Redacción (ALN).- La salud cardiovascular es una preocupación creciente en la sociedad actual, donde el estrés, la mala alimentación y la falta de ejercicio son comunes.
Sin embargo, los expertos en cardiología han identificado un hábito sencillo que puede tener un impacto significativo en la reducción del riesgo de infarto: la práctica regular de actividad física.
La conexión entre el ejercicio y el corazón
Numerosos estudios han demostrado que mantener un estilo de vida activo puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Según la American Heart Association, realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana puede disminuir el riesgo de infarto en hasta un 20%. Esto se debe a varios factores:
Mejora la circulación sanguínea: el ejercicio regular ayuda a fortalecer el corazón y mejora la circulación, lo que reduce la presión arterial y disminuye el riesgo de formación de coágulos.
Control del peso: la actividad física contribuye al mantenimiento de un peso saludable, lo cual es crucial para prevenir condiciones como la hipertensión y la diabetes tipo 2, ambos factores de riesgo para enfermedades cardíacas.
Reducción del colesterol: hacer ejercicio regularmente puede ayudar a aumentar los niveles de lipoproteínas de alta densidad (HDL), también conocido como «colesterol bueno», mientras que disminuye los niveles de lipoproteínas de baja densidad (LDL) o «colesterol malo».
Manejo del estrés: la actividad física es una excelente manera de reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. El estrés crónico está relacionado con problemas cardíacos, por lo que encontrar formas efectivas para manejarlo es esencial.
Tipos de actividad física recomendados
Los expertos sugieren incorporar diferentes tipos de ejercicios en tu rutina semanal
Ejercicio aeróbico: actividades como caminar, correr, nadar o andar en bicicleta son excelentes para mejorar la salud cardiovascular.
Entrenamiento de fuerza: levantar pesas o realizar ejercicios con bandas elásticas ayuda a construir masa muscular y también beneficia al corazón.
Flexibilidad y equilibrio: incorporar yoga o estiramientos no solo mejora la flexibilidad, sino que también puede ser beneficioso para reducir el estrés.
Lo mejor que puedes hacer es combinar todos estos tipos de ejercicio para completar una rutina detallada y enfocada en mejorar no solo tu estado físico externo, sino interno.
Con información de Marca