Redacción (ALN).- Para el opositor Antonio Ecarri, Venezuela atraviesa por una peligrosa etapa de polarización entre el chavismo y la oposición tradicional, un extremo que el país ya vivió cuando el fallecido presidente Hugo Chávez gobernó entre 1999 y 2013.
Como telón de fondo los venezolanos sufren “desesperanza” después de las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, cuando el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó como ganador a Nicolás Maduro en medio de denuncias de presunto fraude de la oposición.
Esta desesperanza, afirma el presidente de la Alianza del Lápiz en una entrevista con Crónica Uno, es el gran rival a vencer este 25 de mayo, cuando se renueven los cargos de las gobernaciones y la Asamblea Nacional.
“Esta no es una elección para buscar cargos, yo creo que esta es una elección testimonial, es una elección que busca reanimar la esperanza de los venezolanos”, dijo el excandidato presidencial durante la conversación.
A continuación la entrevista con el candidato a diputado a la Asamblea Nacional:
¿Se puede votar y confiar en el CNE después de las denuncias de fraude en las presidenciales del 28 de julio?
Mira, yo nunca confío en instituciones del Gobierno, yo en lo que confío es en mi derecho al voto, que son dos cosas totalmente diferentes. Dicho esto, yo no voy a autoexcluir mi voto.
¿Y qué le dice a quienes se alinean con los llamados a la abstención por temor a que les roben el voto en estas elecciones?
Bueno, que otros quiten el voto, pero nosotros no. Yo estoy buscando a los valientes de la esperanza y los valientes de la esperanza somos los que tenemos miedo, pero lo superamos y lo controlamos.
Yo sí creo que hay una inmensa masa popular que está dispuesta a enfrentar el miedo con esperanza, la esperanza que decía el papa Francisco, la esperanza que no defrauda.
¿Cómo definiría las elecciones del 25 de mayo?
Esta no es una elección para buscar cargos, yo creo que esta es una elección testimonial, es una elección que busca reanimar la esperanza de los venezolanos.
Y en medio de la desconfianza de un sector en el CNE ¿para qué cree que pueda servir la elección más allá de los posibles resultados?
Yo creo que Venezuela necesita un pacto de reconciliación nacional, Venezuela necesita reencontrarse porque estamos frente a la crisis más grave de nuestra historia, nunca los venezolanos habíamos estado tan mal adentro y tan mal afuera, y eso nos obliga a construir una solución entre nosotros.
Esto no significa rendirse, esto significa reconciliarse, que son dos cosas completamente diferentes.Para la reconciliación necesitas mucha más valentía que para la guerra.
Venezuela está sufriendo demasiado, ya las madres no tienen tristeza por los hijos que se fueron, sino un ataque de miedo por lo que les pueda pasar por la xenofobia.
Además, se nos están muriendo niños en los hospitales, eso nos tiene que hacer reaccionar de alguna manera para dar respuesta a estos desafíos, porque Venezuela no puede quedarse estancada.
¿Cómo se alcanza esta reconciliación?
Al chavismo hay que obligarlo al diálogo, pero no los vas obligar desde los extremos. Lo principal es que tenemos que producir pactos ya en relación a dos temas fundamentales: la dignidad del ser humano y el respeto a la soberanía de Venezuela.
Yo creo que nosotros tenemos que impulsar una política de baja de burocracia y baja de impuestos, tenemos que hacer concurrir a Venezuela en, primero, un gran pacto antiburocracia, porque esto hará que Venezuela tenga un Gobierno abierto y yo necesito resolver los problemas de la gente ya, crear un proceso de descentralización y un nuevo sistema de salud en Venezuela, porque las leyes venezolanas que controlan el sistema de salud datan del estado petrolero que colapsó.
Es imperativo actualizar las leyes tributarias y las que tienen que ver con la salud y la educación de Venezuela.
¿Usted cree que el chavismo esté dispuesto a fabricar estos pactos con la oposición venezolana?
