María Rodríguez (ALN).- La operadora Claro, de Carlos Slim, y la firma OneClick, del expiloto de Fórmula 1 Juan Pablo Montoya, lideran la vuelta del teléfono de Apple a las tiendas argentinas a partir de este viernes. La exigencia de Cristina Fernández de Kirchner de fabricar los dispositivos en Tierra de Fuego forzó su salida. El último iPhone que se vendió de forma legal en Argentina en una tienda física fue en 2011. Era el modelo iPhone 4s y había sido lanzado en 2010. Seis años después, el teléfono de Apple regresa al país latinoamericano. Llega con sus últimas creaciones, el iPhone 7, el iPhone 7 Plus y el iPhone 6s, lanzado en septiembre de 2016. Todo ello a partir de este viernes.
La operadora Claro, filial de América Móvil en Argentina -propiedad del multimillonario mexicano Carlos Slim– anunció que lo comercializaría en exclusiva, al menos el primer mes. Sin embargo, ya hay otros distribuidores que también aseguran su venta física desde el mismo día que Claro. Es el caso de la distribuidora estadounidense OneClick, de la que es socio gerente el expiloto colombiano de Fórmula 1 Juan Pablo Montoya.
Medio millón de iPhones llegaron de contrabando a Argentina en 2016, según el rotativo ‘La Nación’
“La vuelta de iPhone al mercado [argentino] es, sin duda, una importante noticia para los más de 20 millones de clientes de la compañía”, señaló al respecto Fernando del Río, director comercial de Claro Argentina, en un comunicado. Además, el ejecutivo apuntó que el desembarco oficial de los equipos de Apple implica que “cuentan con garantía oficial y servicio técnico, así como financiación en cuotas”.
La exigencia de Kirchner de fabricar los iPhones en Argentina forzó la salida de Apple / Flickr: Ministerio de Cultura de la Nación Argentina
La compañía estadounidense abandonó hace seis años el país por las trabas a las importaciones y porque se negó a fabricar sus dispositivos en Tierra de Fuego, como exigió el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en 2009. Otros competidores como Samsung sí aceptaron, según recuerda Bloomberg. El medio estadounidense apunta igualmente que Apple decidió volver a Argentina por la voluntad del presidente actual, Mauricio Macri, de reabrir las puertas al comercio global.
En el último año, medio millón de iPhones llegaron de contrabando al país, según fuentes de la industria citadas por el diario argentino Clarín. Esta cifra contrasta con los 106.000 que se vendieron en Argentina entre 2008 y 2010. Además, el rotativo indica que entre 2008 y 2013 todas las operaciones de Apple para América Latina, a excepción de México y Brasil, se monitoreaban desde Argentina, donde había unas 30 personas trabajando para la multinacional estadounidense.
Más vendedores implicados
La firma estadounidense OneClick, distribuidora oficial de Apple, desembarcó en Argentina hace escasos meses con la apertura de cuatro tiendas, que hasta el día D no están autorizadas a vender iPhones. La compañía espera abrir unos 40 establecimientos hasta el 2019 y compatibilizará la venta de teléfonos y otros dispositivos de la marca de la manzana con el servicio técnico oficial.
“Apple está regresando al país y nos entusiasma ser uno de los ‘partners’ elegidos. El plan de expansión es muy agresivo no solo en Buenos Aires, sino también en el interior”, contó al diario argentino La Nación Juan Pablo Montoya, socio gerente de OneClick, desde la casa matriz en Miami (EEUU).
Bloomberg señala que la vuelta de Apple a Argentina se debe a la voluntad de Macri de abrir las puertas al comercio global
“Nuestra clientela estaba hasta ahora desprotegida, porque el teléfono no se comercializaba, no se le podía ofrecer servicio”, detalló Mariano Turinetto, gerente de OneClick en Argentina, al rotativo La Nación.
La distribuidora estadounidense es el único jugador que llega del exterior. Otros partners elegidos para este regreso son las compañías argentinas de tecnología Frávega y Garbarino.
Aunque Apple tiene como norma esperar el día del lanzamiento para anunciar el precio de sus dispositivos, Bloomberg y La Nación publican que el iPhone costará hasta un 25% más caro que su precio regular, debido a los impuestos por importación. La firma vende el iPhone 7 desde 749 dólares (702 euros) y el iPhone 7 Plus desde 869 dólares (814 euros).