Daniel Gómez (ALN).- El peso de América Latina en las cuentas de Cárnicas Tello no alcanza el 10%. Una situación que cambiaría de concretarse la alianza entre la Unión Europea y Mercosur. Alfonso Alcázar, director general del grupo, dijo en una entrevista para el diario ALnavío que el futuro acuerdo podría elevar el volumen de negocio al 30%.
El jamón ibérico se vende mejor en Vietnam que en Brasil. Parece un sinsentido, pero no. Las barreras burocráticas y arancelarias que hay en gran parte de Latinoamérica convierten a los alimentos y bebidas de España en un bien al alcance de pocos. Así lo aseguró al diario ALnavío Alfonso Alcázar, director general de Industrias Cárnicas Tello.
La industria alimentaria es la más poderosa de España. Cada vez exporta más productos a otras partes del mundo. De hecho, en 2016, según datos de la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), el sector vendió más que nunca. Sin embargo, destaca que América Latina -uno de los destinos preferidos de expansión para bancos, grupos de ingeniería y telecomunicación- el dato es solo de un 3%.
La culpa la tienen, según Alfonso Alcázar, las barreras impuestas en los principales países de América Latina: “Argentina en el 2012 suprimió las licencias a los importadores que compraban productores españoles. En Brasil, los impuestos que aplican convierten nuestros productos en un bien de lujo”. También citó a México, un mercado que hasta hace año y medio seguía cercado por el proteccionismo.
Triplicar la presencia en América Latina
Cuando en 2015 la administración del presidente Enrique Peña Nieto desbloqueó el mercado, Tello dio el salto para posicionarse. Lo logró y México, junto a Cuba, República Dominicana y Guatemala son los países de América Latina donde opera. En estos momentos, a pesar de trabajar en cuatro países, lo que representa la región en las cuentas no alcanza el 10% cuando debería rondar el 30%.
“En materia cultural y gastronómica hay mucha más afinidad con los países Mercosur que con Vietnam”
Al menos, ese es el porcentaje al que aspira Alcázar si se concreta el acuerdo entre Unión Europea y Mercosur, la unión comercial que conforman Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. “Hay un hilo conductor evidente. En materia cultural y gastronómica hay mucha más afinidad con los países Mercosur que con Vietnam [país al que exporta Tello]. El flujo demográfico también nos ayudará a abaratar costes en materia de promoción. Esos ciudadanos conocen cuáles son nuestros productos bandera”, indicó.
El acuerdo, anticipó la comisaria comercial de la Comisión Europea, Cecilia Malmstrom, debería concretarse a finales de 2017. A partir de ese instante, tanto Tello, como la industria alimentaria española podrían aprovechar los primeros beneficios. “Antes de que el acuerdo se materialice, el sector retail de Mercosur irá haciendo test para probar si el producto funciona. Será nuestra primera toma de contacto”, matizó.
La apertura del mercado en Argentina y Brasil sería una gran noticia para Tello. El grupo, con presencia en casi toda la Unión Europea, así como en Rusia, Japón, Corea, Filipinas, Vietnam, China, Líbano y Australia, quiere ganar peso en Latinoamérica y alcanzar ese 30%. Un estímulo que ayudaría al grupo a cumplir con la segunda fase del plan de Alcázar.
Cuando llegó a la dirección general, en 2012, las cuentas del grupo tenían gran dependencia del mercado doméstico. Esto fue lo primero que cambió. Desde entonces, iniciaron un proceso de internacionalización que ha sido fundamental en su crecimiento. Con la estrategia clara, Alcázar trazó un plan con dos fases. La primera era duplicar la magnitud del grupo en un plazo de cinco años. El grupo penetró en Europa y en el lejano oriente. Ganó en músculo y empleados, y cumplió el primer reto. En 2011 la facturación fue 67 millones de euros (76 millones de dólares). En 2016, de 137 millones (157 millones de dólares), según la última memoria de cuentas.
Ahora Alcácer para la vista en 2021. La consigna es la misma. Duplicar las cifras de negocios. La segunda fase arranca con la ampliación y modernización de las instalaciones centrales de Tello en Toledo con una inversión de 39 millones de euros (45 millones de dólares). De esta manera pretende generar entre 150 y 200 nuevos puestos de trabajo, incrementar la capacidad industrial de la compañía y sacar nuevas líneas de productos.