Daniel Gómez (ALN).- Por la fuerza del discurso. Por lo certero del diagnóstico. Por el nivel de oratoria. Por todo, se ha hecho viral el vídeo en el que Kelvyn Rannyer Oliveros Solís, sargento segundo e infante de la marina venezolana, explica por qué la Fuerza Armada debe ponerse del lado de Juan Guaidó. Habla tan claro que incluso podría confrontar al mismísimo Vladimir Padrino López, el general que sostiene a Maduro.
Es militar. Es venezolano. Es sargento segundo e infante de la marina de la Quinta Brigada Capitán de Fragata José Tomás Machado, en Ciudad Bolívar. Su nombre: Kelvyn Rannyer Oliveros Solís. Su carnet: 18764. Su objetivo: recuperar la democracia en Venezuela.
Oliveros es un joven militar que se ha hecho viral en los últimos días. Casi que se ha convertido en la persona que mejor ha explicado los planes del equipo de Juan Guaidó para la Fuerza Armada. Y se ha hecho viral no sólo por el mensaje, sino por la fuerza que trasmite su discurso, por la claridad de la explicación, y por lo certero del diagnóstico.
El sábado, mientras la policía de Nicolás Maduro y sus paramilitares, los llamados colectivos, impedían la entrada de la ayuda humanitaria en la frontera, este sargento difundió por las redes un vídeo explicando por qué la Fuerza Armada tiene que ponerse del lado de Guaidó, por qué aquellos que abandonaban el cuerpo no son desertores, y por qué el régimen de Maduro es una dictadura.
“Hermanos y compañeros, no se llama desertores a aquellos que se pongan del lado de la Constitución. Son las palabras del presidente interino Juan Guaidó, en este momento el comandante en jefe de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. No es desertor aquel que se ponga al lado de la Constitución. No tengan miedo”.
Antes de comenzar con el discurso, Oliveros mostró sus credenciales. Los diplomas que le certifican como sargento segundo e infante de la marina. Su corte de pelo, rapado por los lados, también lo delata como militar. Así como su presentación, dicha de carrerilla como si la hubiera repetido mil veces. Académica. Militar.
Con la firmeza con la que se presentó también embistió contra Maduro: “¿Qué gobierno con dignidad se apoya en colectivos, hermano? Ninguno”. Preste atención a la última pregunta. A la última palabra antes del interrogante. “Hermano”. La dijo hasta tres veces. Es su forma de conectar con el público. Con su audiencia: los militares.
“Hermano. Yo los invito. Pónganse del lado de la Constitución”, agregó.
En el momento en el que grabó el mensaje, “más de 25 guardias y policías nacionales” se habían puesto del lado de Guaidó. Este martes, tres días después de aquello, Migración Colombia reportó que al menos 270 efectivos militares habían abandonado a Maduro. ¿A cuántos habrá convencido Oliveros?
Capaz de confrontar a Padrino López
La claridad del discurso de este sargento es digna de elogio. Mira a la cámara. Habla de carrerilla. Sin leer. Estar sosteniendo el móvil no le impide gesticular. Señalar. Ser absoluto. Rotundo cuando toca.
“No les estamos pidiendo que arriesguen su vida tomando un comando, disparando del comando. No -dijo subiendo el tono y apuntando con el dedo-. Simplemente abandonen esa dictadura. Les recuerdo que hay una ley de amnistía. Y eso es dicho por el mismo presidente, Juan Guaidó, comandante en jefe”.
“Hermanos y compañeros, no se llama desertores a aquellos que se pongan del lado de la Constitución. No es desertor aquel que se ponga al lado de la Constitución. No tengan miedo”
Los militares no sólo son hombres de armas. También son oradores. Algunos muy buenos. Como es el caso del ministro de Defensa del régimen, el general Vladimir Padrino López.
En la intervención del general el pasado miércoles demostró por qué es un hombre de poder. Señaló sin tapujos al mismísimo Donald Trump, presidente de Estados Unidos. Le atacó. También demostró que él mismo es un líder. Convenciéndose, y convenciendo de que, en la Fuerza Armada, al menos en el alto mando, no hay fracturas. Hay unión. Hay solidez. ¿Quién puede hacerle frente?
Padrino López demostró autoridad ante los suyos. De eso no hay duda. Pero no es una autoridad unánime. Porque entre sus filas hay quienes pueden discutírsela. Y uno de ellos es el sargento segundo e infante de la marina de la Quinta Brigada Capitán de Fragata José Tomás Machado.
“¿Por qué el alto mando militar está rodilla en tierra con el dictador Nicolás Maduro? Porque ellos están implicados en todos esos robos. ¿Por qué dicen que le quiten el bloqueo de sus cuentas de fuera del país? Porque todo ese dinero es robado por ellos. Robado de nuestra nación. Por eso están defendiendo al dictador. Porque también están implicados”.
Esta explicación, hecha por Olivares, bien pudo hacer tambalear el discurso que defiende Padrino López. Y es que este joven sargento, de forma espontánea, movido por la rabia, el amor a su país, ha sido capaz de conectar con los venezolanos. Ilusionarles. Alentarles. Demostrarles a sus “hermanos” que sí se puede.