Redacción (ALN) .- La animadora venezolana Erika De La Vega habló de su estado de salud a casi tres meses de su operación por un tumor en la cabeza.
«Ya han pasado casi tres meses de la cirugía en la cabeza para extraer un tumor benigno. Todavía estoy entendiendo todo después de pasar por una experiencia de ese tipo, porque aunque todo salió bien, pueden pasar muchas cosas en intervenciones de ese tipo y la recuperación es lenta, la inflamación va bajando poco a poco, no es de un día para otro», dijo.
Erika De La Vega y la operación
Sin embargo, aseguró que a pesar que todo salió bien, siente miedo tras lo vivido.
«Después de la operación tengo un miedo de que hallen otra cosa. Tengo un miedo muy silencioso de que algo pase, me imagino que es parte de lo que te queda después de ese evento», expresó durante una entrevista ofrecida a Shirley Varnagy en Onda.
Erika De La Vega recordó que no tenía ningún síntoma, pero contó que su mamá hace cuatro años se le explotó una aneurisma y le dijeron que eso era hereditario, por lo que le mandaron a realizar una resonancia.
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«El año pasado como me rompí el ligamento cruzado de la rodilla (…) hablando con el médico le dije que en los exámenes que me debía hacer me metiera la resonancia magnética que había postergado. Era un chequeo X y cuando me lo hice me salió algo borroso, por lo que me lo debía repetir. Después me dijeron que no tenía aneurisma, pero si una masa y mandaron nuevos exámenes y así fue que consiguieron ese tumor. Gracias a Dios no estaba presionando algo importante, pero seguía creciendo», apuntó.
«Me puse muy dura, fuerte, fría»
Destacó que tardó tres semanas en dejar todo listo antes de entrar al quirófano y aunque esos días sintió mucho susto, no permitió que el miedo le ganara.
«Me puse muy dura, fuerte, fría porque yo necesitaba que los que estuvieran a mi alrededor también lo hicieran. No me podía permitir que alguien se pusiera nervioso, aunque por dentro yo estaba asustada porque hay riesgos y no había otra opción, o corres o te encaramas, había que sacarlo», indicó.
Erika De La Vega manifestó que lloró mucho después de la operación.
«Gracias a Dios todo salió bien y ha sucedido de la mejor manera. Les dije los veo ahorita y después de siete horas que duró la operación lo primero que hice al despertar fue llorar por ver a quiénes me estaban acompañando. Había miedo de no despertar y si lo hacía cómo estaría. Si mi cabeza estaría igual, si iba a pensar igual y de qué iba a vivir. Era dar un salto al vacío y confirmar en los médicos y en Dios», recordó.