Ernesto J. Tovar (ALN) .- Tras un difícil primer año por la lucha política interna, la corrupción de Odebrecht y el enfriamiento de las expectativas económicas, el Gobierno de Pedro Pablo Kuczynski parece estar encontrando la manera de reactivar la economía peruana, resaltando el crecimiento de la inversión tanto pública como privada, y del consumo.
La llegada de Pedro Pablo Kuczynski (PPK) a la Presidencia de Perú generó expectativas muy altas sobre el desempeño de la economía. Pero después de 15 meses y de una desaceleración del crecimiento aderezada con escándalos de corrupción, luchas políticas con la oposición fujimorista y desastres naturales, el Gobierno de PPK parece estar empezando a ver los primeros resultados positivos que, cuando menos, invitan al optimismo entre analistas, pese a las feroces críticas internas a su administración.
El mandatario peruano aseguró hace pocos días que “la reactivación económica está en plena marcha. El Perú es uno de los países que más crece en Sudamérica, el que mayor inversión pública presenta y el que menores tasas de inflación registra”.
Los datos lo acompañan. El Banco Central peruano maneja números de alza de 20% en la inversión pública en septiembre pasado, y en octubre rondaría 29%. Para Julio Velarde, presidente del ente emisor, “la recuperación está viniendo bastante rápido. Son más que brotes verdes”.
PPK ha podido sobrevivir -aunque con una aprobación que ha descendido de 50% hasta alrededor de 25%- a la dura pugna que ha significado un Congreso dominado por el fujimorismo, y que, pese a intentos de negociación con Keiko Fujimori -líder opositora-, ha sido una fuerza que ha minado de obstáculos y enfrentamientos la relación con el Ejecutivo.
PPK: “Perú es uno de los países que más crece en Sudamérica, con mayor inversión pública y menor inflación”
Sin embargo Kuczynski, a veces muy campechano y sin medir tanto el eco de sus palabras, fue más aventurado al apuntar hace unos días que “vamos a recuperar el tiempo que se perdió en los últimos tres años de baja inversión pública pese a los grandes esfuerzos que se hicieron”.
En lo correspondiente a la inversión privada, que durante 14 trimestres se contrajo, los números de julio y agosto revelan un alza de 7,8%. En ese lapso la minería, actividad clave para la economía peruana, tuvo un crecimiento de 22% en su inversión total, mientras que la exploración minera creció 39% en términos anuales.
El Banco Central peruano también informa que entre junio y agosto la demanda interna creció casi 9%, llegando a 11% en agosto. Aquí merece la pena mencionar el crecimiento de 6,7% en las ventas de vehículos nuevos entre enero y septiembre, llegando a 134.545 unidades, un contraste respecto al descenso de casi 2% que se produjo entre 2015 y 2016.
Asimismo, se registra una ampliación superior a 4% en la demanda de cemento, señal del fortalecimiento de la actividad de construcción.
En palabras de Kuczynski, fuera de Perú se aplaude su gestión en el apartado económico, mientras que localmente “uno viene acá y se encuentra con editoriales que opinan como si viviéramos nuevamente en los años 80”, cuando el país estaba asolado por la hiperinflación y el terrorismo de Abimael Guzmán y Sendero Luminoso. Para PPK esa es una evaluación “injusta”.
El estímulo fiscal
El PIB peruano, si bien ha crecido a menores tasas, no se ha contraído pese al choque externo de la caída de los precios de las materias primas. Y la capacidad para resistir ese efecto negativo en los commodities se debe en parte al espacio fiscal con que cuenta el país en medio de marcos y políticas económicas propicias para la estabilidad y la solidez.
Velarde manifestó hace un par de semanas que “la idea de siempre era que el impulso fiscal haga crecer la demanda para que se estimule la inversión privada y ya estamos viendo señales de recuperación en el gasto privado”.
Esto ha sido reconocido en un papel de trabajo del economista Francisco Roch, publicado por el FMI, donde se subraya que, en Chile y Perú, pese a la desaceleración del crecimiento del PIB, éste “resistió al choque de la caída de las exportaciones. Aún con menor avance, se ha mantenido en positivo y ya empezó a recuperarse en Perú”.
Julio Velarde, presidente del Banco Central peruano: “Estamos viendo señales de recuperación en el gasto privado”
Se considera que la flexibilidad fiscal de la economía chilena y la peruana probablemente contribuyó a suavizar el ajuste por los menores ingresos de exportaciones minerales, con mayor espacio para contrarrestar el impacto negativo de los precios en descenso.
No obstante, el FMI, tras su última visita de inspección rutinaria a Perú, considera que, aunque el Gobierno ha introducido varias reformas estructurales para modernizar la economía, aumentar la formalidad y elevar el potencial de crecimiento, la actual coyuntura tiene dificultades tanto domésticas como externas.
El Fondo menciona específicamente “el escándalo Odebrecht, unas de las peores lluvias y deslizamientos en más de 50 años, la falta de mayoría oficialista en el Congreso y una significativa incertidumbre respecto a Estados Unidos y el posible crecimiento global del proteccionismo”.