Redacción (ALN).- La cada vez mayor animosidad entre Rusia y la OTAN, impulsada por la invasión que ordenó el presidente Vládimir Putin a Ucrania, ha hecho que el mundo vuelva a temer en que es posible una guerra nuclear entre potencias.
A inicios del pasado diciembre, cuando las operaciones rusas en Ucrania no tenían la magnitud que ahora tienen, la comunidad científica alertó que el llamado «reloj del apocalipsis», esa especie de metáfora que intenta llevar los focos a una posible catástrofe de la humanidad por causa de la guerra, estaba al límite precisamente por el conflicto en suelo ucraniano.
«Las armas nucleares siguen siendo la amenaza más inmediata y catastrófica para la Humanidad», dijo entonces el presidente de la Royal Society de Londres, el astrofísico Martin Rees.
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Ahora la comunidad científica se ha propuesto ir más lejos y apuntar, video en mano, cuáles serían las consecuencias para el mundo de una guerra nuclear.
Extinción masiva, la consecuencia de una guerra nuclear
Una guerra nuclear desataría un evento de extinsión masiva tan feroz como el que vivieron los dinosaurios hace 65 millones de años. Pero las muertes no llegarían de manera instantánea, sino que habría un tortuoso lapso de cerca de 12 meses en los que, vivas donde vivas, las consecuencias del conflicto te abrazarán.
Como es previsible, los primeros en setir los rigores de la guerra serán los ciudadanos de los países involucrados: Rusia, Ucrania, Estados Unidos y los países europeos de la OTAN.
Las primeras detonaciones, calculan los científicos, dejarían unos 90 millones de muertos de forma inmediata. El número hace palidecer a los datos que arrojaron las explosiones nucleares en Hiroshima y Nagasaki.
Pero la cosa no acaba acá. Tras las explosiones iniciales, los sobrevivientes se enfrentarán al colapso de los sistemas sanitarios, la escasez de agua y alimentos y la lluvia radioactiva, capaz de matar a varias millones de personas más.
Para complicar aún más el panorama, el polvo y las cenizas de los bombardeos cubrirán la atmósfera de la Tierra por años -las estimaciones más conservadoras calculan que al menos tres-, lo que bloqueará los rayos del sol y causará la muerte de las plantas, incapaces de hacer la fotosíntesis.
Sin plantas, se calcula que el 90 % de las especies animales de Tierra perecerán de inanición.
El ocaso del hombre
Se calcula que en apenas un año cerca de 900 millones de personas perderían la vida por el conflicto. El número de muertes que se produzcan luego es incierto, aunque será muy elevado, teniendo en cuenta el colapso de la civilización.
Los seres humanos que sobrevivan a ese primer año tampoco la pasarán muy bien. En primer lugar, alimentarse será una tarea titánica, en la que las personas emplearán todo su día.
Además, la falta de luz solar enfriará la Tierra de manera considerable sumiendo al mundo en otra época glaciar, aunque esta vez por causa del hombre.
Y como si esto fuera poco, el desarrollo y la cultura que la humanidad ha acumulado durante miles de años se perderán y la inestabilidad y los desórdenes por causa de la caída de gobiernos e instituciones podrían durar décadas e incluso siglos.
Será, sin dudas, el ocaso del reinado del hombre en la Tierra.