Ellos tienen que hacer estos pactos, porque además ellos lo justifican en las sanciones, todo el mundo se está justificando aquí con algo y el tema no es quien se justifica sino quien resuelve. Venezuela tiene una crisis de resultados horribles y se echan las culpas unos a otros, pero nadie rinde cuentas y eso es una calamidad.
La palabra diálogo, por cierto, encuentra resistencia en un sector de la oposición venezolana…
A mí me tiene sin cuidado lo que digan los demás, yo estoy demasiado preocupado por el asunto social venezolano.
A esos que dicen ‘espera un momento, vamos a dejar al Gobierno sin plata para que se termine de ir Maduro’, yo les respondo ¿y por qué no pones a pasar trabajo a tu mama? Porque esto tiene nombre y rostro, son niños que se quedarán sin medicinas.
Yo durante 25 años no he votado ni una sola vez por el chavismo ni por el PSUV, empecé mi vida en la política acompañando a Henrique Salas Romer (en las presidenciales de 1998) y ahora resulta que los mismos que me gritaban a mí escuálido, en 2002, me pueden gritar alacrán en 2025.
También es pública su postura contra las sanciones, otro tema que divide a los dirigentes de la oposición venezolana…
La Alianza del Lápiz tiene un proyecto de país bien claro, nosotros creemos que hay que levantar las sanciones, pero también que hay que saber en qué se usará ese dinero en Venezuela y para eso necesitamos generar un esquema de gobierno abierto.
Necesitamos que los ingresos vayan a un fondo transparente, que la gente sepa cuánto está entrando y eso pueda reflejarse en un aumento de ingresos progresivos para los más vulnerables: los pensionados, los niños y los enfermos
Entonces, ¿estima que las sanciones no funcionan para producir cambios?
Si las sanciones funcionaran aquí el presidente sería Juan Guaidó y no Nicolás Maduro, a mí claro que me gustaría un cambio y he trabajado por ese cambio en Venezuela, pero no a cualquier costo.
¿Qué cree que necesita en este momento Venezuela?
Venezuela necesita una transformación, pero no va a haber cambios en Venezuela si no logramos unos pactos de reconciliación. No un selfie, sino algo concreto y serio.
Por ponerte un ejemplo, el país tiene la misma figura presidencial desde el año 1931, el presidente es la figura más anticuada y fuera de tiempo de Venezuela.
Venezuela mantiene las mismas atribuciones para el presidente desde el año 1931, cuando Juan Vicente Gómez le preparó la transición a Eleazar López Contreras. Imagina el atraso en que estamos. Si lo comparas con España, el presidente de Venezuela tiene las mismas atribuciones del rey de España, del presidente de gobierno de España, de los presidentes de las comunidades autónomas y de parte de los alcaldes y de las empresas públicas.
Por eso digo que Venezuela necesita, más que un equipo de abogados, un equipo de arquitectos que nos rediseñe esto, porque necesitamos cambios muy profundos y más desde la ruina del Estado petrolero, algo que es gravísimo.
¿La Alianza del Lápiz, su movimiento, puede impulsar estos cambios?
El Lápiz está planteando una salida diferente, porque Venezuela necesita un proyecto alterno, un proyecto serio de país y eso es el Lápiz.
El Lápiz no es la tercera opción, es una opción firme con un proyecto de país muy claro y con una visión de la política totalmente diferente a la de los dos actores tradicionales de este país, que nos han condenado a 25 años de miseria.
Aspira a ser diputado por la lista nacional, donde hay figuras de la oposición como Henrique Capriles y del chavismo como Jorge Rodríguez ¿Cómo hacer frente a rivales tan dispares en lo ideológico?
El gran rival de los venezolanos en el siglo XXI es la desesperanza, el Lápiz no tiene rival en el PSUV ni en la vieja política venezolana que tiene 25 años fracasando, creo más bien que el gran rival es la desesperanza que tiene el pueblo venezolano y las ganas de abstenerse.
Tomado de CU.
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