Redacción (ALN).- Andrés Manuel López Obrador no le da tregua al magnate Carlos Slim. El presidente electo de México ha vuelto a la carga. ¿El tema? El de siempre. El aeropuerto de México. El megaproyecto de Slim que va a consulta popular. Para que el pueblo decida si se construye o no. Consulta que se inicia este domingo y terminará el miércoles de la próxima semana.
El proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) incluye una inversión de 13.000 millones de dólares. Pero se trata de una obra que ha sido objeto de las críticas del López Obrador candidato, al extremo de enumerar hechos de corrupción, sobrecostos y atrasos, y calificar la obra de “faraónica”. Y críticas del López Obrador presidente electo, que para evitar, quizá, el choque de trenes, ha optado por la vía de la consulta. Con todo, los juicios van y vienen.
Ahora, Andrés Manuel López Obrador descarta que la posible cancelación de la obra “provoque problemas financieros o una devaluación”, según informa la agencia EFE. Hasta ese punto han llegado las conjeturas. Y es que Carlos Slim ha vendido la obra como un megaproyecto que supera en dimensiones al mismo Canal de Panamá. Lo presenta como el aeropuerto imagen del futuro no sólo para México sino para el entorno global. Una obra de proporciones y de impacto clave para la economía mexicana.
López Obrador señala que “no va a suceder nada; para meter miedo se habla de que puede haber desequilibrios macroeconómicos, problemas en la Bolsa de Valores, devaluación”
En un vídeo que subió a las redes, López Obrador señala que “no va a suceder nada; para meter miedo se habla de que puede haber desequilibrios macroeconómicos, problemas en la Bolsa de Valores, devaluación”.
El presidente electo se pregunta: “¿Por qué?”. ¿Por qué no va a ocurrir lo que se pronostica? Pues, se responde a sí mismo: “Porque nos vamos a entender con las empresas contratistas”. Y lo que marcaría un avance, en realidad no lo es, puesto que López Obrador anda en campaña contra el aeropuerto, sigue en campaña, a pesar de que dice en el vídeo que él no tomará partido, que lo que hará es informar, que quiere ser objetivo, eso sí, para que la gente decida. “Hay muchos intereses”, señala el presidente electo.
El plan inicial, vertido en la campaña presidencial, era paralizar el aeropuerto, ya que se partía del hecho de que el proyecto había alcanzado sobrecostos que lo ubican en los 15.000 millones de dólares. Algunos podrían decir equivocadamente que López Obrador ha dado un giro -como lo dio en el tema de la apertura petrolera- al plantear la consulta ciudadana antes que detener la obra con una orden ejecutiva. En cuanto a la apertura petrolera, pasó del punto de revisar a reconocer los 107 contratos entregados en licitación.
A salvo los 107 contratos de la reforma petrolera mexicana
Sin embargo, respecto al aeropuerto, por lo que dice en el vídeo, su posición sigue siendo firme, de clara oposición, denunciando que un jefe militar fue removido de su cargo por suministrar información sobre el aeropuerto de Santa Lucía, que es una de las opciones alternas a la obra de Slim, y denunciando una campaña a favor del nuevo aeropuerto, campaña que incluiría manipulaciones periodísticas. López Obrador anuncia para este jueves una rueda de prensa en la que se ofrecerán detalles de la obra, y que este lunes especialistas franceses también opinarán sobre la misma.
En el vídeo reafirma el retraso de la obra, pero en lugar de que hasta ahora se haya construido el 35% como una vez creyó, señala que el avance es sólo de 20%. Informó un giro en Carlos Slim, quien admitiría que el aeropuerto se construya con costos menores y que él como otro grupo de empresarios podrían hacerse cargo del financiamiento. En consecuencia, señala López Obrador, en ese caso, “sí podíamos considerar la posibilidad de no cancelar la obra”. Pero al fin y al cabo, dijo, es la gente la que va a decidir.
El presidente electo señala que “no son muchas las empresas que están trabajando en el lago de Texcoco, son cinco grandes empresas. Voy a hablar con los empresarios para garantizarles que van a seguir” con sus contratos, reseña por su parte EFE.
Según reporta EFE, más tarde, “durante su participación en la Cumbre de Negocios- Business Summit… López Obrador dijo que al arrancar su gobierno, el 1 de diciembre, implementará un plan de emergencia para disminuir la carga del actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Agregó que “cualquiera que sea la decisión (de la consulta) vamos a tener que intervenir pronto porque en caso de que se continúe con Texcoco se terminaría la construcción en 2024, y si se construyen las dos pistas en Santa Lucía cuando menos son tres años”.
Con estas palabras, el presidente electo no descarta que la consulta le sea adversa. Al punto que “garantizó que respetará los contratos y las inversiones involucrados con el proyecto del NAIM en el lago de Texcoco, por lo que se reunirá con los empresarios antes de que se lleve a cabo la consulta popular para darles certeza al respecto”.
Detalla EFE que “la consulta ciudadana se celebrará entre el 24 y el 28 de octubre, en 538 municipios con 1.073 urnas, para que los mexicanos decidan si se paraliza la construcción de la nueva terminal, impulsada por el presidente saliente de México, Enrique Peña Nieto, y criticada por López Obrador. Las opciones son continuar la construcción del aeropuerto en Texcoco, a 32 kilómetros de la capital mexicana, o cancelarla, y la otra es construir dos pistas en la base militar de Santa Lucía, a unos 45 kilómetros de la Ciudad de México”.