Oscar Medina (ALN).- Los esposos Adriana Chardí y Martin Loeffler decidieron proponer su sueño al público: Awakening, un hotel asentado en un lugar “mágico”, con habitaciones diseñadas como capullos en pleno contacto con la naturaleza. Un planteamiento de reposo y desconexión.
La propuesta es seductora. Especialmente para los viajeros que buscan algo más allá de hoteles de playa con concursos de baile en la piscina. La fundadora, Adriana Chardí, lo explicó así en una entrevista en 2017: “Lo definimos como felicidad. Para nosotros el tener una plenitud, un desarrollo personal, es el camino hacia una vida feliz, por lo que decidimos crear un concepto hotelero, en el que el hotel sea el pretexto para que pudiéramos tener ‘despertares’, hacia las cosas que tenemos dormidas a nivel personal, que pueden ser el amor, la pasión, la creatividad, el sexo, el liderazgo, la familia, los amigos y crear un lugar donde la gente tenga una conexión consigo mismo y después pueda llegar a su casa y expandirlo”.
Ese es el eje central de Awakening Hotel, un planteamiento de reposo y desconexión: sin discotecas, sin “hora loca”, sin tentaciones tecnológicas, sin aquello de “ver y dejarse ver” y con la promesa de encontrar la ruta a una experiencia feliz. El Awakening se construye en un lugar especial: a orillas de la Laguna Nopalitos, en la costa caribeña de México, muy cerca de Tulum (Riviera Maya) y al borde mismo de Sian Ka’an, la mayor reserva de biósfera de ese país que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Por esa ubicación, pese a estar en una de las zonas de mayor crecimiento turístico del continente, no hay allí grandes desarrollos urbanos ni hoteleros. Lo que hay es naturaleza. Y esa laguna que es descrita en la web: “Parece una playa del Caribe, pero en realidad es un ‘cenote’ lleno de agua dulce cristalina. Alimentado por uno de los sistemas de ríos subterráneos más grandes del mundo, está rodeado de extensos y deshabitados manglares y selvas”.
“Un ‘cenote’ es un pozo o estanque natural de agua dulce abastecido por un río subterráneo. En el caso de Laguna Nopalitos, un asteroide fracturó la superficie de la Tierra y creó este cuerpo de agua dulce que está conectado al mar a través de ríos subterráneos”, añade la web: “El sitio de Awakening ocupa 230 metros de la costa de Laguna Nopalitos y contiene otros siete cenotes más pequeños que encontramos en la selva. El agua de un cenote proporciona algas ricas en vitaminas y minerales que nutren la piel, mientras que también proporciona aventura y diversión para muchas actividades de deportes acuáticos”.
Promesa rentable
Acorde al lugar -calificado de “mágico”- va el diseño del hotel. Las habitaciones son “capullos”, mejor dicho, “cocoons”, concebidos a partir del estudio de formas naturales. Algo que identifican sus creadores como la “geometría sagrada”.
Cada “cocoon” se eleva a cierta altura en la arena frente al cenote y el mar y su forma hace posible la idea de un refugio en contacto directo con la naturaleza y los elementos que puede igualmente cerrarse para lograr total intimidad.
El proyecto cuenta con 12 de estos módulos con forma de capullo y una distribución interna esencial: área de dormitorio, de estar e instalaciones de aseo. No hay mármol, no hay aire acondicionado ni mobiliario sofisticado. Un medio especializado en arquitectura traza una descripción del diseño de la firma Arquitectura en Movimiento: “La geometría de este objeto se realiza mediante una serie de curvas de bambú que giran alrededor de un eje central a modo de trompo. En el nivel principal, es decir, a tres metros sobre el suelo, su diámetro es de cinco metros, mientras que la base a nivel del suelo tiene un diámetro de un metro. En el nivel superior y arriba del entrepiso, el agua de lluvia se recolecta y almacena para el consumo doméstico, esto reduce la demanda de agua potable, difícil de suministrar a esta área. Estas unidades están conectadas por medio de elementos verticales y puentes colgantes”.
“El programa de amenidades se complementa con varios elementos que guían la interpretación del proyecto: la forma del área de recepción recuerda a un nido de colibrí, el restaurante es un caracol de mar, mientras que la estructura que contiene el cuarto de usos múltiples emula un caparazón de tortuga y la piscina tiene la forma y la textura de un nido de pájaro abierto”. Y explican: “Las instalaciones se resuelven dentro de pequeños módulos geométricos”.
Proyectado para autoabastecerse de energía por medio de turbinas eólicas y paneles solares, el concepto incluye igualmente su propio sistema de tratamiento de aguas. La web de Awakening hace énfasis en el cuidado del delicado entorno: “Estamos implementando altos estándares de sustentabilidad en nuestro diseño arquitectónico, construcción y operación para minimizar el impacto ambiental. Nos esforzamos por ser un líder en el área de operación hotelera sostenible en la Riviera Maya. El uso de energía limpia, las estrategias de reducción de desechos y el tratamiento de aguas de alta gama nos permitirán minimizar el impacto ambiental. Los materiales de construcción de bajo impacto son sólo un elemento de nuestra estrategia de sustentabilidad”.
Awakening también es un proyecto interesante en otro sentido: el financiamiento arrancó con una campaña de crowfunding que permitió recaudar poco más de 78.000 dólares de personas entusiasmadas con el concepto del hotel, que busca conectar al huésped con la felicidad, y que aportaron fondos a cambio de convertirse en los primeros visitantes de este sueño compartido por la pareja de esposos Martin Loeffler y Adriana Chardí que debería estar operativo a principios de 2019.
¿Demasiado hermoso para ser verdad? Muchos ya demostraron que creen en lo que propone esta pareja: “Creamos y difundimos la felicidad, para nuestros huéspedes, nuestros empleados, nuestro entorno y también para nosotros mismos. Entonces, más allá de un gran momento alejado de la vida cotidiana, brindamos la oportunidad de participar en experiencias de despertar que promueven el bienestar físico, emocional y espiritual. Nuestros huéspedes eligen el nivel y la profundidad de su experiencia, que puede pasar de ‘simplemente unas vacaciones divertidas y relajantes’ a programas de bienestar personalizados, diseñados por nuestros entrenadores personales de desarrollo y felicidad, para que todos puedan llevarse una felicidad constante a casa”.