Daniel Gómez (ALN).- La jueza de la Corte de Justicia de Arequipa, Yanira Guitton Huamán, dictó sentencia por WhatsApp. A través del servicio de videollamadas de la aplicación, condenó a un padre que se negaba a pasarle la pensión de alimentos a su hija.
Amador Rosas Carpio se resistía a pasar un subsidio de alimentos a su hija menor. Le adeudaba 5.247 soles, unos 1.360 euros, por las pensiones de los años 2012 y 2015. Por ese impago fue detenido. Lo que ocurre es que lo capturaron en Lima, y no en Arequipa, desde donde se tramitó la denuncia.
Para ahorrarse el traslado (son 15 horas en coche o una hora y media en avión), la jueza del tercer juzgado unipersonal de la Corte de Justicia de Arequipa, Yanira Guitton Huamán, decidió hacer algo innovador: dictar sentencia a través de una videollamada de móvil vía WhatsApp.
Fuentes del Poder Judicial informaron al diario peruano El Comercio que la jueza pudo conversar “directamente y sin interferencias con el procesado, a quien se le juzgó con las garantías del debido proceso”.
La jueza usó el WhatsApp para ahorrarse el traslado de Amador Rosas Carpio a Arequipa
Un insólito juicio que terminó con una condena a Amador Rosas Carpio. Deberá pagar a su hija menor las deudas en seis cuotas de 541 soles (117 euros). También deberá pagar 300 soles (78 euros) de compensación, lo que en Perú llaman reparación civil.
La defensa del acusado aceptó la condena, a pesar de haber presentado un recibo que dice que el acusado pagó 2.000 soles (519 euros) en pensiones de alimentos a su hija.
La sentencia da a Amador Rosas Carpio un plazo de 10 meses de libertad condicional. Si no paga en ese tiempo, ingresará de forma inmediata en prisión. La jueza también dictó que el acusado no debe repetir un delito igual y debe sustentar mensualmente sus actividades.
Otros juicios por videollamada
No hay antecedentes de un juicio por WhatsApp. Pero no es la primera vez que un juez habla con los testigos a través de una videollamada. En Argentina hay varios casos de juicios por Skype. Aunque quizá el más famoso hecho a través de esta aplicación tiene como protagonista a una pareja de México.
La historia la contó la agencia EFE. Alfonso Mejía y Margarita Almaraz son dos indocumentados mexicanos que cruzaron la frontera de Estados Unidos hace más de una década, pero terminaron huyendo temerosos de que les quitaran la custodia de dos de sus cuatro hijos. Estos dos eran niñas.
En su huida, desde Chester, los mexicanos fueron detenidos en California. Los calificaron de “fugitivos” ya que no se presentaron ante un tribunal de Pensilvania que les condenó por malos tratos a sus niñas. Ya en Chester les arrebataron a sus dos hijos mayores por estas mismas acusaciones.
Finalmente, el matrimonio fue liberado sin cargos, pero deportados a México sin la custodia de sus dos niñas. Como no tenían dinero, no pudieron luchar por recuperar a los cuatro hijos, así que se concentraron en los menores.
Con el apoyo de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad de Ciudad de México, la familia logró hacer las diligencias judiciales en una serie de videoconferencias a través de Skype. Así lograron que la Corte de Pensilvania desestimara los supuestos abusos cometidos y ordenara al condado de Chester devolver a las menores a sus padres. En 2011 la familia se volvió a reencontrar.