Carlos Moreno (ALN).- Se asume como un estratega de conflicto y precisa sus planes ante a un hipotético enfrentamiento del régimen de Nicolás Maduro en contra de Colombia. Llega incluso a plantear bombardeos a la población civil de Bogotá. Entrañable amigo de Diosdado Cabello, figura en ejercicios militares con la milicia. Es el mismo que apuesta a que un Sukhoi (avión de guerra) llegaría a la Casa de Nariño en tan sólo 11 segundos.
Pedro Carreño, un capitán retirado y diputado de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), amigo cercano de Diosdado Cabello, el segundo hombre con más poder en el régimen de Nicolás Maduro, le roba titulares al mismo Vladimir Padrino López, ministro de la Defensa, y a todo el alto mando militar, como uno de los arquitectos de escenarios de conflictos más prominentes del madurismo.
Para él, las tensiones en la frontera entre Maduro y el gobierno de Iván Duque en Colombia, pueden ir a más, y acusa a Bogotá de planificar el derrocamiento de Maduro.
Utiliza la provocación y la amenaza a niveles nunca vistos en las tensiones diplomáticas entre ambos países proponiendo atacar, no sólo objetivos militares, sino también a población civil en el propio corazón de Bogotá.
Carreño, también vicepresidente del PSUV, fue uno de los asistentes más cercanos de Hugo Chávez en la campaña electoral de 1998. Ahora se presenta como un arquitecto de escenarios de conflictos y presenta los planes de guerra con los que el régimen podría defenderse. Es el primero en decir abiertamente que los aviones Sukhoi en poder del régimen pueden atacar un barrio de civiles en Colombia.
“En 11 segundos un Sukhoi está en Bogotá, tenemos las coordenadas del Palacio, y también las coordenadas del Barrio El Nogal, donde vive la oligarquía. Las coordenadas no nos las dio las FARC, eso se googlea”.
El Nogal es una de las urbanizaciones más exclusivas del norte de la capital de Colombia en el sector de Chapinero, con amplios complejos residenciales, colegios, iglesias, clínicas y parques.
Según la revista El Retiro de Bogotá, El Nogal se terminó de construir en 1948, justo el año del asesinato de Jorge Eliecer Gaitán, y allí se alojaron los asistentes de la Conferencia Panamericana tras los sucesos. “Técnicamente la Organización de Estados Americanos (OEA), nació en El Nogal, en 1948. Los líderes americanos tuvieron que sesionar en esos momentos en el Colegio Gimnasio Moderno”, dijo el ingeniero Luis Fernando Martínez, promotor inmobiliario que ayudó a levantar el barrio.
Y así, como si de un juego se tratara, Pedro Carreño, el mismo que fue vicepresidente de la Asamblea Nacional en 2005, ministro de Interior y Justicia en 2007, y miembro de la Federación Iberoamericana de Parlamentarios en 2008, expone sus métodos guerreristas en la parrilla de los canales VTV y Globovisión, que siempre le dan una palestra para que exponga sus planteamientos. Declaraciones que claramente pueden ser tomadas como promoción del terrorismo.
Carreño es amenazador con cualquier frase, con un discurso que trata de ser pausado, como cuando se pone la piel de catedrático de derecho en la Universidad Santa María o parlamentario, para hilar las teorías de la conspiración que asegura se desarrollan en Colombia y que han tenido la primera avanzada con los documentos militares de Venezuela a los que tuvo acceso la revista Semana (detallan una orden de Maduro de no confrontar con la guerrilla), los mismos papeles que el régimen ha desacreditado por tratarse de un mal montado “falso positivo”. “Son medio pendejotes”, dice Carreño.
Este hecho representa para Carreño la prueba más clara de los objetivos de Duque en su alianza con Estados Unidos para hundir a Maduro y diseñada también desde la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) por Gina Haspel, su directora.
Y entonces pasa a definir las estrategias que, en caso de guerra, más le convendrían al régimen de Maduro para la confrontación.
“Hey, Colombia, tenemos dos millones de milicianos que se entrenan todos los días en los centros de entrenamiento, y que tienen su fusil dragonov. Un dragonov es un fusil que usan los francotiradores que es infalible, un cartucho es un enemigo abatido. La milicia tiene más de 12.000, imagínense que si cada miliciano, cada 12 horas hace un tirito, son 24.000 invasores que abatimos en un día”, así de claro para él.
Y cita a su entrañable amigo Diosdado Cabello para anunciar que matarán a todo aquel que se atreva a cruzar las fronteras. “Diosdado dice que van a entrar, pero que no sabemos cómo van a salir. Yo sí sé cómo van salir, Diosdado, vivos no van a salir”.
Ya antes Carreño, en 2018 también, se había presentado ante el periodista chavista José Vicente Rangel, en su programa Confidenciales, y allí ya dibujaba los primeros trazos de su diseño de guerra que vuelve a retomar hoy. “La primera acción de nuestra Fuerza Aérea sería derribar los siete puentes del río Magdalena para dividir a Colombia en dos”.
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En ese entonces advertía a Colombia que el teatro de guerra sería en su propio territorio y desplegarían sistema de misiles tierra-aire capaces de interceptar un avión colombiano a 200 kilómetros de la frontera con Venezuela. Aseguraba que la nueva doctrina militar venezolana era una “guerra prolongada del pueblo”, por lo que no temerían confrontar a Colombia y su aliado EEUU. “Los gringos y la OTAN le tienen miedo a eso”.
Es mucha la información que maneja Carreño de la Fuerza Armada Nacional, y son canales abiertos que mantiene para presentar cifras de combatientes y apresto operacional en cada una de sus presentaciones.
Este “halcón de la guerra”, quien siempre aparece junto con Diosdado Cabello y lo acompaña a ejercicios militares con milicianos, ha dicho que incluso el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) ya tiene el registro para convertirse en combatientes, todos, si así lo ordena Maduro.