(EFE).- El contraalmirante Jorge Keitel, jefe de la Defensa para la región central chilena del Biobío, epicentro de los graves incendios que devastan Chile, anunció este jueves que se decretará un polémico toque de queda en ocho comunas a partir del viernes 10 de febrero para evitar posibles asaltos y saqueos.
Según el militar, la medida restrictiva comenzará esta medianoche y afectará a las comunas Arauco y Contulmo en la provincia de Arauco; Mulchén y Nacimiento en la provincia de Biobío; Tomé, Florida, Santa Juana y Hualqui en la provincia de Concepción.
La decisión se adopta escasas horas después de que anunciara la posibilidad el presidente Gabriel Boric durante una visita a Santa Juana y en medio de una aguda polémica sobre la idoneidad de restringir los movimientos.
Solicitada por grupos de empresarios, a la misma se oponen las servicios de auxilio y emergencia que luchan contra el fuego porque complica la acción rápida contra nuevos focos y dificulta las labores de evacuación en caso de que las llamas se propaguen.
Una semana desde el inicio de los incendios en Chile
Los incendios, que cumplen una semana y todavía no han sido controlados, han causado la muerte de 24 personas y arrasado más de 1.200 viviendas. Además a causado más de 5.500 damnificados en las regiones de Ñuble, Biobío, La Araucanía y Maule.
La falta de medios -en Chile el cuerpo de bomberos no es profesional-, la mala gestión de los bosques y las adversas condiciones climáticas han acelerado la tragedia, la más grave de esta naturaleza en Chile.
Un total de quince personas han sido detenidas hasta la fecha por su presunta responsabilidad en el inicio del fuego, la mayoría por negligencia.