Redacción (ALN).- El antiguo sinónimo de pesca y riqueza petrolera de Venezuela, el lago de Maracaibo, ha sido transformado en un vertedero de desechos plásticos, un fenómeno que agrava la contaminación que ya sufre el cuerpo de agua.
De acuerdo con voceros de la ONG local Azul Ambientalistas, el 90 % de las orillas del lago “están repletas de basura”, en su mayoría plásticos y otros materiales no biodegradables, que llegan allí arrastrados por las 40 cañadas que desembocan en la cuenca marabina.
“Impresiona la cantidad enorme de botellas plásticas y otros desechos que coinciden en este punto con las aguas residuales al desembocar una cañada. Si se desarrollan proyectos de selección de desechos sólidos, esto podría frenarse”, dijo Yohan Flores, director de Azul Ambientalistas en el estado de Zulia.
De igual forma, Flores señaló que los plásticos elevan los niveles de fósforo y nitrógeno en el lago, algo que limita la cantidad de oxígeno y arroja más presión sobre las poblaciones de peces.
En este sentido, el veterinario José Sandoval señaló que esta contaminación representa una seria amenaza al ecosistema y la biodiversidad del lago y que «la muerte de peces es evidente”, lo que dificulta el acceso a los alimentos para las comunidades cercanas.
Asimismo, señalaron que solo la conciencia ciudadana podrá revertir la contaminación producida por desechos.
“Por más que los gobiernos municipal y regional hagan esfuerzos conjuntos para su saneamiento, si no detenemos el vertido de plásticos, difícilmente saldremos de esta situación que apaga la joya natural más grande la región”, señalaron ambos expertos.
Uno de los lagos más grandes de la región
Con una extensión de 13.000 kilómetros cuadrados (5.000 millas cuadradas) en el noroeste de Venezuela, el lago Maracaibo es uno de los lagos más grandes de América del Sur y uno de los más antiguos del mundo.
Aunque se llenó de agua dulce hace miles de años, Maracaibo es ahora un lago estuarino conectado con el Golfo de Venezuela y el Mar Caribe por un estrecho estrecho. Ese estrecho se expandió significativamente en la década de 1930-50 mediante el dragado para el tráfico de barcos.
Ahora, el extremo norte del lago es salobre, mientras que el extremo sur es mayormente fresco debido a los abundantes caudales de los ríos cercanos.