Antonio José Chinchetru (ALN).- El independentismo catalán plantea un ‘otoño caliente’, pero lo hace en una situación de debilidad política y desconcierto. Está fracturado entre quienes siguen apostando por el enfrentamiento y el discurso radical, con Carles Puigdemont y Quim Torra a la cabeza, y aquellos que defienden una vía gradual y de aparente moderación. Es la postura dominante en ERC. El hecho de que el líder de este partido, Oriol Junqueras, esté en prisión puede tener una influencia directa en este cambio de estrategia, según analistas consultados por ALnavío.
El independentismo catalán tiene dos debilidades: “inexistencia de una estrategia clara y vacío de liderazgo”. El análisis procede de las propias filas separatistas. Lo sostiene el periodista Francesc-Marc Álvaro, considerado uno de los más afines al Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT) de Carles Puigdemont y Quim Torra, en un artículo titulado “Pinchar el globo” publicado la semana pasada en La Vanguardia. Este análisis es confirmado por diversas fuentes y analistas consultados por ALnavío.
El separatismo no renuncia a su ‘otoño caliente’ según se acerca el primer aniversario del referéndum ilegal del 1 de octubre y cuando está próximo el inicio del juicio oral de los políticos independentistas acusados de rebelión, sedición y malversación (Ver más: Arranca el ‘otoño caliente’ del independentismo catalán). Pero la estrategia de confrontación y movilizaciones callejeras ya no es compartida por todos los sectores secesionistas. Por esa vía apuesta sobre todo el PDeCAT y los denominados Comités de Defensa de la República (CDR). Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), el partido que presionó a Puigdemont para que siguiera en la vía de la unilateralidad es ahora la formación que opta por una estrategia más moderada. No renuncia a los objetivos, pero sí al modo de lograrlos y amplía los plazos.
Francesc de Carreras, catedrático emérito de Derecho Constitucional de la Universidad Autónoma de Barcelona, dijo a ALnavío que en el nacionalismo “hay una cierta desorientación”. Destacó que “existen diferentes posiciones dentro de la antigua Convergència (el actual PDeCAT), con algunos que apoyan a Puigdemont y otros que no lo hacen. Y a eso se suman las diferencias muy claras entre PDeCAT y ERC”.
Francesc de Carreras: “Esquerra cree que esto va para largo, que la vía de la insurrección les ha fallado”
En opinión de Carreras, “Esquerra sí cree que esto va para largo, que la vía de la insurrección les ha fallado”. El catedrático señala que “desde hace meses ERC apuesta por una estrategia más pragmática”. Fecha el cambio de postura de ERC en la entrada de su líder, Oriol Junqueras, y otros dirigentes del partido en prisión acusados de rebelión, sedición y malversación. No entra, sin embargo, a valorar si una cosa está vinculada con la otra.
Sí establecen esa relación fuentes del Partido Popular de Cataluña (PPC) que han hablado con este diario. “Lo que Junqueras quiere ahora es buscar un escenario de pacto, tanto en Madrid como en Cataluña, que permita que cuando haya condenas se puedan producir indultos. Junqueras quiere salir de la cárcel”, afirman. Las fuentes añaden que desde Esquerra consideran que el indulto, que es una atribución gubernamental, “puede ser posible con un gobierno de coalición del PSOE con Podemos que tenga a ERC de socio preferente”.
Cambio de papeles entre PDeCAT y ERC
Ha habido un cambio en el independentismo. ERC ha pasado a ser la formación defensora de la moderación y el PDeCAT, o al menos sus principales dirigentes, los que alimentan la confrontación directa con el Estado. A este respecto, el portavoz de Tabarnia, Jaume Vives, dijo a ALnavío: “Incluso los históricos independentistas, los que se encargaban de empujar a los autonomistas de Convergència, son los que ahora están diciendo que no hay una mayoría para ir por todas, que no se puede pisar a la otra mitad de la población”.
El vicepresidente de Empresaris de Catalunya, Carlos Rivadulla, comparte este análisis. En conversación con este diario dijo: “Han cambiado las cosas en el independentismo. ERC ha pasado de presionar a Puigdemont para que saque adelante la declaración de independencia a decir que unilateralmente no hay camino. Ahora defiende que lo que sea tiene que negociarse y debe hacerse dentro de la legalidad y pactado”. Destacó que “el procés tuvo mucho de competencia entre ellos para ver quién era más radical y más independentista. Se fueron calentando unos a otros y todo fue in crescendo. Ahora parece que ERC ya no quiere competir ahí”.
Carlos Rivadulla: “Puigdemont toca las narices porque le interesa, no tiene otra cosa que hacer y es la justificación de por qué se fugó”
Quienes defienden ahora las posturas más radicales son el presidente de la Generalitat y su antecesor prófugo de la justicia. “Tenemos a Puigdemont tocando las narices, porque le interesa, no tiene otra cosa que hacer y es la justificación de por qué se fugó”, dijo Rivadulla. Las fuentes del PP catalán señalan algo similar: “Puigdemont y Torra buscan la confrontación total. Saben que en cuanto cambie la cosa el fugado ya no será nadie, y tampoco el actual presidente de la Generalitat”.
A pesar de que es afín al PDeCAT, Francesc-Marc Álvaro reprochaba en su artículo a Quim Torra que se niegue a asumir que el independentismo no tiene la mayoría social en Cataluña. Escribía: “Es preocupante que el president Torra admita como si nada que no quiere asumir la realidad más evidente, porque eso alimenta el malentendido, la confusión y el autoengaño. Hay personas que, de buena fe, dan crédito a esta lectura errónea del país que tenemos, y de esta manera se mantienen en una burbuja que rechaza todo argumento que no confirme las expectativas que proporciona un destilado tranquilizador de pensamiento mágico y voluntarismo acrítico”.
Carlos Rivadulla considera que, a pesar de la fractura del independentismo y la debilidad que esta le genera, el Gobierno de España no debe bajar la guardia. “No tienen fuerza, moral ni energías para enfrentarse otra vez al Estado y a la legalidad. Están buscando una oportunidad, el momento”, sostiene. Sin embargo cree que hay que “estar preparados” ante cualquier posible movimiento por parte de los sectores más radicales. “Si fuera Pedro Sánchez estaría preparado para aplicar el artículo 155 ante el primer acto claro de desobediencia”, señala el vicepresidente de Empresaris de Catalunya.