Redacción (ALN).- En menos de un año, Eduardo Bolsonaro, diputado e hijo del presidente de Brasil, ha ocasionado dos desencuentros diplomáticos con China. En marzo por afirmar que el coronavirus fue creado por los chinos, y ahora por decir que la tecnología 5G que se va a implementar en Brasil la usa el Partido Comunista chino para espiarlos. Pekín respondió diciendo que o Eduardo Bolsonaro modifica su actitud, o Brasil “soportará las consecuencias”.
Parece que el arrepentimiento de Eduardo Bolsonaro, diputado e hijo del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, llegó tarde.
Arrepentimiento por sus críticas a China. En un tuit que luego borró, dijo que Brasil apoya “la Clean Newtork, lanzada por el gobierno de Donald Trump creando una alianza global para un 5G seguro, sin espionaje de China”. Esto último, en alusión al proyecto de telecomunicaciones que las firmas Huawei y ZTE quieren implementar en Brasil. En tuits anteriores, Eduardo Bolsonaro calificó a estas empresas chinas como “enemigas de la libertad”, pues, según el diputado, se ponen al servicio del Partido Comunista chino.
Aunque Eduardo Bolsonaro se autocensuró, China decidió responder este martes. En un tuit de su embajada en Brasil, dijo que el comentario del diputado “es totalmente inaceptable”.
“Manifestamos una fuerte insatisfacción y un vehemente repudio a este comportamiento”, agregó, advirtiendo que desde Pekín iniciaron “una gestión formal” como consecuencia de este desencuentro.
La embajada de China en Brasil también recordó que personalidades de ese país, no sólo Eduardo Bolsonaro, “se dejan llevar por la retórica de la extrema derecha estadounidense”. Una actitud que, o modifican, o “soportarán las consecuencias negativas de cargar la responsabilidad histórica de perturbar la normalidad de la alianza China-Brasil”.
No hay que olvidar que China es el primer socio comercial de Brasil, aportando más de 22.000 millones de dólares en lo que va de 2020 en concepto de importaciones, por lo que este no es un problema menor para el país latinoamericano.
Tampoco hay que olvidar que la relación entre Pekín y Brasilia ya se vio debilitada a principios de año precisamente por Eduardo Bolsonaro, cuando culpó “a la dictadura” china de haber creado el coronavirus.
“Quienes recuerden lo que pasó en Chernobyl entenderán lo que pasó aquí. Sustituyan la central nuclear por el coronavirus y a la dictadura soviética por la china. Una vez más una dictadura prefirió ocultar algo grave a exponerlo y desgastarse, a pesar de que hubiera salvado innumerables vidas. La culpa es de China y la libertad sería la solución”, dijo el hijo del presidente.
En aquella ocasión, Yang Wanming, embajador de China en Brasil, respondió personalmente a Eduardo Bolsonaro. “Sus palabras son un insulto maléfico contra China y el pueblo chino. Tan descarado comportamiento no se condice con su cargo de diputado federal, ni con su calidad como figura pública especial”.