Daniel Gómez (ALN).- En Cuba cuesta 25 dólares mensuales cuatro gigas de datos de tercera generación. Es lo mismo que el sueldo promedio en la isla. Por ese dinero, en España, donde se cobra mucho más, se puede contratar fibra óptica para la casa, cinco gigas de datos a máxima velocidad, más llamadas ilimitadas.
Para muchas personas, el teléfono móvil es como una extremidad más. Anexa a la mano. Inseparable. Indispensable. En Cuba ya comienza esta especie de mutación dado que el acceso a internet móvil acaba de llegar. Eso sí, no con las mejores prestaciones.
Ectesa, la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, envió este jueves un mensaje a todos los ciudadanos. “Usted puede acceder a los Servicios de Internet. Para comprar las ofertas marque *133”, rezaba el texto.
El mensaje se recibió con mucha expectación. De inmediato, muchos cubanos lo compartieron por las redes sociales. Para ellos era un momento histórico. Por fin Cuba tenía internet móvil. Llegaba con una década de retraso, pero llegaba. Y eso ya era suficiente. Sin embargo, los problemas no tardaron en aparecer.
Cuando realizaron la llamada y escucharon las ofertas, se echaron las manos a la cabeza. Ectesa les decía que el nuevo servicio costará dos pesos cubanos por mega consumido, y que se ofrecerán paquetes de datos que van desde 168 pesos por 600 megas al mes hasta 720 pesos por cuatro gigas.
Tarifas muy costosas
Cabe destacar que el salario medio en Cuba es igual al paquete de datos más caro. Esto al cambio equivale a unos 25 dólares. Es decir, el internet móvil es caro. Muy caro. Por ese dinero en España -donde el salario mínimo son 970 dólares- es posible contratar 300 megas de fibra para la casa, llamadas ilimitadas, y cinco gigas de datos móviles a máxima velocidad.
“Es una ofensa al pueblo por lo caro”, apuntó en Twitter el ciudadano Yankiel Gutiérrez. Y como él, otros cubanos clamaron por el precio de las tarifas en la red social.
Para darse cuenta de lo que está ocurriendo considere lo siguiente. Usted posiblemente esté leyendo esta noticia desde el móvil. Si es así, y tiene activados los datos, sepa que un minuto en la página consume un mega de internet.
Si mientras está leyendo escucha alguna canción de Spotify, considere que cada dos minutos está gastando otro mega más. A continuación, imagine que luego de leer la noticia abre YouTube y ve un vídeo de 10 minutos. Sepa entonces que gastará 30 megas más.
Quienes tienen internet en el móvil saben que los datos vuelan. En una semana es posible que esa tarifa mínima que ofrecen a los cubanos se haya esfumado. Para suerte de su bolsillo, no es internet de cuarta generación el que acaba de llegar a Cuba. Ese sería más caro y consume más datos.
Las redes de la isla son de tercera generación. Esta tecnología nació de forma experimental en América Latinaen 2001. Fue en 2006 cuando las operadoras llevaron a las capitales este servicio, por así decirlo, de forma generalizada.
En esas capitales lo que hay ahora son redes de cuarta generación. Las que permiten ver una serie de Netflix sin interrupciones mientras se está en la calle. Incluso, en Bogotá, se supo que este jueves empezaron a experimentar, por primera vez en Suramérica, con quinta generación. Las redes que permitirán conectar a internet objetos cotidianos como las neveras, las farolas y los semáforos.
Oportunidades de negocio y de independencia
En Cuba tienen que conformarse con lo básico. Con intercambiar mensajes de forma instantánea. Con usar redes sociales sociales que no consuman mucho. Con reproducir contenido multimedia, pero poniéndolo en baja calidad.
Es un sistema arcaico, lento, y a precio de oro para los cubanos. Sí. Pero de momento no ha reportado problemas. No se ha caído. Tampoco reportan denuncias de censura más allá del precio, inaccesible para la mayoría.
“Espero que este nuevo servicio de internet en los móviles potencie el emprendimiento, el activismo y el flujo de información libre, para que este mapa se llene de señales, servicios, periódicos online. Independencia. Falta que nos hace”
Aun así, quienes puedan costearse un servicio de datos decente, tendrán acceso a información. A noticias del mundo exterior. De su propio país. Y también, a nuevas formas de ganar dinero (aunque sin olvidar que en Cuba todas las empresas pasan por el Estado).
Ya la periodista Yoani Sánchez, directora de 14ymedio.com, advirtió sobre esto en Twitter. “Espero que este nuevo servicio de internet en los móviles potencie el emprendimiento, el activismo y el flujo de información libre, para que este mapa se llene de señales, servicios, periódicos online. Independencia. Falta que nos hace”.
En ese mismo tuit compartió una foto. Era de la aplicación de transporte Uber. “Ninguno a la redonda”, apuntaba en referencia a los coches, que no había.
¿Será qué el internet móvil impulsará este tipo de negocios? Quizá sí. Al menos el régimen cubano da acceso a las redes y no decía aquello que se le atribuyó al castrismo: “el internet es la gran enfermedad del siglo XXI”.
El presidente, Miguel Díaz-Canel, está haciendo de la digitalización cubana una prioridad en su discurso. De ello habló con el mandatario español, Pedro Sánchez, en su reciente visita a La Habana. Y de ello habló hace dos meses en Nueva York con empresarios de Google, Microsoft y Bloomberg, entre otras tecnológicas.