correísta pase al balotaje probablemente irrite a los mercados”, afirma Torino Economics en el informe. Ahora bien, “no es difícil imaginar un fortalecimiento del apoyo hacia el correísmo en los próximos dos años mientras la economía trata de implementar un proceso de estricto ajuste fiscal”, advierte la firma. Se refiere a los compromisos que asumirá Ecuador tras el crédito acordado con el Fondo Monetario Internacional que asciende a 4.200 millones de dólares.
“Estos resultados (electorales) nos llevan a moderar nuestra evaluación previa de que el correísmo había dejado de ser una fuerza electoral competitiva en Ecuador. Sus sólidos resultados en estas elecciones, en conjunto con nuestra proyección de que la economía ecuatoriana entrará en recesión este año, implican que el riesgo de un resurgimiento del correísmo no puede descartarse todavía”, explica la firma.
Alianza País se derrumba
El análisis de Torino Economics también muestra la estrepitosa caída del voto del partido de gobierno, Alianza País (AP). La organización pasó de obtener 3,9 millones de votos (49,6% del padrón electoral) en 2014 a unos 600.000 en 2019, equivalente a 7,4% de los electores. Cabe recordar que, tras las disputas entre Moreno y Correa, los partidarios del exmandatario acabaron por abandonar Alianza País y formar otro movimiento. Además, el presidente Moreno, “utilizando una estrategia atípica para un mandatario ecuatoriano, decidió no pedir el voto para los candidatos de su partido”, recuerda la firma.
Según Torino Economics, tres de cada cinco personas que votaron por AP en 2014 migraron a otras opciones distintas tanto de Alianza País como del movimiento correísta. Así, la firma considera que el Partido Social Cristiano absorbió uno de esos tres votantes migrados, mientras que el resto se decantó por candidatos independientes.