Moris Beracha (ALN).- En muchas oportunidades las personas no saben cómo pedir ayuda o cómo aceptarla. Orgullo, terquedad, soberbia son algunas de las principales causas que encierran a las personas y no les permiten avanzar. También para esto sirve el mindfulness.
La meditación no sólo sirve para relajarnos o enfocarnos, sino que además permite tomar conciencia de nuestras actitudes, pensamientos y emociones. A través de la práctica del mindfulness podemos aprender más sobre nosotros mismos. Nos da las herramientas para diferenciar entre lo que podemos controlar y lo que no podemos.
En todo este proceso no puede quedar excluido el pedir ayuda. Recibir apoyo y orientación de otra persona en muchas oportunidades es necesario para conocernos a nosotros mismos, y darnos cuenta de la manera como estamos encarando algunas situaciones de nuestra vida.
Recibir apoyo y orientación de otra persona en muchas oportunidades es necesario para conocernos a nosotros mismos
Dentro del proceso del conocimiento propio, la dialéctica que se desarrolla con otra persona enriquece la percepción que tenemos de nosotros mismos y nos da la oportunidad de observar detalles que a veces no logramos ver.
En esa comunión que logramos cuando nos observamos a nosotros y a nuestros pensamientos está el primer paso para tomar conciencia de la necesidad de calmar nuestra mente, para poder conectarnos con nuestro yo interior y separarnos del ego. Es allí cuando logramos darnos cuenta de que en algunas oportunidades necesitamos pedir ayuda para superar alguna situación que nos acongoja.
Una guía simple para iniciar el camino del mindfulness y ayudarse a sí mismo, dice Bhante Henepola Gunaratana en su obra El Libro del Mindfulness, consiste en:
1-Soltar: Aprende a fluir con todos los cambios.
2-Aceptar todo lo que se presente: No importa que sean sentimientos o experiencias que nos desagraden o nos molesten.
3-Ser amable contigo: El proceso de convertirse en la persona que serás se inicia aceptando la persona que ahora mismo eres.
4-Investigarte a ti mismo: Dudar de todo. No dar nada por sentado.
5-Contemplar todos los problemas como retos: Es importante no sumirse en el desespero cuando las situaciones se complican. El arte de ver cada problema como una oportunidad para crecernos como seres humanos es la clave para aprender a vivir en paz con nosotros mismos.
6-No subrayar las diferencias: Las diferencias entre las personas existen, pero centrarte en ellas es un proceso peligroso que desemboca directamente en el egoísmo.
7-Vivir el ahora: La mente se purifica durante la meditación, gracias a la atención plena en el momento presente, restando así importancia a las angustias que crea pensar en el futuro.
“Hay que ser conscientes de que lo que nos provoca malestar o ansiedad no son los eventos, sino cómo vinculamos las emociones a estos”, dice Jonathan García-Allen.