Daniel Gómez (ALN).- La mujer más rica de México, el director del Grupo Bimbo, el presidente del Grupo Kaluz y otros seis influyentes empresarios, que en conjunto atesoran activos por más de 88.500 millones de dólares, felicitan por el triunfo electoral a Andrés Manuel López Obrador. Aseguran que le apoyarán, que colaborarán, pero eso sí, con independencia. “Haciendo cada uno nuestra tarea”.
“México quiere vivir en paz, quiere acabar con la corrupción y quiere prosperar. Para lograrlo debemos estar unidos, haciendo cada uno nuestra tarea”.
Es el mensaje de nueve de los empresarios mexicanos más poderosos al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador. Un mensaje con el que el empresariado se presta a cooperar, pero con el que también marca distancias. Cada uno a lo suyo. Cada uno a lo que sabe. Y cada acción que se haga, que se ejecute por el bien de México.
Desde hace unos meses, el Consejo de la Comunicación lleva alentando a los ciudadanos a participar en el proceso electoral, que culminó el pasado 1 de julio con la elección de López Obrador.
El mensaje de estos nueve empresarios forma parte de esta campaña. Con el lema #CreoEnMéxico decidieron dar un voto de confianza al nuevo mandatario a través de un vídeo publicado la semana pasada.
“Los empresarios reconocemos respetamos su triunfo”, dijo el presidente de Cinépolis y del Consejo Mexicano de Negocios, Alejandro Ramírez. “Le ofrecemos nuestro apoyo para construir las mejores soluciones para nuestro país”, comentó Eduardo Tricio, responsable del Grupo Lala. “Seguiremos invirtiendo en nuestro México”, agregó María Asunción Aramburuzabala, presidenta del fondo Tresalia Capital.
Con frases cortas y contundentes, en ocasiones incompletas pues se terminaban a medida que hablaban, pasaron de las felicitaciones a las advertencias. Avisos que en ningún caso se enunciaron con agresividad. Todo se dijo desde un tono conciliador con el objetivo de mantener la independencia. La suya y la del gobierno.
Defienden el derecho a disentir
“Tenemos que pedir a nuestros gobernantes que nos rindan cuentas. Es tiempo para cimentar nuestra identidad y defender nuestro derecho a opinar, a expresarnos, a disentir”, comentaron.
La observación es pertinente por el momento que vive México. A López Obrador muchos lo consideran un autócrata. Un hombre que no sabe lidiar con opiniones contrarias a la suya, aunque viendo su campaña de paz y amor no parezca así. De hecho, el Financial Times le dedicó un amplio reportaje en el que narra su carácter “agitador y populista”.
Los meses previos a las elecciones, la iniciativa privada y López Obrador atravesaron momentos de alta tensión. Quizá el más destacado se vivió en abril, cuando el magnate y hombre más rico de México, Carlos Slim, salió a los medios, en una de sus pocas y medidas apariciones públicas, para defender la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México.
“Es tiempo para cimentar nuestra identidad y defender nuestro derecho a opinar, a expresarnos, a disentir”
La comparecencia de Slim sirvió para calmar los ánimos respecto al aeropuerto. López Obrador ya no es tan crítico con la obra y prometió analizarla con detenimiento antes de cancelarla o tomar cualquier otra decisión.
No obstante, solucionar el tema del aeropuerto no fue suficiente para el empresariado. Por eso López Obrador se vio obligado a fumar la pipa de la paz con el sector privado el pasado 5 de junio en una reunión. El éxito de aquel encuentro se debió a Alfonso Romo.
Romo, un influyente magnate de 68 años, ejercerá como el superministro de López Obrador. Será su asesor más cercano y el nexo entre empresarios y gobierno. De hecho, hay un dato de Romo que aporta tranquilidad a los inversores. Es proclive a la reforma energética que el presidente electo un día planteó cancelar.
Una defensa a la democracia
En el mensaje de los nueve empresarios, estos dedicaron un espacio a celebrar los comicios. “Tuvimos la elección más grande de nuestra historia. La alternancia ya es parte de nuestra joven democracia. México votó por el cambio”, comentaron.
Este llamado también es significativo. En México conocen la palabra democracia desde 1995 y la alternancia desde el 2000. Con sus imperfecciones, pero siempre han sido los ciudadanos los que han tenido el derecho a decidir. Por eso llama la atención que 23 años después, los empresarios reconozcan una obviedad. Y, cuando esto ocurre, es porque hay algo que proteger.
Por último, los nueve empresarios concluyeron el vídeo con un mensaje de optimismo: “Queremos que al nuevo gobierno le vaya bien, porque queremos que a México le vaya muy bien. Apoyemos al nuevo gobierno y trabajemos juntos con él para lograr el país que todos queremos”, dijeron entre los nueve.
Quiénes son los nueve empresarios
Antonio del Valle Perochena, hijo del multimillonario Antonio del Valle, cuya fortuna asciende a 3.600 millones de dólares. Es el empresario más poderoso de los que aparecen en el vídeo.
Como presidente del Grupo Kaluz, Del Valle hijo controla activos por 40.735 millones de dólares. Su conglomerado aglutina empresas como el grupo financiero BX+ (Ve por más), la cementera Elementia y el gigante petroquímico Mexichem.
El presidente de Fomento Económico Mexicano (Femsa), José Antonio Fernández, un grupo que atesora 30.000 millones de dólares en activos y embotella las bebidas de Coca Cola en México, también apoyó –y advirtió- a López Obrador.
Otro que dio la cara fue el director del Grupo Bimbo, Daniel Servitje, una multinacional con activos por 11.507 millones de dólares en todo el mundo. Al igual que estos tres, hicieron lo propio Carlos Danel, presidente del grupo de microfinanzas Gentera; Blanca Treviño, responsable de la tecnológica Softtek; Claudio González, presidente de la distribuidora Kimberly-Clark; así como el directivo de Cinépolis, el del Grupo Lala y la mujer más poderosa del país, María Asunción Aramburuzabala, cuya fortuna supera los 6.000 millones de dólares, según Forbes.
La transición de López Obrador
Tanto el presidente de Cinépolis como el de Kimberly-Clark han podido reunirse con López Obrador. Lo hicieron el pasado miércoles en la reunión del Consejo Coordinador Empresarial, en la que el mandatario presentó su plan de empleo para jóvenes.
Según reseñó el diario Expansión de México, tanto Ramírez como González se mostraron “entusiasmados por el resultado del encuentro”. Una reunión en la que el nuevo presidente presentó un plan de empleo por 574 millones de euros.
Y es que a López Obrador le esperan cinco largos meses hacia la Presidencia. No toma posesión hasta el 1 de diciembre. Y, a pesar de la contundente victoria en las urnas por más de 30 millones de votos, lo nunca visto en México, su figura despierta cierto recelo en las élites empresariales mexicanas.
A López Obrador muchos lo definen como un líder de la izquierda radical. Un tirano al estilo de Nicolás Maduro en Venezuela. En los primeros días como presidente electo, y también, en buena parte desde la campaña, se le ha visto huir de estas comparaciones.
Pese a todo, muchos todavía no confían. Temen que opte por una política nacionalista en la que el gasto público supere a los ingresos. De ahí la advertencia de los empresarios. La advertencia de nueve líderes que en su conjunto atesoran 88.500 millones de dólares en activos. Muchos de ellos en México. Y eso es un importante motor del que no puede prescindir López Obrador.